Capitulo 4 - Alejate, Ahora

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Capitulo 4

Domingo por la noche, muañana lunes, feriado. Todos los adolescentes salen a bailar, hacen fiestas en la playa, pero yo, - ya nos hemos dado cuenta que no soy igual que todos- estaba en mi casa con mi pijama puesto. No solia salir mucho si no era que me obligaba....

Sono mi celular.

Era Valentino.

Vienes si o si a la fiesta que hay en la playa, o sales a la puerta en 5 minutos, o entro con mi deportivo a tu porsche.

Era de esperarse. El siempre intentaba que yo salga mas seguido, a fiestas, ir al cine con sus amigos, no es que no me divirtiera, pero quedarme en casa en mi habitacion era mas comodo. Me enfunde en mis jeans y una musculosa negra. Me mire al espejo y vi una delgada y alta chica con un cabello corto y erizado, me lo habia cortado asi hace un año ya que el frizz y la estatica dejaban a mi oscuro y lasio cabello hecho un desastre. No me preocupe en ponerme maquillaje, solo un poco de labial, que hacian que mis rojos labios parecieran humedos. Yo tenia una piel palida, mas bien blanca como el marfil, desde que habia nacido. Vivi gran parte de mi vida en las playas de Scicilia y esto no parecia cambiar.

Escuche dos bocinazos, y segundos despues, un dos timbres cortos. Me asome por el balcon y baje desde ahi.

- Sales a escondidas? Me hubieses avisado que no tocaba el timbre- dijo sonriendo Valentino. - Asi es, como me gusta mi chica mala.

- Uno, no salgo a escondidas, no creo que mi madre este suficientemente sobria como para darse cuenta  de que me voy, pero si asi fuese no quiero dar explicaciones. - dije, sin preocuparme en lo que el pensara, el sabia todo sobre mi vida, y todo es todo, sin omitir detalles. - y dos, desde cuando soy mala, y soy tuya?- pregunte a tono de broma.

- Ok, subase al auto señorita Storm- y me abrio la puerta haciendo un gesto para que yo pase.

El viaje hasta la playa transcurrio de lo mas normal. Por cada cancion que pasaba, dabamos una critica, constructiva o destructiva. Lo de siempre. Al final siempre terminabamos discutiendo entre Coldplay o U2.

- Llegamos. - dijo, mirando hacia la infinidad del mar azul oscuro. Se podia ver una fogata, y escuchar la musica de los altoparlantes. Ya podia imaginarme a Mona borracha o a Rosso bailando con varias chicas. Todos sabemos que una fiesta con adolescentes de 17 años es igual a descontrol, alcohol, gente desnuda corriendo por ahi, mas alcohol, en fin.

- Llegamos- repeti. - No me dejes sola, tu me trajiste aqui, ahora vas a ser tu quien me tendra que soportar. - le dije para hacerlo reir. Sin embargo no rio.

- No eres alguien a quien de mucho trabajo soportar, es mas, tu precencia es agradable. - sus ojos marrones se posaron en mi, y estaba mas cerca de lo comun. Pero, para mi sorpresa, pense en el chico de la otra vez, el que me habia dado la flor. Esa flor que habia guardado en uno de mis libros favoritos. Se escucho un golpe en la ventana del auto.

- Es que se van a quedar ahi toda la noche? La fiesta es afuera. - grito Franssisco, siempre molestando.

Cuando llegamos al centro de todo el gentio, la musica aturdio mis sentidos. Yo amo la musica, pero esto ya era abuso. El volumen comenzaba a aturdir mis pensamientos y habia mucha gente a mi alrededor. Mas de lo que pudiera soportar.

Respira hondo.

No podria ser tan malo, tan solo pasar unos minutos aqui y dejarme ver, luego podria ir a pasear por las rocas de la playa.

Busque con la mirada a alguien con quien hablar, si debia quedarme aqui por un rato, mejor seria hablando con alguien para mantenerme despierta y no volver a caer en el aturdimiento.

ImpurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora