Capítulo Especial: "No hablare..."

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Después de que pasaran los últimos equipos del desfile, todos volvimos a la cafetería de Darío, mientras tomaba una taza de café, seguí mirando como el gorila de Darío, Fabián, los niños de Darío se encontraban jugando con Alicia, mientras ella reía y se divertía como nunca antes había visto. De repente mi mirada se centró en el chef Alex y en Darío quienes seguían bailando y cantando.

— "... con un ramito de violetas... tu, tutu-turu..."

— ¡Ya párenle a su desmadre ustedes dos! — Grité enojado.

— Que pasa joven Teo, ¿Tan de malhumor te trae el amor que ya ni tú te soportas? — Con una sonrisa pícara y una mirada penetrante, llegaba el dolor de cabeza de Mateo quien es pareja de Alex. Ciertamente cuando él habla es solo para joder.

— Eso no te incumbe. — Dije serio.

— Huy, que cruel. — Menciono sarcásticamente mientras tecleaba en su celular. — Ciertamente no me agrada que estés así por eso estoy llamando a una personita que con la que te puede poner en tu lugar.

Fue en ese entonces que me pasó el celular, intrigado ante quien contestaría, debí haber colgado cuando pude.

— ¡Su pinche diosa está aquí perras!

— Iré con los señores Morales y los infantes, así que con su permiso. — Dijo yéndose.

— ¡Javier! — Grité al ver a mi amigo en la pantalla, vestido con una camisa de flores rosa, él sonreía mientras tanto Darío como Alex se aceraban para ver también a la loca en Argentina. Durante un rato Javier estuvo interrogándome acerca de la situación con Adrián, le conté todo sin poder mentirle un poco ya que Darío estaba viéndome con una sonrisa de miedo.

— Adri está desesperado, él realmente se la está pasando mal... — Dijo algo triste con la mirada baja, pero de repente una cara seria me miró causándome un poco de nervios. — ¡Amiga Teo, ya no te aprietes tanto la tanga! ¡El hombre esta loquito por ti ya entrégale el tesorito!

— ¡CALLATE EL ANO QUE TIENES POR BOCA PINCHE LOCA!

— Yo creo que lo que pasa es que tienes miedo y en vez de expresarlo con eso, lo haces con tu orgullo. — Escuché una voz de una mujer a lado de mí, volteé asustado pero vi como Darío con una sonrisa le entregaba dos cafés uno para ella y uno para un chico que estaba de lado de ella.

— ¿Cuándo es que...? — Dije asustado.

— Estabas tan metido en tu discusión con Javier que no notaste cuando llegaron. — Dijo serio Darío volteándose después con una sonrisa a la mujer. — ¿Dónde dejaron al padre Fito?

— Fue con mi tía Rosa, creo que iban de compras. — Dijo con una sonrisa para después mirarme. — Pero eso no importa, en cuanto a ti chico orgulloso, con lo que escuché sé que estás pasando por un mal de amores... Recuerdo no hace mucho que un joven estaba igual que tú, no aceptaba el amor porque tenía miedo de ser herido, pero más bien su principal problema es que no sabía amar... Yo llamo esa historia "El chico del Karaoke que no sabía amar" — Veo como el chico a lado de ella escupe el café al escuchar eso. Pero de repente escucho mi nombre desde el aparato que traía en mano.

— ¡Teo! ¡¿Es Kenia la que está hablando?! — Miré a la pantalla y asentí con una sonrisa nerviosa, de repente le pasé el teléfono a la mujer y ella junto con Javier gritaron saludándose muy amablemente. Kenia Ponce de León la prima del gorila de Darío estaba ahí junto con el chico de nombre Juan José Zaleta, su empleado y mejor amigo quien tiene apenas la edad de 21. Kenia es la dueña de un karaoke en el puerto de Veracruz, donde ha cobrado gran popularidad su recinto. A ellos los conocimos en la boda de Darío donde a casi primer momento Javier y ella congeniaron como si fueran hermanas.

El Charro (Historia LGBTI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora