27.

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"Park se acercó al chico lentamente, tratando de alcanzar su hombro con su mano, pero el contrario le pegó con fuerza en ésta, rechazando todo apoyo moral que pudiera aportarle. Park solo envolvió su mano herida con su otra mano sana, la que trató de esconder el dolor del chico. Pero en su cara se reflejaba el escozor que había en su extremidad.

Kim no quería hablar con nadie, no quería el apoyo del chico, no quería verlo a los ojos cuando alejó su mano con rabia, pero a la vez quería decirle que lo sentía y coger su mano para poder ver el daño que le había causado. Pero aquello no iba a pasar, porque Kim era un cobarde, y uno agresivo.

Ambos chicos querían decir tantas cosas... pero no había ni una sola palabra en aquella cocina, todo lo que había era un silencio tranquilo, pero incómodo al mismo tiempo, uno que ambos chicos querían romper, pero ninguno se atrevía a hacerlo.

Romperlo... ¿cómo? ¿qué debían decir? ¿qué debían hacer? ¿cómo debían actuar? Tantas cosas estaban sobre la mesa ahora mismo que cualquier movimiento podría arruinar aquel papel plastificado.

Kim pensaba que la mejor opción era que Park se fuera... Park pensaba que la mejor opción era abrazarlo, aunque se llevara un buen golpe como el anterior.

El tiempo se había detenido para los dos; para todo el mundo-y ellos mismos-, las agujas del reloj pasaban rápidamente, pero en sus mentes habían tantos pensamiento, que eran posibles de parar el tiempo allí mismo, en ese espacio compartido por los dos.

Éste momento tan imperfecto que no debía ser roto por nada en el mundo. O, tal vez, todo era mejor sin decir nada. Pero definitivamente había que hacer algo.

Vete.

Dijo Kim, en un tono bajo y cansado, sin levantar la cabeza de entre sus piernas y brazos.

No.

Contestó Park, y no se habló de nuevo tras aquello.

Las palabras no salían, y las acciones asustaban.

Tal vez Park solo debía observarlo y esperar que eso sea apoyo suficiente para el rubio.

Tal vez Kim debería disculparse, y no esperar a que Park hiciera algo."

×××

Jungkook mantenía una sonrisa permanente en su cara mientras entraba en el apartamento de Jimin, el cual estaba más oscuro de lo normal—según Jungkook—.

El castaño chico miraba todas las habitaciones con esa sonrisa, aquella que le hacía parecer un pequeño conejo. Miraba cada metro cuadrado cómo si nunca hubiera estado allí antes, siendo que había pasado varias noches allí. Jimin solo lo observaba totalmente quieto en medio del pasillo, con una sonrisa en su rostro y brazos cruzados sobre su pecho.

Jungkook miró al rededor, encontrando aquella puerta delante de él. Tomó aire y lo soltó, cerrando los ojos en el acto. Puso su mano sobre el pomo, dudando en si abrir la puerta o dar media vuelta. Sus cejas se curbaban sobre sus cerrados ojos mientras trataba de hacer una decisión. Apretó con fuerza aquella superficie fría.

"Ahora, Jungkook enfrontaba a un Yoongi de expresión confusa, justo delante de él, en aquella parte desolada del gran patio, acompañado de su gran amigo Jimin, quién lo cogía por la muñeca.

—Jungkook... yo...—empezó a hablar, sin saber qué decir en absoluto—, hola...

El chico no contestó, tampoco tenía intención de hacerlo.

egocentric to you; vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora