26.

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Seokjin observaba en la distancia a su hermano y su amigo de cabello negro mientras limpiaba varios vasos con un trapo seco. El restaurante de su abuela ya había cerrado hace un tiempo atrás, pero los dos chicos insistieron en quedarse en una mesa elevada mientras hablaban. Jimin parecía revolver su comida, ni siquiera había tocado el plato y dudaba que alguna pieza del Tonkatsu* frente a él.

Seokjin no pudo mirarle a los ojos minutos atrás, y tampoco se veía capaz de hacerlo ahora, simplemente no podía mirar a alguien a quien le había arruinado la vida al no interponer en los planes de "su amigo" desde un principio.

Seokjin se sentía una mierda total.

De repente, vio la mano de aquel chico moviéndose lentamente mientras le sonreía sin mostrar sus dientes. Mierda, Seokjin se había quedado perdido en sus pensamientos mientras lo miraba, seguramente se había sentido incómodo y lo saludó para que dejara de hacerlo. Jin echó una última mirada a la sonrisa de aquel tierno chico y se la devolvió, una sonrisa tímida y leve, para luego desviar la mirada. Pudo ver la silla de Jungkook girándose hacia él cuando estaba bajando la mirada hacia aquella pila de vajilla.

Lo que más le dolía es que Jimin no era consciente de todo el daño que le hizo, y por eso actuaba amablemente hacia él. No podía aguantar sus sonrisas dedicadas a él sin que sus ojos se llenaran de lágrimas.

—Seokjinnie—habló su abuela tras él, haciendo que el castaño se girara—. Has hecho bien hoy, cariño, me alegra que hayas vuelto.

Un nudo se formó en su garganta, y si seguía mucho tiempo más allí, terminaría llorando.

—A-Abuela.

—Eres un buen chico, Seokjin.

El buen chico asintió mientras mantenía su mano bajo su nariz, tapando su boca.

—Lo...—hizo una pausa al notar su voz quebrada—. Yo... lo siento.

Y así, salió corriendo hacia al baño.

No se merecía felicidad tras todo aquel daño que le había hecho a todo el mundo.

×××

Jimin quería estar interesado en la historia que Jeon le estaba contando, pero no podía quitar la mirada de el otro chico de mismo apellido. En cuanto salió corriendo hacia un pasillo, Jimin siguió su movimiento con la cabeza, levantando la cabeza de su mano, en la cual se encontraba apoyada. Jungkook se dio cuenta de esto, inevitablemente.

—¿Jimin? ¿me estabas escuchando?

El nombrado negó con la cabeza mientras la bajaba, mirando a su plato aún lleno.

—Lo siento, Jungkook—y el contrario dejó salir un profundo suspiro.

—Él...—el pelinegro vio una de sus comisuras de la boca subir ligeramente, parecía tratar de encontrar la palabra perfecta—. Cuando lo conocí, él estaba llorando en el patio de mi escuela...

Los ojos de Jimin se abrieron de par en par.

—Cuando... ¿lo conociste?—el chico rió ante su pregunta para luego recostarse sobre la silla, dejando caer sus brazos sobre su cuerpo en vez de en la mesa.

egocentric to you; vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora