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"Vacaciones".

Yuuri se encontraba maravillado con lo que sus ojos veían, lo más difícil y lo más estresante había pasado aproximadamente una hora. En ese momento la carretera se encontraba vacía y en cada extremo se podía ver un paisaje diferente. Los árboles creciendo y el pasto verde era una magnífica vista, era relajante ver el cielo despejado y el sol sobre sus cabezas era tan hermoso que por un momento se había olvidado de la persona que tenía a su lado.

—Veo que te gusta mucho este viaje —dijo Viktor tratando de aminorar el ambiente tan silencioso.

El japonés, al escucharlo se sobresaltó mirándolo un poco sorprendido.

—Nunca había viajado tanto tiempo en un auto por vacaciones —dijo ignorando los ojos ajenos  y posando los suyos de nuevo en el panorama.

—Por cierto Yuuri —dijo Viktor armándose de valor —desde hace mucho he querido decirte algo, te agradezco lo que hiciste por mí, sé que tal vez lo hiciste cuando sentías que me debías algo, pero si no hubiera sido por ti, aquel día hubiera muerto.

Yuuri lo miró con una sonrisa burlona, casi tratando de contener la risa.

—No seas ridículo —dijo haciendo sobresaltar a Viktor —no te mueres por un resfriado, solo eres un dramático.

Viktor no acababa de procesar lo que le acababan de decir, Yuuri Katsuki le decía que era un dramático por casi morir.

—Me dolía mucho la cabeza, la garganta, mi cuerpo y tenía fiebre —dijo ofendido y alarmado.

—Viktor —llevó Yuuri su dedo índice a sus labios —te va a escuchar tu madre.

—No te preocupes, mi madre tiene el sueño demasiado pesado —dijo mirando por el retrovisor a Eleni que se encontraba durmiendo junto al cachorro —puede pasar un carnaval en su habitación y ella no se dará cuenta.

Yuuri mantuvo una carcajada ante tal revelación.

—Como sea, no deberías de hablar así de Eleni —dijo Yuuri mirándola durmiendo cómodamente.

—No estábamos hablando de mi madre, estábamos hablando sobre mi resfriado, realmente iba a morir.

Yuuri rodó sus ojos en signo de resinación haciendo una mueca que por unos segundos Viktor pensó que era lindo.

Al darse cuenta, negó energéticamente calmando sus pensamientos. No era posible, ¿o sí? Yuuri no era su tipo, no era un chico completamente malo, solo que nunca había salido con un hombre, y Yuuri... aquel muchacho de hermosas mejillas y ojos preciosos... ¿ojos preciosos?

—Como sea —dijo Yuuri sacándolo de sus pensamientos —no ibas a morir, tu amigo Chris me dijo que estabas enfermo, solo querías llamar la atención, si hubieras necesitado ayuda  la hubieras pedido de tu amigo. Así que no seas dramático.

Viktor, sorprendido y dolido con lo que acababa de decir Yuuri suspiró en resignación.

—De todas maneras te lo agradezco, si no fuera por ti... bueno, estaba completamente solo.

—Ya lo creo. Mira que dormir en la biblioteca cuando estás enfermo, fue una suerte que subiera por un libro. Eres tan... olvídalo.

Viktor miró por segunda vez a Yuuri sonriendo con alegría que mantuviera una conversación con aquel japonés.

—Gracias, lo digo de verdad —fue lo que dijo antes de quedar completamente callado.

Yuuri, por su parte cada vez se ponía más y más nervioso, sus sentimientos comenzaban a mezclarse como una sustancia que no estaba permitida en un laboratorio, pero aun así lo hacía de todas maneras.

Mi vecino de enfrente. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora