Impuros

Capitulo 9 - Fitzwilliam Darcy

Capitulo 9

Si antes me habia negado a venir... era porque no sabia lo que iba a encontrar. Yo, Irina Storm, siempre le temí a lo desconocido. Que estupides, o no? Ahora me doy cuenta que si le hubiese hecho caso a mi miedo, me habria perdido de todo esto.. que por cierto no esta NADA mal.

Me dijeron que mi cabaña estaria terminada dentro de dos dias, mientras tanto debia dormir con una chica, Clove. No le caia nada bien, ni si quiera me habia dirigido la palabra. Su don : espantar a las personas, o eso creo yo. Cuando se enteraron de mi amor por las artes, dibujo y musica, me dijeron que si queria podia hacer un boseto de mi cabaña. Se ve que aqui todos elijen como sera su cabaña y  de que forma decorarla. No se de donde sakldra el dinero que deben invertir para que el clan sea tan... tan genial.  Tambien me dijeron que si queria podia arreglar con alguna otra chica, obviamente no te dejaban compartir cabaña con chicos,  si queria compartir cabaña, lo cual se daba mucho por aqui. Me explicaron que varios se sienten solos y es mejor tener alguien con quien hablar. Pero ese no era mi caso, siempre disfrute del silencio, y seria algo incomodo convivir con alguien que no conoces.  Por suerte mi estadia en la cabaña de Clove, que era mas grande por dentro que por fuera, solo era por dos dias.

Habian pasado dos horas desde que habia hablado con Joshua, ya estaba en la habitacion en la cual dormiria por los siguientes dos dias, pensando que seguia ahora. Entrenar como todos estos chicos, como estos brujos, para hacer no se que? Necesitaba obtener informacion de algun lado, y no me demoraria bastante. Decidi comenzar a caminar para explorar el lugar, tarde o temprano deberia comenzar a hacer todo lo que se hacia por aqui, y no queria perderme. Dentro del semicirculo que formaban las cabañas solo habia un par de chicos de picnic, comiendo, riendo, etc. Mas alla, mas cerca del mar y del bosque, estaban los que entrenaban, con armas o utilizando sus dones. 

Pude divisar una especie de tienda de campaña donde se podia ver dentro una mesa y varios planos, y tambien un par de sillas esparcidas alrededor. Parecia un cuartel general, donde los militares planean sus proximos ataques. 

Iba caminando cuando me tropece con una especie de fierro en el suelo, y un chico al cual solo le puede ver los zapatos me tendio la mano para ayudarme a levantarme. Cuando vi su cara no podia creer que fuera...

- Gustavo? - le pregunte. El chico de la otra vez, el de la rosa azul, estaba de pie frente a mi. El chico de ojos cobrizos, mandibula cuadrada, y pelo morocho de la otra vez, magicamente se encontraba parado frente a mi.  Eso, magicamente, era la definicion exacta. La unica opcion seria que el tambien fuese brujo como todos los de aca.

- Clarisse? - me pregunto.

- Y tu que haces, puedes hacer que crescan muchas rosas azules? - le pregunte ironica. Me daba mucha intriga cual seria su habilidad.

- Algo mejor. Solo mira. -  Y señalo el fierro con el que habia tropezado. Este se elevo, y comendo a fundirse y cambiar de color y forma, pasando de ser un fierro oxidado a una cadena de plata que levito hasta mi cuello. Pude escuchar el sonido del gancho al cerrarse alrededor de este.

- Metales, todo un brujo. - dije admirando la preciosa cadena que tenia un rayo muy delicado como dije. El sabia lo que yo hacia.

- Supongo que ya sabes lo que puedo hacer, y creeme que no quieres una demostracion. - Le dije a lo que el arqueo las cejas, insinuando que mi choque electrico no le haria nada. Comenze a acercar la palma de mi mano a la suya, y un milimetro antes de tocarla dijo:

- Ya, te creo, no hace falta demostraciones. Y si, por aqui varios lo saben. Es uno de esos dones.. fuertes, de ataque. Nos viene muy bien, nos hace falta un nuevo con un fuerte don, asi se libra una batalla justa.