Capitulo 2- Las vias del tren

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El siguiente dia transcurrio con tranquilidad, era sabado.

Muchas chicas se hubieran levantado a las 12 del mediodia, en cambio yo, a las ocho y media ya estaba empezando una mini carrera hasta la playa. 

Correr es una buena forma de despejarse, y desde los 12 años salir a correr por las mañanas era un habito. Mi ipod, un poco de musica, el viento batiendo mi cabello, los pies contra la arena.. era algo bueno.

Segui hasta que alcanze a distinguir un grupo de chicos de mi colegio. Lo sabia porque en su remera de podia leer ISSFT

Italian Secondary School Footbal team.

Ni bien lo lei sali corriendo en la otra direccion, mas rapido que antes. Me habria visto? Es decir, era casi imposible, pero no tenia ganas de ver a Rian de nuevo. El era un engreido, un estupido, un..

Era Rian, eso lo decia todo. Rian . Debo admitir que tengo un grave problema en contra de las personas superficiales-creidas-egocentricas-y-despreciables. El era uno de esas personas. Yo por suerte, era la unica que no habia caido en sus redes por asi decirlo.

Rian habia sido el mejor amigo de Fransissco por muchos años, pero el año pasado, por alguna razon que solo yo desconosco, se pelearon. Y ahora ni se dirigen la palabra... Por mi, genial. Ya era bastante incomodo tener que soportar la presencia de Rian todas las tardes, solo porque tenian buena relacion. 

El sol  se fue haciendo cada vez mas intenso, serian las doce del mediodia, o tal vez la una. Las canciones en mi Ipod ya se empezaban a repetir, aunque este contenia unos 500 temas.

 Ya estaba yendo a casa cuando vi al profesor en el camino hacia mi casa. Que querria? Es deir, habia escuchado que el señor Gnea era capaz de tomarse la molestia de ir hasta tu casa para hablar con tus padres... pero no crei que fuera capaz, es decir, en todos los lugares hay leyendas urbanas. No es cierto? Carla me mata, pense. Carla, mi madre, puede ser relajada, y genial, pero odiaba hablar con los profesores, es que son tan insoportables.... hablan todo el tiempo de lo mismo.

Decidi evitarlo... daria la vuelta y me meteria por las vias. Por ahi nunca pasa el tren, pero las vias siguen funcionando. Camine tres cuadras mas en direccion opuesta a mi casa, pasando por un puesto de flores y un kiosco.  Vi que el florista, un chico de mi misma edad, quizas unos años mas grande me miraba con detenimiento. No le di importancia y segui de largo, pero alcance a ver de reojo como se acercaba a mi con una hermosa rosa azul. Irina respira hondo, y suelta el aire despacio, me dije. Vamos relaja los musculos no te tenses, es solo una flor de un guapo chico, nada malo puede pasar.

- Chica guapa  de unos... 17 años- dijo mas con un tono de pregunta que de afirmacion- caminando sola un sabado al mediodia, eso no se puede permitir.- continuo con una sonrisa provocadora.

A continuacion me entrego la rosa.

- No cuenta si tu mismo la vendes- le dije.  Guau, pense que iba a quedarme helada y comenzar a respirar con dificultad, pero para mi sorpresa, me fue de lo mas natural hablar con este guapo, muy guapo desconocido.

- Como dicen los ancianos.... la intencion es lo que cuenta.- Continuo. Que era yo, una anciana? Ya habia usado esa expresion miles de veces, pero se la deje pasar. A continuacion, tome la flor de entre sus dedos y me dispuse a contemplarla.

- Generalmente, cuando un desconocido te elogia en la calle, y te entrega una flor, le dices tu nombre.- dijo. Me habia olvidado de presentarme, pero no se la iba a poner facil. Por primera vez me dedique a contemplarlo como es debido. Llevaba unos jeans oscuros, y una remera blanca con el cuello en V que resaltaba sus musculos. Y que musculos!. Su piel era de un tono palido, mas bien blanquineo, y su cabello de un color oscuro como la noche. Una bella sonrisa completaba su cara, y sus ojos color miel le daban el toque final.

- No me gustan las generalidades.- le dije haciendome la dificil. Tardo un poco en captar el sentido de mis palabras, pareciera que el tambien se habia quedado analizandome. - Porque no me dices tu como te llamas, y si te considero digno de saber mi nombre, te lo dire.- dije, con un tono de aborrecimiento y superioridad fingidos.

- Me llamo Gaston. - dijo, y sonrio mas que antes. Era evidente que ese nombre no era el suyo.

- Entonces, Gaston, mi nombre es Clarisse-  le segui el juego. Esto comenzaba a ponerse divertido.

- Entonces, Clarisse, quieres que te acompañe hasta tu casa?- dijo, con esa sonrisa picara de nuevo.

-Ve a hacer tu trabajo bambino- replique en tono de burla. Esto comenzaba a ponerse divertido. Tome el celular de su mano, y le anote mi numero. Luego me fui, dejandolo con la boca abierta de seguro.

Que te pasa Irene? Me pregunte. Yo nunca habia sido tan directa y a la vez vueltera con un chico. Pero el.. el si me parecia que valia la pena.

Luego de seguir unas cuadras mas, me interne en las vias abandonadas.Iba caminando cuando me tropece con una maldita piedra entre los railes del tren. Se me doblo el tobillo y cai al piso. Tenia un agudo dolor en este pero decidi intentar ponerme de pie.

- Maldito profesor- dije.

En ese momento me intente ayudar de los railes para enderezarme, pero ese fue uno de los peores errores de mi vida.Por una fraccion de segundo pude sentir el calor que estos despedian, pude sentir el ardor del metal debido a la exposicion a los rayos del sol. Solo por una fraccion de segundo. Una fuerte descarga me recorrio el cuerpo, y al instante me sumi en la mas profunda de las oscuridades.

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Bueno ya saben......

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Gracias por leer, besoos

PD: Como vieron va dedicado a Grafully, simplemente porque me entretuve bastante con sus libros. 

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