17.

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—Jin, creo en tus palabras del otro día... pero...—Jungkook jugaba con las mangas de su sudadera, las cuales tapaban sus manos por completo. Parecía nervioso, su cabeza estaba gacha y no podía dejar su cuerpo estático, se estaba moviendo en todo momento, ya sean sus manos o sus pies, los cuales tiraba hacia los lados para sostener su cuerpo sobre el borde de la suela de sus zapatillas.

Se sentía tan mal al ver a Jungkook así, preguntando por la razón de por qué seguía con Namjoon después de todo lo que pasó en el hospital con esa voz apagada y triste. Pero no podía contarle eso, no podía contar nada, él mismo tenía que resolver la idiotez que había formado.

Jin no quería seguir haciendo esto, es más, deseaba dejarlo cuanto antes, solo que no podía, y no solo por él, por todas las personas que alguna vez hayan visto al gran Kim, por todas ellas era por las que tenía que luchar.

—Jungkook...—el nombrado lo miró, y Jin sintió la culpa correr por todo su cuerpo al ver sus ojeras y ojos sin vida, además de su gran sudadera que le había robado a su hermano el día anterior—, no te preocupes, ¿vale? Solo... dame tiempo, no puedo ser el hermano perfecto que necesitas...

—Jin... no es eso... yo—el chico fue interrumpido por la mano de Jin, quien la puso en la parte trasera de su cabeza y empujó suavemente para besar su frente.

—Pero Jungkook, te quiero, y lo sabes; confía en mí, ahora sé lo que hago—la sonrisa del chico deprimido provocó la del contrario, quien lo miró con gran amor. El menor no pudo resistirse y se abalanzó a él, envolviéndolo en un gran abrazo, el cual siguió.

—Jin... ya eres el hermano perfecto—el alto chico sintió sus ojos humedecer, pero aguantó sus lágrimas y no las dejó salir en ningún momento, al contrario de Jungkook, quien sollozaba lentamente mientras hundía su cabeza en el pecho de su hermano.

—Jungkook—se escuchó decir a través del pasillo, pero el portador de aquella voz paró en seco al ver a los dos chicos abrazados, quienes se separaron a ver a el chico allí presente—... Oh, ¿molesto?

—No, no, para nada, ven, Jimin—Jungkook habló mientras limpiaba sus lágrimas y le hacía señas para que viniera. Jin observó como su rostro cambió de un momento a otro, eso no le gustaba, pero no estaba dispuesto a decir nada sobre aquello, y menos delante de su amigo—. Jimin, él es Seokjin...—el castaño miró a su hermano y le sonrió—, mi hermano.

—Oh, encantado, Seokjin... yo me llamo Jimin—el chico de grandes hombros sonrió mientras se saludaban mutuamente.

—¿Pasa algo, Jimin Hyung?—de repente, Jimin recordó el motivo de su presencia.

—Ah, sí, es solo que...—el pelinegro miró el suelo por unos segundos para luego mirar hacia su amigo—, me he metido en un lío.

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"De nuevo en Economía, la clase en la que Jimin se pasaba la hora con la cabeza sobre su mesa, mirando la de su lado, pensando en un chico de cabello color menta mientras movía sus piernas de arriba a abajo, tocando el suelo ligeramente.

No sé qué habrá visto Jungkook, pero no creo que Yoongi hiciera algo así, siempre ha estado tan enamorado de él...

El profesor abrió la puerta, y el chico rubio apareció de nuevo, y cuando ambos conectaron sus ojos, se dieron miradas completamente distintas: Namjoon sonrió de lado mientras Jimin solamente lo observaba espectante, alerta de cualquier movimiento repentino que pudiera hacer. Jimin tragó saliva.

Alejate, pensó, con rabia y miedo acumulados. No debo tenerte miedo, Jungkook tiene razón, yo soy más fuerte que mi miedo.

egocentric to you; vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora