Jimin tenía un problema, y ese era pensar demasiado las cosas. En lugar de ser espontáneo en sus decisiones, él analizaba cada posibilidad y escenario posible, de tomar una u otra opción. Pero eso nunca le había dado demasiados problemas.
Claro, hasta que se dio cuenta de lo enamorado que se encontraba de Kim SeokJin, su compañero de grupo.
Desde ese día, un dilema lleno de contradicciones se desató en su mente, puesto que quería confesarle a Jin lo que sentía, esperando que fuera recíproco, pero imaginarse lo que podría suceder si lo único que recibiera fuera un rechazo, no sólo para él, sino para todo el grupo, le helaba el corazón.
Ese conflicto empezó a controlar su vida. No podía mantenerse lejos de SeokJin, lo necesitaba cerca para hacerlo reír, para deleitarlo con su muy hermosa apariencia, y para sentir su maravillosa calidez y vivacidad. Pero tampoco se sentía cómodo de esa forma, tragándose las miles de cosas que deseaba decirle, por un miedo que le estaba lastimando el corazón. Innumerables veces había estado a punto de dejar escapar sus sentimientos, pero al mirar el esfuerzo que SeokJin y todos sus compañeros ponían en su trabajo, le era imposible hacer algo que podría destruir todo eso.
Pero, finalmente había llegado el momento de dejar de pensar. No podía seguir lastimándose a sí mismo de esa forma, su cuerpo ya no lo aguantaba. Tampoco quería estar lejos de SeokJin, y presentía que el mayor no se acercaría más a él, por el motivo que fuera, sino le aclaraba sus sentimientos.
Con eso en mente, sin pensar en consecuencias o desgracias, corrió hasta la enfermería de la empresa. Antes de entrar, eso sí, se detuvo para ver si alguien estaba dentro con SeokJin.
El hecho de que el cuarto estuviera vacío, no podía ser algo más que un buen augurio.
Con quietud, tomó el pomo de la puerta, girándolo y apartó la puerta silenciosamente. Caminó, medio oculto por las cortinas que dividían las camillas, hasta la única cama que se encontraba ocupada en ese momento, y observó.
Ese no era el momento indicado para estar pensando en esr tipo de cosas, pero la manera en que la luz descendía como una cascada sobre el cuerpo de SeokJin era todo un espectáculo de la naturaleza. Y aunque Jin fuera guapo todo el tiempo, Jimin nunca lo había visto mejor.
Por la admiración, dejó escapar un suspiró silencioso, pero que fue lo suficientemente audible para que el mayor moviera su mirada hacia su silueta que se recortaba en la cortina, y fue evidente lo fácil que lo reconoció.
—Jiminnie— murmuró con la voz adolorida— Creí que no vendrías.
El corazón de Jimin se entumeció ante la desolación que se coló en el tono de SeokJin y salió de las cortinas rápidamente, tomándole la mano al mayor, que tenía más al alcance. Lo miró con los ojos brillantes y le sonrió con tristeza.
—Pensé que no querías que viniera, hyung— explicó con un murmullo de voz, mesando los cabellos del mayor.
SeokJin cerró los ojos y suspiró, recordando porque había estado lejos de Jimin en esos días, lidiando con sus sentimientos que lo único que le exigían era que confesara al menor cuanto lo amaba.
—Jimin, lo siento, pero creí que era la mejor— susurró, con una seriedad tan inusual en él, que era incluso preocupante.
Pero esa respuesta sólo hizo que Jimin estuviera más seguro de lo que haría a continuación, porque si bien no entendía las palabras de SeokJin, sabía que había un motivo por el que estuvo evitándolo y él se encargaría de darle un motivo mejor o darle una razón para que se quedara siempre a su lado.
—Hyung tonto, no quiero estar lejos de ti— soltó mirándolo con las mejillas calientes—La verdad es que... es... Te amo.
SeokJin abrió los ojos como platos e intentó levantarse, pero el dolor en su hombro derecho se lo impidió.
—No te muevas hyung, no quiero que te preocupes por mí, yo trataré de mantenerme lejos si eso deseas, pero quiero que entiendas que no te amo como a un hermano, ni como a un amigo, te amo como una persona con la que me gustaría pasar todos los días posibles, como una persona a la cual quiero dar todo de mí, como una persona a la cual quiero... besar— hizo una pausa en su agitada confesión, desviando la mirada por la vergüenza— Yo realmente te amo mucho, hyung.
Fueron muchas las cosas que esperó Jimin, un rechazo, un empujón, una mirada furiosa y hastiada, una solicitud para que se mantuviera lo más alejado posible. También esperó, con su lado más positivo, una caricia, una sonrisa, un beso, o una confesión apasionada. Pero lo que obtuvo fue a un SeokJin que lloraba mientras reía como un loco y, obviamente mucha confusión y ansiedad.
—Hyung, yo...
—Park Jimin— cortó SeokJin con brusquedad y un ceño fruncido, desilusionando el tierno corazón del menor— ¿Sabes por qué Marte es rojo?— dio un tiempo, en que Jimin lo miró con una triste confusión— No pongas esa cara tontito, Marte es rojo porque ahí guardo todo mi amor por ti, cariño.
Aunque no era el momento, ni la situación, mucho menos el lugar, Jimin no pudo evitar reír con ganas, sintiéndose ligero y cálido por todas partes. Se inclinó con cuidado sobre el mayor y no dudó ni un segundo más, ni analizó posibilidades, antes de colocar sus labios sobre los rellenitos de SeokJin, dándole el beso que hace mucho tiempo había estado guardando, sintiéndose totalmente maravillado al sentirse correspondido.
—Te amo, hyung.
—Y yo haría cualquier cosa por hacerte reír, mi pequeño Jiminnie.
Y así, finalmente Jin cumplió con el único objetivo que guiaba su vida en esos momentos: quedarse junto a Jimin, hacerlo reír y ser muy feliz junto a él.
¡¡FIN!!
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Make Him Smile |JinMin|
FanfictionDonde Jin busca la felicidad haciendo reír a Jimin, su dongsaeng favorito. ♡Pareja: JinMin. ♡Capítulos cortos. ♡Humor y fluff. ♡Portada hecha por @Arous12.