Hope. Segunda temporada.

Capitulo diecisiete. ¿Que haces aquí?

Hola mis hermosas lectoras a las cuales cmao muchisimo*se oculta detras de la silla* se que quieren matarme porque dure muchisimo sin subir capitulo, perooooooooo, as always, tengo una excusa. Empeze examenes y estoy al tope. Sisi, no es excusa:c Amenme como yo a ustedes:(((((

Capitulo diecisiete.

Narra Harry.

 

Llegue a casa confundido.

Eleanor había venido justo antes de que tomara una decisión, pidiéndome que por favor le diera dinero a Louis.

Yo simplemente me sorprendí por todo lo que Eleanor estaba haciendo por Louis. No sé si lo ama o si solo lo consideraba como un buen amigo.

Niall estaba sentado con unas hojas en la mesa, camine un poco más y vi que estaba dormido. Sonreí.

-Nialler… - le moví un poco.

-¿A quién escogiste? – susurro aun medio dormido.

-Adivina.

-No, dime.

-A Louis – el sonrió y siguió dormido – vamos idiota, ve a la cama.

-Es que la mesa esta cómoda.

Cuando llegue a mi habitación, mi mente proceso todo lo que había pasado en una sola noche.

Si, le cortamos las patas a Ian, Louis te hizo sentir feliz, le diste el dinero para que ya no debiera nada, ya tienen donde vivir Niall y tu. Mi subconsciente tachaba unas cosas en una libreta que tenia, cuando termino de hacerlo, me sonrió. Ahora solo debes preocuparte por los estudios, el taller es el lunes.

Bloquee mi mente, me sentía cansado y lo único que quería hacer era dormir.

Desperté cuando sentí el peso de alguien sobre mí.

-Buen día – susurro Ian en mi oreja.

-¡Ian! – Grite alarmado - ¿Qué haces aquí?

-Vine a despertar a mi novio.

Ugh, olía a alcohol.

-Ian… Ian no te escogí anoche, lo siento.

-¿De qué hablas, amor?

-Ian, sal de mi cama – me levante.

-Harry, amor, por favor – él se levanto también – sabes que cometiste un error.

-No, no lo hice – me voltee hacia la puerta – Ian, podemos quedar como amigos…

-NO QUIERO QUE QUEDEMOS COMO AMIGOS – el me tomo por las muñecas – TE QUIERO SOLO PARA MI, PARA MI, CARAJO.

-Ian, baja la voz y cálmate. Suelta, me estás haciendo daño – intente soltarme de su agarre.

-Te soltare cuando seas mío.

-Escogí a Louis – mi voz sonó como si le hubiese escupido acido – suéltame, ahora.

El me empujo duro, tan duro que cuando mi espalda pego contra la puerta, escupí un poco.