28. Inesperado

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No he llevado el tiempo desde que salí del departamento. He caminado y caminado sin ningún rumbo, supongo que mi mente esta no muy en su sitio como para poder pensar para donde voy.

Me siento tan mal por Nate, él está atravesando por un mal momento y yo lo único que hago es enojarme con él porque tal vez, bueno, creí que me presentaría a su familia solo porque la noche anterior me declaro su amor. Es demasiado injusto, fui tan egoísta si tan solo supiera en que hospital esta su abuela iría en este preciso momento y le pediría disculpas, la pregunta aquí es ¿Cómo tomaría mi disculposa visita? ¡uh! La cabeza va a explotarme.

Tomo asiento en una banca en medio de un -veo a mi alrededor- un parque que está totalmente solo, justo lo que quería estar sola sin personas que al pasar me vean con cara de lástima por ver  mi horrenda cara deprimida. De repente siento una fría corriente de aire me que pone los pelos de punta, ¡bravo! Vendrá una gran tormenta y no ando abrigo que más podría pasar en este día.

Unos aplausos lentos me hacen volver al mundo y una sombra se posa frente a mí. Levanto la cabeza y no sé cómo fue mi expresión pero puedo asegurar que no fue nada buena.

-Esto es increíble te encontré sin siquiera buscarte, llegaste tú solita.

-Déjame en paz. –decido irme; pero me detiene cogiendo muy fuerte mi codo que duele trato de disimular el dolor y ahora que hago. 

-Pues, me temo decirte que eso no se podrá, te he estado buscando me resultaste difícil hermanita, pero que te digo no te libraras tan fácil de mi.  Y parte que soy muy inteligente a diferencia de ti obviamente...

-No me vuelvas a llamar hermanita no soy nada tuyo, que quieres. -me suelto con fuerza de su agarre y la veo directamente a los ojos, no permitiré que me acobarde aunque tan solo el hecho de respirar su mismo aire me asfixia.

Suspira -La primera vez que quise desaparecerte no resulto por los estúpidos entrometidos de tus amigos y el estupido de Zac. Pero, esta vez no voy a fallar -mi respiración se acelera horrible. -Tengo algo muy a mi favor y es que nadie sabe donde estas, todos piensan que desapareciste por tu propia cuenta la verdad te lo agradezco tu me ayudaste a atraparte sin lidiar con gente molesta eres genial Sky.

-Y que te hace pensar que me iré contigo, crees que no me puedo defender, crees que te tengo miedo. -trato de disimular mi poca respiración, no se de que manera Sofía me encontró.

-Cariño, a veces eres tan ingenua crees que vengo sola ¡por dios! piensa un poco no me hubiera acercado a ti, si alguien estuviera cerca. Haber hace  una semana se que estas aquí, que trabajas en ese horrible café con decoración que me hace querer vomitar y que tu estúpido jefe te saco el día de ayer cuando te fui a buscar eres una cobarde Skyta.

La ignoro me doy la vuelta y salgo corriendo muy rápido, al parecer no se esperaba esta reacción de mi, porque cuando ya iba muy lejos empezó a gritar yo solo me concentraba en colocar bien mis pies para no tropezarme ya que en eso soy experta. Doblo una esquina sin parar. Mis pulmones me duelen y mi garganta la siento muy seca que duele respirar.

Nate

Salgo del hospital un poco mas tranquilo porque mi abuela ya esta fuera de peligro y eso es un gran alivio porque mi abuela es alguien demasiado especial para mi.

Ahora lo único que quiero hacer es ir haber a Sky la extraño muchísimo; también quiero preguntarle porque salio molesta ayer del auto que yo recuerde no  le hice nada malo que yo sepa.

Me detengo de golpe en medio de la calle al verla corriendo y limpiando su rostro de lagrimas supongo, porque que mas se estaría limpiando, por el lado izquierdo de la será me estaciono cerca sin importarme sin en ese lugar no se estaciona. Salgo del coche muy rápido y corro para la dirección que va.

Todo Se Desmorona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora