egocentric to you; vmin

14.

Claro que podía.

Jungkook se levantó lo más rápido que pudo mientras sus piernas temblaban violentamente. No me falleis ahora, pensó, mientras fijaba la dirección con su mirada para empezar a correr de nuevo, sin importarle nada más que una persona: Seokjin. Corrió por la larga calle hasta llegar a la esquina, donde paró y se giró para poder seguir corriendo.

Pero, justo cuando iba a empezar a esprintar, alcanzó a ver—a través de su flequillo—que había alguien allí, en la esquina, y justamente era el chico a quien buscaba, por quien se habría recorrido todo Seúl: Seokjin, pero, estaba llorando, con una mano sobre su boca, aguantando sus sollozos.

—¿Se... okjin?—miró su rostro totalmente rojo mientras lágrimas caían de sus ojos, dejando un rastro en sus mejillas hasta el final de su babilla. Jin lo había visto desde que giró aquella esquina, ya que el estruendo que estaba haciendo al caminar se podía escuchar calles abajo, pero nada de eso le importaba ya, nada de esto tenía sentido, nada iba a cambiar, ya lo había decidido.

"Un niño de cabello negro lloraba en mitad del patio; todo el mundo lo veía, pero nadie lo observaba, nadie hacía nada para parar los lloros de aquel ruidoso chico, los cuales parecían no cesar.

Otro niño se giró a verlo y no paró de mirarlo con una expresión blanca en su rostro, verdaderamente estaba haciendo un gran estruendo. Se giró a sus amigos en cuanto escuchó risas cercanas.

—¿Quién es ese niño?

—No lo sé, lleva llorando desde hace un tiempo y no se calla.

—¡Menudo llorón! ¿¡tiene dos años acaso!?—la risa de todo el grupo por las burlas no cesaba, tanto por parte de chicos como de chicas. El niño giró de nuevo a verlo, tirado en el suelo de la arena del patio, que se había convertido en barro por las lluvias.
—¡Vamos, Jungkook, sé que es molesto, pero sigamos jugando!—el chico hablaba mientras tenía la pelota en una de sus manos, y la tiraba de arriba abajo, cogiendola en el aire. Jungkook volvió su vista al "llorón" y caminó hacia él, mientras sus amigos se quejaban en la distancia por la acción repentina del mejor jugador en el grupo. Los lloros se escuchaban más fuerte según se acercaba, por lo que corrió con la blanca expresión aún en su rostro; ¿y cómo debía reaccionar? Era solo un niño, lo único que sabía es que cuando alguien lloraba, significaba que algo estaba mal.

Llegó al chico y se agachó delante de él

—Oye, ¿por qué lloras?—el otro chico, al verlo, se cubrió la cara con sus brazos, haciendo una especie de cruz sobre su cabeza, también sus pies se encogieron, tocando su pecho y su frente contra las rodillas.

—¡Por favor, no me hagas daño!

—¿Eh? ¿por qué lo haría?—el chico levantó ligeramente la cabeza, mirando la cara del castaño por el hueco que había formado entre sus dos brazos. Jungkook le sonrió y estiró su mano delante de él.

—Me llamo Jeon Jungkook, ¿quieres ser mi amigo?—el chico lo dudó, miraba al tal Jeon de arriba a abajo, tratando de ver su alma, por ver si lo que decía era una vil mentira, como le habían hecho varias veces antes. Después de pensarlo por un largo tiempo, el desconfiado chico cogió su mano, y Jungkook tiró de ella mientras levantaba su cuerpo para levantar consigo al chico—. ¿Cómo te llamas?

Cierto, no le había dicho su nombre.

—K-Kim, Kim Seokjin—en la boca de Jungkook se formó una sonrisa enorme, enseñando sus preciosos y perfectos dientes blancos, los cuales lo hacían ver adorable.