8.

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—Jimin, ¿volverás a clases mañana?—preguntó el chico de pelo menta mientras acariciaba el pelo del chico más pequeño, el cual reposaba su cabeza sobre las piernas de Yoongi.

Los días en que ambos estaban en la cama hablando del mundo mientras Jimin recibía caricias eran sus días favoritos.

—No lo sé... Hyung—dejó salir en un suspiro, casi como en un susurro.

—¿Por qué? ¿hay algo que me ocultas, Park Jimin?—las manos de Jimin empezaron a temblar, y en un intento de esconder la reacción de estas, las puso bajo su cuerpo, entre su espalda y las sábanas de su cama.

—No, Hyung... es solo que...—el chico de pelo negro mordió sus labios mientras trataba de alejar sus lágrimas—, no quiero aguantar vuestras ñoñerias ahora que el conejito y tu sois pareja—Yoongi chascó su lengua mientras tiraba su cabeza hacia atrás, dando con la pared, provocando un fuerte ruido que hizo que Jimin riera bajo el chico.

—¿Sabes que te odio, no?—Yoongi bajó su mirada, encontrándose con los ojos de Jimin.

—Lo sé—el menor de los dos giró su cuerpo hacia un lado para abrazar la pequeña cintura del jugador de básquet, quien acarició—más bien despeinó—rápidamente el pelo negro del tierno chico para luego apoyar de nuevo su cabeza en la blanca pared.

—Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿no?—Yoongi sintió la cabeza del chico subir de arriba a abajo en su cintura—. Sabes que te quiero, ¿no?—de nuevo el movimiento en su cintura—. Sabes que eres maravilloso, ¿no?—el chico de las preguntas no recibió respuesta alguna—. ¿Jimin?—miró hacia abajo, viendo el tembloroso cuerpo de su amigo acompañado de sus sollozos.

Jimin lloraba en los brazos de su amigo, quien lo mantenía vivo día tras día, quien le hacía ver la realidad del mundo; Yoongi era la mejor persona que Jimin podía tener en su vida.

×××

Taehyung se encontraba sentado en una silla frente a su escritorio con un lápiz en la mano y una hoja frente a él. El portador del lápiz solo hacía pequeñas líneas sobre el papel que solo él entendía, líneas que poco a poco empezaron a cobrar más sentido según iba dibujando.

Taehyung había analizado cada rasgo en la cara de su nuevo Park Minhyuk, quien era simplemente hermoso.

El dibujante jugaba con el cabello que caía sobre su frente mientras miraba el dibujo.

—Es incluso más hermoso que Park Minhyuk...—arrugó el dibujo hasta hacerlo una bola y lo arrojó a la papelera que había justo a unos pasos de él, fallando el tiro, haciendo que quedara en el suelo. El chico de cabello liso arrojó su espalda contra la silla mientras miraba el techo, y tras unos minutos así, cogió el teléfono para encontrarse sin ninguna notificación. Taehyung suspiró para luego tirar su teléfono sobre la mesa y poner su lápiz entre sus dientes, mordiendolo ligeramente.

—Jimin...—cogió la punta del lápiz—la cual colgaba debido al agarre de sus dientes—y empezó a moverlo mientras mordía con rabia. Cogió el lápiz enteramente con su puño y lo estampó contra la mesa de su escritorio a la vez que se levantaba de la silla para salir por la puerta de su habitación.

Necesitaba distraerse de alguna forma, estar todo el día pensando en ese chico no era una forma saludable de vivir.

Al llegar al pasillo, se dirigió a una joven chica de pelo negro liso.

—Lee, puede retirarse.

—Pero señor...—Taehyung apretó sus dientes mientras la miraba a los ojos.

—Dije que te pagaría igual por no venir, no tienes que obedecer a mi tío, Lee—la chica miraba avergonzada a sus zapatos con una escoba en su mano—... ¿En serio quieres sufrir esto, Lee? Te prometí que no tendrías que trabajar nunca más en cuanto mi madre se marchara.

—Señor Kim... yo...

—No me llames así... por favor...—Taehyung bajó la cabeza y miró por el rabillo del ojo hacia un lado de aquel pasillo, encontrándose con un espejo en una de las paredes; al verse en él, sintió asco, la cara de su madre era lo único que veía. Cerró los ojos y sacudió su cabeza.

—¿Kim?

—Lee, para, por favor—ambos se quedaron callados, con la mirada fijada en el suelo. Taehyung pasó por su lado, abriendo la puerta para salir de aquella casa.

—Tae...—la puerta se cerró nada más el nombre del chico se escuchó. Tras ser cerrada la puerta, Tae suspiró para luego caminar por las calles de Seúl, no sin antes poner la capucha gris de la sudadera sobre su cabeza.

Caminó rápidamente hasta llegar a un parque, el cual parecía un pequeño bosque, y allí, se sentó en uno de los bancos de madera bajo un árbol de un precioso color verde oscuro. Subió sus pies al banco, poniendo sus piernas delante de él con sus muslos tocando su abdomen y hundió su cabeza entre sus rodillas.

El precioso chico de cabellos claros veía su vida derrumbarse como si alguna vez hubiera estado construída.

—Nada de esto me afectaría si él no hubiera aparecido...—Taehyung miró hacia delante de nuevo, apoyando su ladeada cabeza sobre una de sus rodillas. El precioso lago donde solían aparecer patos de todo tipo, hoy estaba vacío, además, ningún reflejo se veía sobre el agua, un azul oscuro reinaba en toda la superficie. De repente, en el agua empezaron a aparecer pequeñas hondas, de las cuales cada vez se podían ver más; Taehyung miró al cielo, observando como la lluvia empezaba a caer cada vez más rápido y más fuerte, pero no le importó en absoluto, solo dejó que la lluvia lo abrazara y lo tapara como una manta, después de todo, para él eso era el amor, ya que no conocía otro tipo; el amor era dejar que te mojaran por años sin que te dieras cuenta que es malo para tu salud, y después darte cuenta que estás enfermo por culpa de esa misma lluvia.

"Hijo, confías en tu madre, ¿no? Yo nunca haría algo así..."

—Nunca debí creer en ti, mamá...—la mente de Taehyung recorría años atrás en cuestión de segundos; volaba sobre aquellos recuerdos como un pájaro en una tormenta, sabía que iba a terminar dañado por los rayos, pero no tenía otra opción.

Taehyung sacó su teléfono del bolsillo de su sudadera; si iba a enfrentarse a su pasado, debía hacerlo cara a cara y sin rodeos.

Llevó el teléfono a su oreja izquierda mientras los nervios le comían cada vez más tras cada pitido.

¿Por qué conservo su número después de todo?

Su corazón se paró en cuanto escuchó una fuerte voz del otro lado formulando la palabra "¿Quién?". Taehyung suspiró profundamente para enfrentar aquella voz en su oído.

—Primo... he vuelto.

×××

Dedicado a kaisugx porque le da emoción, espero que estés feliz ahora ahre ❤

Love Yourself.

egocentric to you; vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora