Fallaste Corazón.

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Era mediados del mes Agosto, algunas lluvias habían azotado al país trayendo algunos estragos a unas ciudades. Ese no era el caso de Unión de San Antonio en el estado de Jalisco. Aquí las lluvias habían sido tranquilas, buenas para la producción de agave de mi rancho, y también bueno para pasar momentos en pareja con este frío romántico que hace... ¡Pinches cursilerías!

— ¡Cantinero! ¡Otra botella! — El hombre de gran bigote se acercó a mi mesa dándome otra botella de tequila De la Cruz. Empecé a reír viendo la botella de la empresa de mi familia. Al fondo de música se escucha Fallaste corazón, con la majestuosa voz de Pedro Infante, ídolo de ídolos. — ¿A dónde está tu orgullo? ¿A dónde está el coraje? — Tarareé la canción mientras abría la botella de tequila y me servía un caballito. Lo tomé de un solo trago hasta el fondo raspándome toda la garganta, veía a los demás borrachos de la cantina, puro méndigo infeliz que no sabe en qué gastarse la poca plata que ganan. Yo... Yo tenía una razón por la cual ponerme ebrio. Este maldito corazón... Y el dolor de perder a mi "Susodicha mujer" puta infeliz, mendiga y todo las ofensas existentes se merece ella. Y mi corazón todo roto hecho la mierda. — ¡Me alegro que ahora sufras...! ¡Y llores y te humilles...!

Seguía cantando con todas mis fuerzas, llevaba más de una semana tomando de cantina en cantina. Mi "Esposa" me había traicionado desde siempre y yo apenas me había dado cuenta hace una semana atrás, cuando un día llegando con una serenata de sorpresa, encontré a la muy puta despidiéndose de su amante, mi hermano. ¡Mi propio hermano! Todo mi mundo se había derrumbado, no solo por ella si no por él.

¡Fallaste corazón! ¡No vuelvas a apostar! — Es mi sangre, aquel a quien tanto admiraba y me habían dado un golpe por la espalda, sabiendo que hay una niña de por medio siguieron ambos haciendo sus cochinadas en mi propia casa. Entré en cólera, siempre he sido admirador de las mujeres, chulearlas, ser educado y respetarlas como todo bien hombre charro mexicano debe de ser. Pero esa vez, fue la primera vez que quise tirar a la mierda toda mi educación y principios. Quería darle su merecido a aquella ofrecida, la única mujer que ha ganado todo mi odio. Mi hermano me detuvo de hacer tal atrocidad, se lo agradezco pero no me quedé con las ganas de darle sus buenos golpes a él.

Todos en el rancho nos vieron pelear y después nos separaron, ella fue tras mi hermano quien avergonzado y herido se fue caminando ya que lo había corrido. Yo por mi parte ordené a las muchachas de la casa que recogieran las cosas de ella y se las dejaran en la entrada. Al ver que solo eran sus cosas, mi esposa de nuevo entró a la casa para llevarse a mi hija, lo cual no permití y la hice que la sacaran a la fuerza. Mi hija Alicia se quedaba conmigo, y solo conmigo. — ¡Fallaste corazón...! — Di un gran trago a la botella. — ¡No vuelvas a apostar!

La canción se había acabado mientras yo seguía bebiendo, sé que es estúpido llorar por una mujer así y más si esta te traicionó. Pero es inevitable que duela, durante los años que duramos de novios y todavía estos míseros 5 años de casados, yo pensaba que ella me amaba y todo resultó ser mentira.

— ¡Adrián De la cruz! ¡Al fin te encuentro!

— No puede ser... Esto debe de ser un chiste. — Reí al reconocer la voz avejentada que se escuchó pronunciando mi nombre. El caminar de unas botas se escuchaba y en frente de mí sentándose en la silla de frente y conmigo, se encontraba mi padre. El gran Isidro De la Cruz, conocido en todo el municipio y gran leyenda del mundo de la charrería. Creí que estaba de viaje con mi madre en las Europas. — ¿Qué haces aquí padre?

— Vengo por ti hijo. Fermín me habló y me conto todo lo ocurrido. Dijo que llevas casi una semana fuera de casa y tu madre y yo nos regresamos enseguida.

— El anciano Fermín, supervisor del rancho. Vieja bolsa de huesos. — Mi padre tomó vuelo y me propino una buena cachetada, su enojo se veía en su mirada y yo simplemente gruñí ante la impotencia de contestarle la bofetada.

El Charro (Historia LGBTI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora