Capitulo Uno - El parque

14.9K 577 49
                                    

Capitulo 1

Que desesperante es tener a un adulto enfrente tuyo, y lo único que entendéis durante una hora de discurso es fajskendtersenjkgstd, y lo digo literalmente, y si no me creen intenten decir eso en voz alta y diganme que tan estúpidos se sienten.

Es obvio que, siendo italiana, no iba a entender una sola palabra del alemán. Y mucho menos en un curso donde todos habían hablado alemán desde los tres años.

- adsk jefen frezer dij aguerjactedjekesn - y en ese momento todos estallan en risas. Es obvio que el Sr.  Gnesa los tenia a todos en la palma de su mano. Es lindo, bromista, paciente, pero estricto y formal a la vez. Cabe agregar que es muy lindo.

- er verstand Fräulein Irene?- Al escuchar mi nombre pegue un salto en la silla. Todos sabían que no había entendido nada de lo que dijo, mucho menos de lo que me pregunto.

- Eee... puede.. que?.- Genial, apenas llevaba 5 semanas aquí y pretendían que entendiera un nuevo idioma que el resto habla  fluido. Sumenle que de por si me cuesta ser sociable con los que tengo alrededor, imaginense si voy a poder hablarle a alguien en otro idioma.

Todos rieron.

- Señorita Storm, ya se que le es difícil el alemán, pero trate de hacer un esfuerzo- dijo dulcificando ese rostro duro, mandíbula cuadrada, ojos color café-dorado con motas verdes, y labios carnosos. Dije que era lindo? lo repito.

- si me sigo esforzando, se me van a quemar las pestañas- Pensé. Desafortunadamente no tenia el valor necesario para decirlo. Lo único que hice fue asentir y volver a sumirme en mi mundo, dibujando los márgenes de mis apuntes de la clase pasada y tarareando una de mis canciones favoritas, sin que nadie me escuche, por supuesto.

Ni siquiera me esforse en entender, o en estudiar para la clase que le sigue a esta.Cada vez que intentaba leer los apuntes que había fotocopiado de Mona, terminaba con un gran dolor de cabeza.  Y es que entre su letra incomprensible, los términos científicos y mi déficit de atención, comprender esto me llevaría al menos una hora, si es que no me rendía antes.

Me retorcí en el asiento, esperando impaciente a que sonara el timbre que indicaba la hora del almuerzo. Es que esta clase duraría para siempre?.

Un papel me golpeo la mano. Era la típica hoja doblada en cuatro partes, de seguro tendría un mensaje adentro. Mire a mi alrededor para ver de donde provenía. Rosso me sonrió.

Al parque luego del almuerzo? Supongo que no tienen muchas ganas de ir a gimnasia, o si?

Estaba en lo cierto, ir a las clases de gimnasia era lo que menos me gustaba. Y mucho menos hoy. Las pruebas de físico eran lo peor que podímos hacer. Luego le pediría un certificado a mi padre. Si es que hoy venia a cenar a casa. Eso era lo que mas me molestaba, ya se que anda con otra, y que mi madre no esta nunca lo suficiente sobria para darse cuenta pero, al menos debía disimular, o no? 

El estridente timbre sonó. Mire mi reloj para comprobar lo que pensaba. Había pasado 45 minutos sumida en mis pensamientos.

- Almorzamos?- le pregunte a Valentino Mattenzi, mi mejor amigo, mi platónico, el único amigo que no había olvidado al irme de Italia, y el único que me había recibido con los brazos abiertos al volver, el único que me entendía. Me sonreí al ver como lo había sobresaltado.

- Claro, espera que guardo todo.- respondió. Vi a sus amigos acercarse... se suponía que también eran amigos mios. Es decir, eran agradables, pero nunca me habían interesado bastante para hablar de nuestras vidas privadas.

Tome lo de siempre, una ensalada y algo de fruta. A mi lado, Mona, una chica morena y alta, de cabello ondulado y oscuro, tomo una gran hamburguesa con papas y gaseosa.

- Enserio Irene, come que desaparecerás, te vendrían bien un par de hamburguesas- Ese era el chiste de siempre, mi delgado cuerpo le hacia pensar que se debía a la falta de carbohidratos, pero solo estaba así por el deporte.

Partimos para el parque, donde seguro pasaríamos una hermosa tarde.

Y lo hicimos. Jugamos algo de softball, comimos algo de lo que habíamos llevado y a lo ultimo nos tiramos en la hermosa y suave hierba del parque, a hablar, como lo hacíamos desde que yo había llegado aquí. En verdad la conversación la llevaban ellos, yo solamente asentía, pensaba, y escuchaba musica desde mi Ipod, mientras Valentino jugaba con mi pelo.

Entre los siete amigos de Valentino se encontraban Matias Rosso,  Francisco Piozzi y Federico D'Bernardi (por el lado de los chicos) y Mona Shiancalepore, si ya se que es demasiado raro el apellido, pero sus padres son de un país asiático, Franccesca Piozzi (melliza de Francisco), Rosaura Fiore y yo, Irina  Storm

Mis dedos rozaban las hermosas rosas azules del parque , absorta en mis pensamientos, mientras los chicos discutían sobre el amor a primera vista. Cosa que encontraba ridícula ya que todos sabemos que es un invento gringo para promover las películas de amor.

El sol pegaba en mis cabellos, haciendo que mi cabello adoptara tonos mas rojizos que de costumbre. De pronto vi como una mariposa se posaba en mi camisa violeta.. era tan bella... la mariposa quiero decir.

Intente que se posara en mi mano pero al instante desplegó las alas y salio volando.. libre de irse a cualquier lugar... desde el centro de sicilia hasta Rio de Janeiro si ella quisiera.. 

Continué observando. Eso era lo que mas me gustaba hacer, detenerme, observar, pensar.

Mirar a mi alrededor y descubrir cosas que nunca había visto. Mis amigos ya estaban acostumbrados a esto. 

Llegue a mi casa y comencé a limpiar el desastre con el que me encontré al llegar ala cocina.  Una botella de un extraño licor barato se había destrozado contra el piso y apunto estuve de clavarme los vidrios en las manos cuando empeze a juntarlos. Me cerciore de que mi madre estuviera en su habitación y fui a mi cuarto.

La lampara hacia cortocircuito, algo que nunca había ocurrido. Me acerque y toque la lamparita, en ese mismo momento se encendí del todo. Debería llamar a mi tío para que la arregle.

Termine las tareas, y me tire a escuchar musica y a leer mi clasico favorito. Luego de haberlo leido mas de cinco veces, no me resultaba una tarea tan dificil, pero seguia trabandome y pronunciando unas cinco veces el nombre Fitzwilliam Darcy para no equivocarme al leerlo.

Se hizo la hora de la cena y me puse a prepararme una lasagna. Antes solia llevarle una porcion a mi madre, pero se suponia que yo era la hija y no al reves. Demasiado con que pasaba ebria todo el dia, como para que yo le tenga que hacer todas las comidas diarias.

________________________________________________________________________________

HOLAAA!! Gracias por leer el primer capitulo de esta nueva historia, debo admitir que aun no se muy bien de que va a ir, pero les aseguro que les va a gustar ;)

Va a ser algo diferente a lo que vienen leyendo de mi, pero bueno, denme suerte.

Este es el primero, y es algo corto, pero los siguientes van a ser cada vez mas largos. 

Voy a subir mas o menos dia por medio... Si les gusta, no se olviden de votar y comentar.. 

Besos!!

ImpurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora