La releza en el exilio/ Ave y pez.

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La noticias, son como la pólvora, son rápidas y mientras mas fuerte es la carga, explota con más potencia, una noticia estaba en boca de todo mundo, el derrocamiento del joven rey de Sayonia, Hilbert III, por parte de su primo, el actual rey Edgard, el usurpador.

Hilbert, tuvo que huir al único refugio que no tocaría su hermano, la ciudad independiente de Zallamanka, ya que los gobernante de esta ciudad, siempre fueron amigos de la familia real de Sayonia.

La familia real, estaba conformada por Hilbert III, el joven rey, un hombre de 28 años de edad, cuerpo esbelto, piel blanca, ojos verdes oscuros y pelo rubio y corto, una barba negra, vestía con pantalones negros, una camisa verde y una chaqueta azul, muy elegante, el otro miembro, la princesa Henrietta, una chica de 12 años, de cuerpo delgado, piel blanca, ojos verdes oscuros, pelo rubio y largo que le llegaba hasta la mitad de su espalda y tapaba sus orejas, llevaba puesto un vestido de color rojo, que le llegaba hasta la barbilla, unas calcetas blancas, unos zapatos de charol, de color rojo y unos guantes de seda color blanco.

Acompañando a la familia real y protegiéndolos, se encontraba los dos mejores caballeros de todo el reino de Sayonia, Harold IV, el Lancelot, un joven caballero, de esbelta figura, piel blanca, pelo negro y corto, ojos cafés oscuros, unas heridas en su rostro y un ojo cubierto con una banda, vestido con una armadura pesada y robusta de color plateado y brillante, llevaba una capa de color rojo con el símbolo del reino de Sayonia, un caballo blanco que tenia su patas delantera extendida y en su espalda llevaba una gran lanza, el otro miembro de la guardia real, se llamaba Elizabeth, la rosa sangrienta, una joven caballero, de piel blanca y tersa, una figura esbelta y cintura de reloj, pelo de color rojo que le llegaba hasta la barbilla, ojos azules oscuros, también vestida con una armadura y una capa, ella llevaba enfundada una espada y sobre su espalda un escudo, que tenia el diseño de una rosa.

Cuando la carroza, llego a la entrada de la ciudad, fueron detenidos por los guardianes de la puerta , que hacían revisión de rutinaria.

-Alto, ¿quienes son?, ¿cuales son los asuntos que les traen a esta ciudad?-uno de los guardias, se acerca al ka carriza.
-amigo, ellos son lo que queda de la linea principal de los reyes de Sayonia y sus guardianes, la carroza con el escudo, lo confirma-un hombre lagarto, que también hacia de guardia, se puso al lado de su compañero-Dejemos que pasen, sin preguntar.
-Bien-El guardia, se retiro hacia su lado de la puerta.

El carruaje avanzó y entro a la ciudad.

Las chicas, estaban caminando por el distrito comercial de la ciudad, parecía que había más actividad de lo acostumbrado.

-Hay muchas personas-se permitió pensar la joven Malak y agrego.
-Es por la llegada de la diosa caminante-le contesto Ealalis y agrego-Cuando la diosa, llega a una ciudad, para celebrar su presencia, se hace un festival, en donde las personas primero celebran en su casa y luego, se hace una de las grandes en la plaza.
-Ya veo, es una extraña costumbre-comento Malak y se permitió pensar-No es que sea muy religioso/a, pero la idea de una diosa que por lo menos caminan entre los mortales, es muy agradable.

Mientras iban caminando, la joven mitad drakul, empezó a hablar con Malak, sobre trabajos.

-Sabes, amiga Malak, Ealalis, me contó que tres gustaría trabajar- Zahkrii, se puso al lado de la morena, la cúa asistió para afirmar la confirmación de la drakul, la cual con con una sonrisa le comento a la morena-Sabes, le conté a mi madre y a mi padre, sobre aquella conversación, ellos estarán muy felices que de vez en cuando pase por nuestra tienda y herrería a trabajar, como vendedora, claro esta, además mi madre tiene un buenos amigos, uno tiene un bar y el otro un restaurantes, así que hablara con ellos, para que puedas trabajar con ellos.
-¿Es enserio?-pregunto la morena de una forma alegre y con una sonrisa agradeció la ayuda de su nueva amiga y se permitió pensar-Eso es bueno, empezar de nuevo desde cero.
-Adoro esa sonrisa-le dijo Ealalis a la morena.

Una nueva existencia no tan cruelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora