Aceptada en la familia.

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La ciudad estado de Zallamanka, esta en medio de un lago,  además de estar protegida por una fortaleza de piedra negra, la cual al verse desde arriba formaba un octágono, en cada esquina de la pared protectora, se había construido una torre de vigilancia color blanca, las cuales estaban cubierta con el estandarte de la ciudad, que tenia diseñado un sol anaranjado, el cual llevaba puesto una corona real cerrada, el fondo azul y varias estrellas blancas rodeándolo, tiene un puente por cada punto cardinal, formando ocho puntos de acceso, cuatro de esas entradas son las principales vías, para que vehículos puedan acceder y los restantes son para que caminantes puedan entrar sin problemas.

Una persona de una capucha blanca y túnica del mismo color, paro para observar la ciudad desde un cerro, contemplo los dos edificios más grande de Zallamanka, la torre de los sabios y el templo de todos los dioses.

—Hace años, que no visito esta ciudad—pensó el sujeto de la túnica, que se puso en marcha hacia la ciudad.

En la tienda de ropa, Aelo, la vendedora de ropa, estaba midiendo a la joven Malak, la cual tuvo que quitarse la ropa y estar solo en ropa interior, lo cual la avergonzaba, ya que aparte de la mujer arpía, se encontraba su nueva hermana mayor, que la observaba sentada en un sillón de color rojo.

—No tiene porque avergonzarte, querida—la arpía, se había dado cuenta de que la morena, se encontraba muy tímida respecto a su ropa interior y agrego midiendo la cadera de la joven—Tiene un cuerpo muy atractivo.

—Por eso me pongo tímida—pensó la joven Malak—Este cuerpo esta atractivo, que incluso yo, me puedo llegar enamorar de mi mismo/a.

Aelo, midió el busto de la morena, la joven Malak, tuvo que contener un pequeño gemido, ya que las manos de la mujer bestia, rozaron los pechos de la chica.

—Rayos...porque mi cuerpo es muy sensible—pensó Malak

—Bien, ya se la medida de ropas que te quedaría bien—la arpía, comento con alegría y dándole una suave palmada en el trasero de la joven pelirroja dijo—puedes bajarte, pero todavía no tres pongas la ropa, ya tienes que probar los modelos.

La arpía, se dirigió hasta el mostrador para buscar la ropa, mientras la joven morena, que ya se había bajado del pedestal, estaba algo confundida por la suave palmada que le había dado la mujer, el había hecho eso con su mujer y unas cuantas amantes,pero Malak, se sintió rara y se Sobo el trasero.

—Oye, deja de reír—Malak, se fijo que la elfo, simulaba una risa picara.

—Creo que le gustas a Aelo—la chica elfo, le dijo a la morena y agregó —La pócima, si que fue benefactora contigo.

—benefactora, ¿he?—pregunto Malak, acordándose del casi gemido que tuvo cuando las manos de la mujer bestia, rozo con su busto—Tengo duda, sobre eso.

Malak, se sentó al lado de la elfo, esperando que la vendedora llegase.

—Cuando revise la documentación del registro, me di cuenta que había la figura de un sol y que los rayos de este apuntaba a algunas letras y números—Malak, aprovecho el momento para resolver una duda que le había surgido—¿Que significa?

—Veras eso es la representación de los puntos que uno tiene y las habilidades que tienes —le respondió la joven elfo y agrego—En cada rayo del se describe las habilidades que uno debe tener, estos soles crecen por cada puntos que uno obtenga al desarrollar una actividad que esta relacionada a la habilidad y si uno obtiene puntos, estos van ayudando a la subida de nivel, eso te sirve para obtener trabajos, varias recompensas que ayuda a tu cuerpo y a la mismas habilidades y otras cosas, como obtener reconocimiento por tus habilidades, te doy un ejemplo.

Una nueva existencia no tan cruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora