Yoongi siguió al chico pelirrojo, el cual seguía cogiéndolo para que no cayera por la influencia del alcohol. El rubio veía como todo daba vueltas, y las luces de los semáforos o de los coches le deslumbraban hasta el punto de poder dejarlo ciego, o al menos eso él pensaba. Yoongi atinó a poner una de sus manos sobre su frente mientras entrecerraba los ojos para no seguir viendo esa luz molesta; pero todo se tornó oscuridad una vez el pelirrojo giró su cuerpo acompañado del ajeno al mismo tiempo, enfrentando unas vallas negras seguidas de la más profunda oscuridad. Ahora Yoongi entrecerraba los ojos para ver si podía distinguir algo entre toda aquella masa de ausencia de luz.
—Yoongi, ¿puedes apoyarte en esta pared? Necesito abrir la puerta—el nombrado miró su mano, tratando de girar la cerradura mientras con la otra trataba de que él mismo no cayera. Yoongi se soltó de su agarre y se dejó caer en la pared de ladrillos marrones mientras tocaba su frente.
Hacía tiempo que no se emborrachaba, y le estaba pasando factura.
Cerró los ojos con fuerza, apretando lo más que podía, mientras que con su pulgar y su dedo índice apretaba parte se su frente; sus dientes superiores chocaban fuertemente con los inferiores y su boca dejaba ver esa presión al ser abierta por un lado.
El rubio escuchaba como la presión afectaba a su cerebro, dando la sensación de que estaba escuchando una especie de vacío acompañado de un pitido.
—¡Ya está!—se escuchó decir de repente; una voz melodiosa interrumpió su tormento interior.
Yoongi abrió los ojos de repente y levantó su cabeza a la misma vez, haciendo que la imagen delante de él se viera borrosa—y la poca iluminación tampoco ayudaba—.
¿Ta... e...? ¿Qué? ¿Qué hace él aquí? Pensé que...
Sin saber cómo—tal vez por el saltó repentino que dio su cuerpo—, Yoongi había tropezado, haciendo que quedara incluso más pegado a la pared, la cuál lo salvó de una gran caída. El chico delante de él se apresuró a acercarse a intentar que no se cayera, ya que había reaccionado tan rápido como su cerebro le había permitido.
—¿Estás bien?—en ese mismo momento sintió su garganta cerrarse.
Yoongi tenía miendo de mirar hacia arriba... hasta que vio sus tatuajes. Fue subiendo su mirada hasta encontrar al chico pelirrojo de mirada verde y bandana sobre su sudada frente.
—Sí... yo...—miró de nuevo al suelo al no poder hacer contacto visual. El chico pelirrojo puso el brazo del contrario rodeando su nuca y se agachó para poder llegar a su altura.
—¿Así mejor? No quiero que te hagas daño—Yoongi miró su cuerpo colgar, cómo sus pies rozaban ligeramente el suelo; y luego miró a su mano colgando cerca de su cuello, viendo allí esos tatuajes.
—Sí... gracias—contestó, mirando de nuevo a su querido y amado suelo.
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Yoongi salió del baño tras una larga ducha, una ducha que tomó más de lo normal en completar debido a sus ganas de quedar dormido allí mismo, sin importarle absolutamente si era algo cómodo o no. Su pelo mojado hacía que varios de sus mechones claros taparan sus ojos, por lo que tenía que mirar ligeramente hacia arriba.
—¿Te sientes mejor?—obviamente el chico de los tatuajes estaba en el salón para comprobar su situación; parecía que de verdad le importaba cómo se sentía.
Después de todo, por alguna razón lo había invitado a entrar.
Yoongi giró su cabeza, tratando de encontrar la cocina con su mirada mientras pasaba con movimientos rápidos una toalla sobre su nuca.
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egocentric to you; vmin
FanfictionDonde Jimin es el chico de los sueños de Taehyung, pero Taehyung es el tipo de chico que Jimin odia.