Una nueva existencia no tan cruel

Descansó: empieza el viaje a la playa.

Dante, le contó a Ealalis, todo lo que había visto  sus ojos, esto hizo que Ealalis, pidiesen observar el hombro de su hermana menor.

—Entiendo—Ealalis, dio un suspiro y pensó «Doy la gracias que la súcubo, no la haya convertido en comida»

Dante, se quito su túnica y tapó con ella el cuerpo de Malak.

—Gracias—Ealalis, agradeció a la nercomaga, el gesto de tapar el cuerpo desnudo de su hermana menor.

Rato después, el laboratorio del necromago, se quemo por completo y la zona, volvió hacer una zona de nivel bajo.

Los miembro del circulo, agradecieron al grupo por la ayuda, y les dieron sus merecidas recompensas, también le dijeron que cuando quisiesen se podían unir al gremio.

Ya era entrada la noche, y Malak, abrió sus ojos, se dio cuenta que estaba en su pieza, y que llevaba puesto su pijama y al lado de ella, se encontraba su  Thereeyeux, el cual tenia una cara de preocupación, por el estado de su dueña, pero al ver que se encontraba bien, la criatura, le sonrió a la piel canela.

—¿Tu estuviste conmigo, todo el tiempo?—preguntó Malak al la dócil criatura.

La criatura, afirmo con su cabeza y luego señalo a una dormida Ealalis, que estaba sentada en una silla de madera al lado de su cama.

«Ellos, se preocuparon por mi»pensó Malak, que se acordó de como había ganado su pelea«Que fue aquella trasformación».
—Súcubo—Ealalis, abrió sus ojos y observo a su hermana menor con una alegría —Me alegra que hayas despertado.

A la joven Malak, casi le da un infarto por el susto que le había dado, la repentinas palabras de su hermana elfo.

—¿Por que, el susto?—preguntó Ealalis a su hermana.
—Es que me hablaste tan repentinamente—Malak, le contestó a la elfo y ya recuperada preguntó —¿Súcubo?.
—Estuve hablando con mi madre, la cual salio a comprar algunos víveres—Empezó a comentar  Ealalis y agregó —Hay dos tipos de súcubo, la que nacieron por raza, y la que no nacieron súcubo, o la que son súcubo sub raza súcubo o estado, para explicarte mejor, creo que en tu mundo los hombre lobos, existe como una leyenda, pero aquí son una realidad, son sujetos normales, sea de cualquier raza, que adquiere este estado al ser mordido por otro hombre lobo, en tu caso, ha adquirido el estado de súcubo, puesto que una súcubo, te encontró hermosa y tuvo relaciones contigo sin que tu lo supiese.

Malak, al escuchar que una súcubo tuvo relaciones con ella, se avergonzó.

—jaja, tranquila, cuando una súcubo tiene relaciones sin que tu lo sepa, aun te considera virgen—Sonrió Ealalis y agregó —En todo caso, mama, estuvo preocupada desde que le dijiste lo de la sangre, pero cuando le dije de tu trasformación, se sintió aliviada, ya que cuando eres el objetivo de una súcubo, puede ser que te quiera de alimento, o convertirte en una especie de amante.
—¿A...amante?—Malak, estaba sorprenda al escuchar lo que dijo su hermana.
—No es mal visto ser amante de una súcubo, se considera algo grande, ya que te confiere una gran cantidad de poderes y el la clasificación de sub raza súcubo.

Ealalis, le dio a su hermana su carnet y le dijo que viese el reverso de su identificación. La piel canela, obedeció a la elfa y observo el reverso, hay estaba escrito, subraza: súcubo, la elfo, explico a su hermana, que cuando Malak, cambiaba de forma la identificación, cambiaba varios parámetros, para ajustarse a su nueva forma, y este volvía a la normalidad a volver a su forma original.

—Entiendo—suspiro Malak, que guardo su carnet y preguntó —¿Por que, están tan feliz?.
—No se si contarte esto, pero hacia años atrás mi madre, tuvo una segunda relación, pero con un humano—le respondió la elfo.
—¿Espera, tuvo un segundo matrimonio?—Preguntó Malak con sorpresa, ya que desde que conocía a su madre adoptiva, nunca se le paso en su mente que la elfo, volviese a dar una segunda oportunidad al amor.