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Las pequeñas esperanzas,
Junto con los pequeños recuerdos,
me hacen tener un anhelo.

Su respiración entrecortada, lleno de sudor y con un dolor en el pecho, solo hicieron que le fuera difícil dormir. Trataba de hacerlo, de conciliar el sueño y tal vez descansar aunque sea un poco, pero ¿cómo hacerlo si cada vez que cerraba los ojos lo veía a él?

No podía evitar que las lágrimas se acumularan y que el pecho le apretara sintiendo una increíble incomodidad... Tal vez, incluso más que eso...

¿Porqué no podía recordarlo bien?

En serio que no lo entendía, tal vez era un idiota que bloqueaba sus propios recuerdos, porque, cada vez que lo veía,  solo podía ver determinadas cosas y después, cuando despertaba y tenía la sensación de que había recordado algo, estas desaparecían. Era frustrante, frustrante tener el recuerdo tan cerca y que, cuando lo tratara de tocar este se desvaneciera.

- ¡Oye regresa aquí!

De nuevo lo mismo, el chico albino de ojos plateados se encontraba corriendo lejos de él, ni siquiera le dio tiempo de reaccionar para evitar que se echara a correr como lo había estado haciendo la última semana cada vez que terminaban las clases. Bien podría tomarlo de la manga de su suéter para evitar que saliera corriendo, pero no lo hacía porque la última vez que lo hizo el chico se torno pálido.

Suspiro con desgano, ¿lo estaría evitando? Si ese fuera el caso, ¿por qué? Que el recuerde no le había hecho nada malo, es mas, apenas habían intercambiado unas cuantas palabras aquel día que le dijo que serían compañeros por impulso ¿Sería por su mirada? Su hermana decía que su mirada a veces era muy fría, seria e incluso a veces hasta intimidante por no decir escalofriante ¿Su voz? Lo dudaba mucho ¿Quién huye de alguien por la voz? De tan solo pensarlo era ridículo, o por lo menos eso pensaba él.

Cuando una persona huye normalmente es por miedo ¿A qué le temía ese chico?

Tal vez... Tal vez...

-Eres tu.... ¿verdad?

Una melodía podía expresar bien el sentir de una persona, revelar sus pensamientos, emociones e incluso secretos, a eso se debía que esa estúpida canción se repitiera en su mente una y otra vez, que los acordes melancólicos del piano resonaran en su cabeza cada vez que le veía, que la letra de una tonada nostálgica quisiera salir, se maldecía por aquello, porque por eso mismo tenía que huir, tenía que correr diario para no hacerle frente al ex-espadachín... Corrió nuevamente por todo el campus, desde su salón que se encontraba en el tercer piso hasta el jardín, el oxígeno comenzaba a faltarle, las piernas las sentía débiles mientras que su corazón agitado le indicaba que se detuviera, y no era para menos después de todo, no llevaba una alimentación muy adecuada que digamos... Lo peor era que, siendo que su cuerpo tenía la inocencia repartida por todo el, le pedía más energía, era peor que cuando tenía solo la inocencia tipo parásito.

-¡¡Allen Walker!!

Sujetado de su suéter, de la parte del cuello solo sintió un jalón, miró al causante de dicha acción y se quedó paralizado.

Kanda si bien evitaba tocarlo había llegado a un punto en el cual ya no podía seguir así, debía hacer algo. Fue con el profesor en la hora del almuerzo y habló con él para saber completamente el nombre de este, y vaya sorpresa que se llevó... Se llamaba como aquel chico con el que siempre soñaba, sus sospechas comenzaron a crecer aún más... Debía de ser él, debía de ser aquel chico con el que tiempo atrás, o en alguna vida pasada compartió un vínculo muy especial. Era una ironía que él pensara en eso, ya que, no se consideraba de aquellas personas en las que creyeran en el 'destino', mucho menos en las coincidencias pero ¿entonces que era? A ciencia cierta no lo sabía, y no podía hablar de eso con nadie, ni siquiera con su hermana, mucho menos con ella, sabía que esta se pondría en modo 'hermana loca por el yaoi'o algo así, aveces no entendía a esa mujer...

Cuando terminaron las clases persiguió al albino, corría rápido debía admitirlo pero parecía cansado y viendo que tenía una oportunidad de alcanzarlo no podía desaprovechar la oportunidad. Aumentó la velocidad y logro atrapar a ese chico, al momento en que sus miradas se cruzaron, se quedó hipnotizado por aquellos ojos tan hermosos que por primera vez, lograba ver de cerca.

Le fascino aquello...

-¿Intentando huir?- Le dijo a modo de regaño mientras sonreía de lado, demostrando en parte su molestia y en parte su orgullo, pues, había logrado atraparlo.

Allen no sabía que decir, que hacer o que pensar ¿respondería con sarcasmo? ¿con aspecto tímido? ¿acaso podía responder para empezar? Frunció el ceño -Tengo prisa

-Hmp...- El azabache siguió observándolo por un buen rato y después habló -Tenemos que hacer la tarea de la clase música

-Dudo que eso te interese...- Murmuró el albino mientras trataba de deshacer el agarre -Nunca pones atención a esa clase.... Ni a esa ni a ninguna

-¿Me has estado observando?-

Entonces Allen cayó en cuenta, se había delatado solo, había dicho que lo estaba observando es más técnicamente analizando, entró en pánico y siguió tratando de deshacer el agarre

-¡Yo no...! ¡Nunc...!- El rugido de su estómago hizo que detuviera su acción de golpe, se sonrojo hasta las orejas y evitó la mirada del ojiazul

-¿Tienes hambre?- Le pregunto confuso el azabache mientras trataba de mirarlo, sin embargo el menor no dejaba que lo mirara ¿sería por eso que el albino tenía prisa? Lo tomo de la mano y comenzó a caminar con él

-¿¡Eh!?... Oye ¡suéltame! - El azabache iba más adelantado, su agarre era fuerte y Allen no podía detenerlo, no tenía fuerzas. Trato de soltarse, hasta que Kanda lo miro tomándolo de los hombros.

-Iremos a comer así que cállate enano

Al ver la seriedad del mayor, las palabras se le atoraron y solo asintió con la cabeza, siguieron caminando tomados de la mano.... ¿porqué lo había aceptado? Tal vez por acto de reflejo....

Entonces....















¿Por qué sentía una pequeña felicidad? 

El toque del olvido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora