egocentric to you; vmin

31.

Y allí estaban: un Jimin que miraba a un chico delante de él, tratando de leer sus pensamientos. El gran chico sentía ser incluso más pequeño que el pelinegro, aunque aquello fuera todo lo contrario. Seokjin miraba atentamente sus manos, jugando nerviosamente con ellas, sin poder levantar la mirada de ellas ni por un solo segundo. Su espalda curvada, tratando de evitar pensar en la constante y profunda mirada que Jimin le estaba dando.

Aún no podía mirarle a los ojos, le hacía sentir tremendamente culpable.

Jimin, sentado frente a él en aquel tren en marcha, pensó en cómo habían llegado hasta aquí, a estar en ésta situación en la que Jin se encogía en su asiento, completamente emergido en sus dedos que se movían con rapidez.

"—¿Eh?

—Lo siento, Jungkook, no puedo acompañarte al metro—puso un puchero, tratando de parecer lo más convincente posible—. Tengo que irme corriendo a casa porque unos familiares vienen a cenar, y necesito cocinar algo con tiempo—puso sus dos manos delante de él, juntando las palmas de éstas mientras sus dedos permanecían rectos.

Jungkook suspiró.

—Supongo que iré a casa solo—esbozó una triste sonrisa, y el mayor no pudo contenerse a darle un abrazo.

—Lo siento, ¿me perdonas?—el chico escuchó una risa detrás de su oreja.

—No es culpa tuya que tengas que cocinar—el castaño se separó del de menor estatura, mirándolo fijamente—, solo... no quemes nada.

Y volvió a reír, recibiendo un puñetazo en el brazo como respuesta.

—No lo haré—respondió, enfadado, y el contrario rió de nuevo—. Y... ¿Jin no te va a acompañar hoy?

Parecía que la pregunta le había tomado por sorpresa, ya que dejó de reír de inmediato.

—Ah, dijo que tenía una clase extra.

Jimin asintió con la cabeza.

—Bueno, Hyung, que te diviertas en tu cena.

—Lo haré, tu diviértete en el tren—y ésta vez fue, él quién rió, mientras el contrario se alejaba en la distancia, caminando de espaldas.

—¡Hasta mañana, Hyung!—el mencionado solo levantó su brazo y lo agitó en el aire, dando una despedida.

Jimin se quedó inmóvil en aquel lugar por unos segundos, observando a su amigo correr por aquella estrecha calle.

"Y... ¿Jin no te va a acompañar hoy?" pensó en aquella pregunta que había hecho momentos atrás, aquella que hizo aunque ya supiera la respuesta de antemano. Jimin sonrió, y giró su cuerpo utilizando la parte trasera de sus pies para dar media vuelta y caminar—de nuevo—dentro del recinto.

—Jin Hyung—llamó en voz alta, mientras miraba a su alrededor—. Jungkook ya se ha ido.

Y, de repente, en el campo de visión del pelinegro, aparecieron unos grandes hombros, cubiertos por una tela fina puesta sobre ellos.

—Perfecto...—dijo, en un tono moderado mientras salía de detrás de un gran muro de pared.

Jin empezó a caminar delante de él, sin decir una sola palabra, y Jimin lo siguió, también en silencio; pero dentro de unos segundos no se pudo contener y empezó a intentar hablar con el chico, quién parecía extrañamente nervioso, ya que, el día de hoy, parecía no saber más que las palabras "Sí", "No" o "Ya"; y de vez en cuando, solo una risita tímida se escapaba de entre sus labios.