Capitulo 29
IRENE
-¿Que quieres que haga? No escucha, no quiere entender. - lloraba una señora con los ojos mas bellos que había visto. Cerca del iris, su color era rojizo, cobre, pero luego se iba oscureciendo hasta llegar al marrón. Algo muy extraño y curioso, pero hermoso. La mujer, de piel oscura pero bella igual, llevaba extrañas vestiduras y un punto pintado en color rojo en su frente, entre las cejas. No pude recordar su significado, pero si de que cultura provenía la tradición. La mujer era hindú, y si el punto no lo corroboraba, su acento y ropas lo hacían.
- Haz que entienda, eres a la unica que escucha. - dijo el hombre al que no le podia ver el rosto, con un marcado acento italiano y una voz conocida.
- ¡Que no lo quiere hacer! - grito la mujer cortándolo.
El escenario cambio, me difumine y me convertí en un ser incorpóreo, si es que eso era posible en un sueño.
- Hijo! - grito la mujer entrando como un torbellino, mientras la mujer sacaba dinero de un cajón y unos documentos.
Pude ver el nombre que ponia en estos, Benjamin Perez y Maria Perez, nombres obviamente españoles. Estos no encajaban para nada con la mujer y su hijo, pero en un sueño todo es posible.
Vi a un chico bajar, en verdad no vi su rostro, tan solo su perfil y contextura física. Alto, moreno, atlético y guapo.
Se escucho un golpe.
- Corre! - grito la mujer.
Pasos.
Mas golpes.
Portazo.
Aunque quería presenciar la escena no podía, comenzaba a volver a la realidad.
El confuso sueño dejaba de ser tan vivido, hasta que termino siendo algo completamente ajeno a lo que estaba viviendo hasta recién.
Me desperte sobresaltada.
El sol pegaba en mi piel, dejando un leve cosquilleo. No entendía por donde se colaría ese rayito, ya que para donde miraras se veían las copas de los ocres
No tuve tiempo de procesar todo lo que había soñado. Ni bien abrí los ojos escuche unas hojas quebrarse, como si alguien las hubiera pisado, pero ese alguien debería ser un experto en andar por los bosques porque el accidente no duro ni media fracción de segundo.
Salte sobre Raiden, le puse una mano en la boca para ahogar cualquier sonido y lo desperté. Al abrir los ojos miro mi rostro y pude sentir como sonreía, pero lleve mi dedo a los labios y comprendió que algo malo sucedía. Ágilmente, me subí al árbol debajo del cual habíamos dormido y pude sentir el frió de la atmósfera. Mire mis manos y estaban rojas de trepar el árbol, dolían, y de seguro mis pies estarían amarillos de la baja temperatura. Raiden se coloco en la rama al lado mio, y observamos el perímetro.
Estabamos a un metro del suelo, pero la caida no nos afectaria. Estaba dispuesta a saltar al ver cualquier silueta pasar cerca de mi radio de alcance.
Seguimos buscando con la vista, y encontré una silueta debajo de una de las ramas del gran ocre donde nos posábamos. Sin pensarlo, salte sobre ella, pero me sorprendí al no oír ningún grito de desesperación.
Me levante y tome sus manos por detras de la espalda, preparada a lanzar cualquier descarga.
Me dí cuenta que era una chica, por su piel, pero en verdad iba vestida con una capa blanca que bien escondía todo su cuerpo y rostro.

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Impuros
Novela JuvenilLos mas jovenes son arrastrados hacia distintos campamentos, los adultos se dispersan entre la sociedad y se mezclan con los humanos. Mueren para luego nacer con su extraño y especifico don.La naturaleza los ha elegido. Cada don no se repite, cada u...