El aventurero (2da. Parte)

5.6K 547 154
                                    


— Vaya, al fin te despertaste. — Dije con una sonrisa en mi rostro, al ver como Teo llegaba a la cocina ya cambiado pero con una cara de zombi que de seguro le daría miedo a mi hija si lo viera.

— Me duele todo, no volveré a tomar como ayer. — Veo como el chico toma un vaso con agua y se lo toma de un solo trago.

— Pues acostúmbrate si vas a tomar tomando con Rey y conmigo. Nuestras noches de andar de ebrios son bastantes pesadas. — Dije mientras bebía mi café sentado en la barra de desayuno.

— ¿Qué? Oye... ¿Por qué no te has ido a trabajar? — El castaño me miraba extrañado en la casa, pero era normal, eran casi la una de la tarde y yo estaba tomando café.

— Tuve una junta con la maestra de Alicia en el kínder. Ahorita está con mis padres, se la llevaron de comprar al centro comercial.

— Me he preguntado ¿Tu hija va bien en el kínder? Ya sabes, como no habla mucho.

— Va, bien. Admito que tiene algunas clases extras para tratar ese problema de comunicación, pero mi hija esta perfecta en todos los sentidos. — Dije orgulloso, lo cual causó una mirada algo neutra en Teo, al ver a sus ojos recuerdo todo lo que ayer paso, como llegó borracho y como llegué a besarlo en la frente. También lo que dije, creo que me precipité un poco.

— Oye Adrián, acerca de ayer... Yo estaba muy ebrio pero no por eso significa que lo que dije era mentira. — Recordé sus palabras y solo sonreí.

— ¿Acerca de empezar de nuevo y que ya no serás tan frio conmigo? Sí, lo recuerdo. Me hizo feliz que por fin volvamos a ser amigos. — Dije dándole el último sorbo a mi taza de café. — Y ya que no somos tan distantes, me vas a acompañar a la práctica de hoy ya que no pude practicar ayer mucho. — Dije dándole unas palmadas en el hombro.

— ¡Pero no he desayunado! — Dijo gritando detrás de mí.

— ¡Te compro unos tacos sudados en el camino, pero ya vente! — Le grité.

La verdad es que me alegra que no le haya dado amnesia después de todo lo que bebió, realmente hubiera sido un dolor de cabeza que después de ayer, volviera a ser el mismo que antes como limón de taquería, todo seco.

No hablamos de mucho durante el camino al lienzo charro, pero hablamos acerca de cómo terminó su universidad y cuál fue su tesis.

— Por cierto, ¿Javier y Darío ya acabaron la carrera? — Dije pero tarde unos segundos para darme cuenta de lo que había dicho.

— ¿Cómo sabes de ellos? — La cara seria de Teo con medio taco en la boca me decía todo, solo reí nerviosamente mientras seguía conduciendo.

— Digamos que... Cuando te arrestaron tuviste muchas llamadas de tu amigo Javier y pues conteste una de esas llamadas y pues...

— ¡Voy a matar a esa Loca! — El grito furioso del chico me sorprendió gracias a dios habíamos llegado al lienzo. Me detuve abruptamente.

— ¡Oye, tranquilo! — Dije pero sin decirme nada Teo abrió la puerta de la camioneta saliendo con celular en mano y su charola de tacos.

— ¡Me van a escuchar esos dos!

Fui ignorado completamente. No podía hacer nada, simplemente dejarlo ser. Después de bajarme, fui a donde los establos donde se encontraba mi fiel caballo "Edén" Al llegar me di cuenta que también se encontraba Rey hablando con la chicas del equipo, parecía muy alegre ¿Le habrá pasado algo bueno?

— Buen día. — Dije fuerte mientras llegaba con los demás, las chicas cordialmente me saludaron y por supuesto Rey vino a mi estrechando las manos con alegría, más de la usual a mi parecer.

El Charro (Historia LGBTI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora