Impuros

Capitulo 14 - Echando al can de la casa.

Capitulo 14

IRENE

- Mierda chica, eres talentosa. - me dijo y vi como cerraba los ojos y se desvanecia. Lo mate!!!!???? Me pregunte. Como acto reflejo apoye mi oreja en su pecho, musculoso y fuerte pecho, y intente escuchar los latidos de su corazon. Respire profundo. Con mis afinadisimos sentidos logre escucharlos sin ningun problema. Eran debiles, pero estaban ahi en fin.

Rapidamente le grite a Zane, a quien no habia electrocutado del todo, para que me ayude.

- Zane, por dio, lo siento, no ha sido mi intension, pero te estaba matando, y yo no se muy bien como manejar esto de la electricidad y sin querer la ligaste tu tambien yo no queria.... - Con su pulgar y el dedo corazon en forma de pinza sello mis labios por un segundo.

- No hace falta, estabas asustada, y no lo senti.  - Me quede atonita. La descarga habia sido lo bastante fuerte... - Si, yo tampoco se porque, pero no lo senti. Cai al piso por la presion que habia hecho este idiota en mi cuello...  - dijo señalando con un movimiento de cabeza a Raiden, quien estaba cargado como un saco de maiz a su espalda. Entramos a la casa y le pedi que lo deje en la cama.

- Debemos averiguar porque, no me gusta que seas inmune a mis descargas. - le dije con un puchero, cosa que me hacia parecer una niñita, pero era verdad. MI don ofensivo era lo unico que me podia defender de quien me atacara... y ya habia alguien que lo anulaba. 

- Que tal si vamos a ver a Raquel? Tal vez ella sepa algo.... - dijo y dejo la frase en el aire al darse cuenta de que no entendia a que se referia. - Oh, Raquel es la que nos entrena... no fisicamente, sino mentalmente. La conoceras mañana, de todos modos, mañana comenzaras con el entrenamiento. - me dijo sonriendo. 

No se porque, pero se nos ocurrio hacer algo de comer. Yo sabia cocinar bastante bien, pero lo que no sabia era como hacer brownies caseros. Terminamos ambos con un poco de la mezcla en nuestras caras, y mientras lo que quedo de la mezcla se cocinaba, nosotros nos lavamos.

Escuche como el chico que estaba en mi cama se revolvia, señal de que estaba despertando. 

- Sera mejor que me vaya, si no quieres que ese crio rompa toda tu sala de estar. - me dijo.

- Es que no tiene tu misma edad? - le preugnte atonita, a lo sumo tendria un año menos...

- Que no te lo dije? - pregunto retoricamente. No decirme que? - Tengo muchos años mas que tu, es solo que los brujos, como creo que ya sabes, a partir de los dieciocho dejan de envejecer... al menos mientras usen sus dones. - me dijo para explicarme. Claro, eso explicaba porque ninguno de aqui aparentaba mas de veinticinco a simple vista.

- Oh, claro. Y cuantos....  - iba a preguntarle su edad, pero Raiden volvio a revolverse en la cama y Zane se acordo de que debia irse.

- Nos vemos luego, adios. - dijo y me dio un suabe beso en los labios. Fue un suabe roce, pero basto para sentir como el rubor me legaba a las mejillas. Que estupida, algo tan natural me hacia ruborizar.

Salio por la puerta antes de que pueda decirle adios, y me dejo a solas con el idiota de Raiden. Tome una bandeja y puse una coca-cola y un pedazo de brownie que habia hecho con Zane mientras el dormia. 

Subi por las escaleras y escuche su respiracion. Ya no era acompasada, como la de una persona cuando duerme. Era mas irregular y marcada. Estaba despierto, pero sin motivo fingia.

De alguna manera me daba ternura. Sin contar que casi mata a mi..... que es Zane mio? En fin, casi mata a mi  mas-que-amigo-pero-no-novio, Zane. Tambien me sentia culpable, muy culpable, pero todo se me habia ido de las manos.