La mañana en la Universidad había sido aburrida, sobre todo cuando Matemáticas estaba escrito sobre el horario de las clases.
Jimin era malísimo en matemáticas, Yoongi no era malo en ello, tampoco era el mejor.
Cuando acabó el suplicio de problemas y ecuaciones, Jimin soltó un gran suspiro mientras ponía la mochila sobre su espalda y ambos amigos salían de la clase.
—Creo que Matemáticas va a terminar matándome un día de estos...—Yoongi rió al escuchar su frase, ya que parecía estar completamente seguro de eso.
—Oh, vamos, no es tan malo, además, no puedes morir después de todo el tiempo que he perdido enseñándote, no habría servido para nada—Jimin levantó la vista; Yoongi apreció en su cara un exceso de seriedad.
Jimin le agarró fuertemente del brazo antes de susurrar:
—Te debo la vida por eso.
Los ojos de Jimin no se iban de los de Yoongi aún que quisiera, ya que le estaba asustando la seriedad de su amigo.
Mientras eso pasaba en aquel pasillo frente la aula de Matemáticas, un pequeño, adorable, castaño chico de profundos ojos oscuros se acercaba corriendo por los pasillos cogiendo su mochila por las correas de ésta sobre su espalda.
—¡Suga Hyung!—gritó el adorable chico al ver el cabello menta entre la multitud de gente.
El chico se acercó a los dos extraños amigos.
—¡Suga Hyung!—el nombrado no podía contener su sonrisa nerviosa, y Jimin amaba ver a su amigo desmoronarse de esa forma.
—¿Qué quieres—Yoongi hizo una pausa para mirar de arriba a abajo al alto chico—, enano?
—¿Cómo está? ¿ha pasado un buen fin de semana? ¿cómo le han ido las clases de hoy?—el pequeño—alto—chico hizo una pausa para mirar directamente a sus ojos, con los suyos entrecerrados—, ¿me extrañó?
Jimin juraba por todo lo que tenía en su vida que si Yoongi hubiera estado bebiendo, habría escupido todo el líquido sobre el tentador chico; aún que ese no era el caso, ver su cara de sorpresa era todo un poema.
Jimin empezó a reír fuertemente.
—¡Esa es la mejor cara que te he visto poner en toda mi vida!—Yoongi giró su cara hacia Jimin, matandolo con la mirada, podía escuchar los dientes de su amigo chirriar desde allí.
Pero de repente se escuchó otra risa, la que pudo calmar finalmente al de pelo color fantasía de cometer un asesinato.
—Yoongi Hyung, usted es tan gracioso.
—Ya...—es lo único que el mayor de los tres pudo llegar a decir, ya que parecía que de repente no sabía hablar.
—Jimin Hyung, Yoongi Hyung—miró a cada uno de ellos al nombrarlos—, tengo que irme, hoy no podré comer con vosotros, lo siento, ¡nos vemos más tarde!—el chico se alejó como vino: corriendo, pero esta vez alzando la mano para saludar
Jimin simplemente gritó un feliz "adiós", que retumbó sobre todas las paredes de aquel pasillo.
En cuanto el castaño se fue, Yoongi hundió su cara en sus manos mientras soltaba un sonido de frustración. Jimin le dio palmaditas en la espalda como forma de apoyo.
—Jimin, quiero morir.
—Ya somos dos—Yoongi miró serio al pelinegro, quien le dio una sonrisa de oreja a oreja.
Jungkook era un chico que habían conocido gracias a que era muy popular por todo el campus, aún que fuera de segundo curso. Era bueno en los deportes, bueno en el dibujo, bueno en el canto, bueno en la fotografía, era muy extrovertido y alegre, además que su cuerpo estaba perfectamente tonificado para alguien de su edad, lo que ponía celosos a muchos chicos o locas a muchas chicas—incluyendo a Yoongi en el último caso—.
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egocentric to you; vmin
FanfictionDonde Jimin es el chico de los sueños de Taehyung, pero Taehyung es el tipo de chico que Jimin odia.