Todo Se Desmorona.

17. Se a ido

Todo en mi casa se siente tan distante o seré yo la que esta distante, la verdad no lo sé y no me interesa.

Ya es sábado y no he hablado con mamá ella a insistido pero es que de verdad no me siento preparada para hablar. Dylan me dijo que era demasiado dramática, solo le respondí que él no puede opinar nada porque a la que hirieron fue a mí.
Hablando de otra tema, mis hermanos ya se dieron cuenta de lo de Aus y fue la guerra campal parte dos, no lo podían creer.

Aveces cuando estoy como en estos momentos sola en mi habitación viendo el cielo, trato de convérseme que Austin nunca quiso hacer esto, que solo esta fingiendo aunque me este engañando a mi misma, a lo largo de mi vida he tenido amigos los he perdido y así, pero jamás había perdido una amistad tan verdadera como la de Austin. En fin, ya le conté a Dylan sobre lo de la sombra casi le da un paro cardiaco, pero lo asimilo costo... pero lo importante es que nos ayudara a desenmascarar a ese energúmeno. Como primer punto en nuestra lista es que Martina por una extraña razón (que todavía no sabemos) a faltado toda esta semana al instituto, algo demasiado extraño, porque desde que desapareció no han aparecido esas pistas estúpidas. Esto me esta sacando de quicio, he pensado ir a buscarla a su departamento, de ello eso aremos hoy por la tarde.

-Psss.

Frunzo el ceño viendo hacia todos lados.

-Psss.

Me levanto de mi cómoda silla, y me asomo por el balcón.

-Qué haces.

-Subiendo a tu habitación, rapunzel lanza tú cabellera.

Rio muy fuerte tapo mi boca para que mi padres no puedan escucharme.

-Estas loco Zac.

-Por ti, pues claro.

Cruza el balcón pisando parte del suelo de mi habitación. Se limpia con el brazo un poco de sudor que se desliza por su cara. Inhala e exhala. Me cruzo de brazos, poniendo todo mi peso en el pie derecho.

-Qué haces aquí William, sabes que esto es propiedad privada y puedes ir preso.

-No me diga señorita y yo que pensaba que era un circo.

Le pego en el pecho sacándole la lengua, entro a mi cueva con sus pasos tras de mi. Me siento en la silla giratoria cruzando mis piernas, lo observo sin ninguna expresión solo... lo observo. Se da cuenta y me lanza un beso pongo los ojos en blanco ríe silenciosamente. Toma asiento a la orilla de la cama me ve con esos ojos cafés que tanto me gustan ver, como puede ser que Zac William esta empezando a gustarme y sí me gusta; aunque me cueste admitirlo me siento tan bien a su lado.

-Qué te parece si vamos al parque de diversiones. -propone poniéndose de pie.

-¡Hablas enserio! -asiente -¡Claro vamos! -rie y sus ojos se achínan, corro por mi bolso y salimos por el balcón. Ya imagino la sorpresa que mi familia se llevara cuando vallan a buscarme y no esté en mi cueva últimamente estoy siendo demasiado rebelde.

...

-Vamos a la montaña rusa. -exclamo mas que entusiasmada, jalandole el brazo a mi acompañante.

-Sky, estas demente... no, no, me niego a subir le tengo pánico a esa cosas. -se para en seco negando repetidas veces.

-¡Zac! Por favor te aseguro que no soltaré tu mano durante el trayecto, para que no sientas miedo, vamos, siii.

Patalea como niño de cinco años, me ve resentido y ve hacia el cielo, esta siendo tan infantil que da risa. Me ve y pongo la mejor cara de convencimiento que tengo.