El Charro (Historia LGBTI)

Pa' que sientas lo que siento.

— Espera... ¿Qué has dicho? — Me quedé impactado al escuchar a los trabajadores que habían presenciado la pelea de Teo.

— Pues si patrón. La razón por la cual ocurrió la pelea era porque el Fidel y Sacramento empezaron a molestar al joven, ya sabe por lo que se dice de él... Que él es uno de esos gays, que le gustan los hombres... De los que batean pa' el otro lado.

— Cual sea que haya sido la razón, ahora necesito que me digan si van a venir conmigo para declarar lo que me acaban de decir. Porque Teo puede recibir cargos graves ya que Fidel y Sacramento recibieron daños que los llevaron al hopital — Dijo mi padre con seriedad ante varios hombres que empezaron a verse mutuamente mientras asentía.

— Sí, patrón nosotros iremos y diremos lo que ocurrió. La verdad nosotros si sentimos pena por el joven ya que aquellos dos se pasaron de la mano.

— Bien, entonces vamos a la procuraduría. Andando Adrián. — Mi padre me llamó sacándome de la nube en que estaba, más temprano esa noche nos habían llamado para decirnos que Teo estaba arrestado por estar involucrado en una pelea, jamás pensé que se tratara de una situación así, en la cual se tuvo que defender de las ofensas de los demás.

De hecho hubo veces en los que me di cuenta que las cosas con Teo no estaban bien en la destiladora, ningún amigo, y veía que muchos reían al vernos juntos. Eran señales que no vi pero tampoco es que estuviera tan atento, el proceso de divorcio estaba adelante, pero al final a Ana no se presentó ni respondió a ninguno de los citatorios. Por lo tanto el juez tomo esto como una renuncia de sus derechos como esposa y madre, por lo cual me otorgaron el divorcio y la custodia de Alicia es completamente mía. Tal vez no me di cuenta de la situación de Teo porque de cierta forma seguía dolido que Ana ni siquiera se haya presentado a dar la cara y luchar por su hija. Ni ella ni mi hermano Saúl.

Los minutos pasaron, padre no mencionó nada durante el camino pero ciertamente se veía molesto. Cuando llegamos a la procuraduría, lo trabajadores como habían dicho, declararon lo que había ocurrido en la cantina, el procurador no tardó mucho en dar la orden para que liberaran a Teo. — Adrián, iré por Teo a la celda. Tú ve por las cosas que le quitaron antes de ingresarlo.

— Está bien. — Como había dicho mi padre, fui por sus cosas, no eran muchas, su cartera, un reloj, y el celular que de repente empieza a sonar como loco. Era la llamada de unos de sus contactos "Javier la loca" es el nombre, bastante extraño para mí. Decidí ignorarlo pero al momento de que acabo de sonar, una serie de mansajes por WhatsApp empezaron a llegar haciendo vibrar el celular como loco, y después de eso de nuevo volvía a llamar. Este tipo está loco. Pensé al momento de apretar la pantalla para contestar y ponérmelo en la oreja.

— ¡¿Por qué no me contestas desgraciadaaaa?! — Escuché al otro lado de la línea, un grito tan fuerte que tuve que quitarme el celular de la oreja. — ¡Te estuve marcando y enviando mensajes!

— Lo siento pero Teo no podía contestarte. — Dije rápido antes de que siguiera gritando.

— ¿Eh? ¿Quién es? ¿Dónde está Teo? — Preguntó preocupado.

— Soy Adrián De la Cruz, este... Bueno Teo no podía contestarte porque se metió en un pleito y lo metieron a la cárcel... — Me esperaba de nuevo un grito así que cerré mis ojos con fuerza esperando algo pero el grito jamás llegó, más bien fue una respuesta seria.

— Ya veo, déjame adivinar se peleó con unos hombres en algún bar o cantina y los hirió de manera grave.

— Bueno, si... ¿Pero cómo...?