- No creo que sea oportuno.
- No estamos pidiendo tu opinión, Feng Jiu. La decisión está más que tomada.
- Yo soy la monarca de Qing Qiu. Hace trescientos años que estoy fuera de tu tutela, padre. – Feng Jiu fulmino con la mirada a su progenitor. Llevaban enfrascados en aquella discusión poco más de una hora. – aun no me he consolidado como una digna mandataria. Un matrimonio ahora solo vendría a estropear mis planes.
- El matrimonio con el hermano menor del rey de Qing Niao ha venido dialogándose desde antes que fueses reina. He dado mi palabra y hemos firmado un acuerdo de unión. No hay nada que pueda hacerse para romperlo.
- ¡Pues me niego! – levanto la voz mientras golpeaba la mesa y se ponía en pie – ¡no quiero casarme! Mi tía espero por mucho tiempo antes de decidir casarse... ¡y cuando lo hizo fue con el amor de su vida!
- ¡Feng Jiu! – grito su padre – a diferencia de Bai Qian, tú no eres aun una alta diosa... ni siquiera has pasado tu juicio celestial para poder ascender... es más... ¡ni siquiera creo que puedas siquiera llegar a obtener uno!
Feng Jiu tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no llorar. ¿realmente su padre se atrevía a decirle aquellas cosas tan crueles? No solo le estaba informando que se casaría con alguien a quien no cocía, sino que también le hacía saber la poca fe que tenía en ella.
- Apenas ellos resuelvan algunos asuntos, nos dejarán saber el día en que vendrán a hacer la visita oficial para pedir tu mano y hacer la anunciación a los nueve cielos. Afortunadamente para nosotros, somos un clan poderoso y de prestigio, así que ellos rendirán servicio a Qing Qiu. No perderás tu rango en ningún momento.
- ¿Tengo opción? ¿Es esta la única alternativa?
- No. No tienes opción. Y sí. Es la única alternativa para que nuestro clan y el reino este protegido. Es una excelente alianza... con el tiempo te acostumbraras e incluso, lo agradecerás.
Feng Jiu no dejaba de pensar en la plática con su padre.
Sentada sobre la rama de un árbol de flor de durazno en el jardín de Zhe Yan, siempre iba ahí cuando necesitaba pensar un asunto serio. El árbol más grande de todo aquel jardín, estaba en la última milla de aquel lugar, ahí, nunca nadie la había molestado... incluso, pensaba que el mismo Zhe Yan quizá ni se hubiese dado cuenta de sus visitas en todo aquel tiempo.
No es que el asunto le sorprendiera, el recuerdo de haber visto su nombre escrito en la piedra de las tres vidas unido al de Wen Chang aparecía en su mente constantemente, incluso en sus sueños.
Infinidad de veces se había imaginado el rostro de ese hombre al que aparentemente su vida estaba unida desde que nació. ¿Cómo sería su mirada? ¿sería joven? ¿podría comprender la libertad que ella tanto ansiaba y por la que estaba trabajando?
No deseaba casarse. Tenía que idear algún plan para evadir tal responsabilidad al menos por un tiempo más.
- Quizá mi tía pueda darme un consejo... - murmuro – pero ir a verla implica pisar los nueve cielos... ¡¿Que rayos haré?!
- Tan escandalosa como Bai Qian. Todo es de familia. – Feng Jiu se sobre salto tanto al escuchar esa voz que perdió el equilibrio y cayó al suelo. – Aun eres una niña... - Zhe Yan se río con la escena y tendiéndole la mano le ayudo a ponerse en pie.
- No es que siga siendo una niña, es que usted me ha asustado. – respondió con cierto aire de superioridad, lo cual volvió a hacer gracia al viejo fénix. - ¿Cómo me encontró?
- Casi no visito estos rincones de mi jardín, así que hoy decidí hacerlo. Y mira que tengo suerte... encontré a una espía.
- ¡Usted es un anfitrión terrible! - y ambos se rieron.
- ¿Hay algún motivo por el cual estés aquí? ¿Puedo ayudarte en algo?
- Solo necesitaba pensar un rato. Su jardín de flores de durazno es un paraíso así que... me escabullí.
- ¿Tus pensamientos tenían que ver con tu matrimonio arreglado con el príncipe Wen Chang?
- ¿Usted lo sabe? – pregunto sorprendida. No se imaginaba que aquello ya se supiese tan rápido.
- Tu padre me comento hace tiempo. – el rostro de la joven se entristeció. Zhe Yan entendió de que iba aquella preocupación. Nunca había sido precisamente bueno con ese tipo de cosas, pero, se consideraba ser sumamente sabio en cuestiones de vida. – no siempre podemos ser los capitanes de nuestro propio barco, en ocasiones, debemos aceptar que alguien más, una fuerza invisible y poderosa, lo haga por nosotros. Y está bien... eso también es bueno... no luchar contra corriente... aceptar que somos vulnerables...
Feng Jiu ni siquiera se atrevía a levantar la mirada. ¿acaso todo se reducía a simplemente dejarse llevar?
Cuando regreso a la guarida de zorro, se colocó su ropa de entrenamiento y se enfrasco en innumerables batallas hasta que cayo exhausto. Por siete días repitió la misma operación, hasta que finalmente, se presentó ante Mi Gu, quien no se había atrevido siquiera a intervenir o contradecirla.
- ¡Tengo la solución! – grito eufórica.
- ¿Solución? ¿De qué solución habla? – intuía que algún disparate saldrá de los labios de la joven monarca y que seguramente él, terminaría pagando los platos rotos.
- La solución para aplazar mi boda... ¡¿Cómo no lo pensé antes?! – se reía como loca ante su propia idea. Estaba convencida de que resultaría, o al menos le brindaría el suficiente tiempo para pensar en algo más.
- Su padre fue muy estricto con eso. No creo que haya algo que hacer... ¿Por qué le cuesta tanto resignarse? – Y frunció el ceño indispuesto. No dejaba de imaginarse la atrocidad.
- Mi Gu, tranquilo... esta vez tu no tendrás que involucrarte.
- No lo creo, pero vamos, dígame ese maravilloso plan...
- Sensillo... me convertiré en un discípulo de Mo Yuan. Me enclaustrare en montaña Kun Lun.
Y entonces Mi Gu se tapó la cara con las manos. Si, definitivamente la joven monarca estaba loca y él, pagaría las consecuencias de eso.
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HOLA MIS AMADOS LECTORES.
HE AQUÍ UN CAPITULO MAS DE ESTA HISTORIA. LA VERDAD ES QUE HA TENIDO UN BUEN RECIBIMIENTO Y ESTOY FELIZ POR ESO, TAMBIÉN AGRADEZCO SUS LECTURAS, LOS VOTOS Y COMENTARIOS, GRACIAS A ESTOS ME HAN MOTIVADO A CONTINUARLA.
ESPERO LES GUSTE ESTA ENTREGA Y YA SABEN QUE PUEDEN ESCRIBIRME SUS COMENTARIOS O DUDAS Y CON GUSTO LES RESPONDO.
¡NOS LEEMOS PRONTO!
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LA FUERZA DEL DESTINO: Ten Miles Of Peach Blossom.
FanfictionSe dice que nadie cuyo nombre no esté escrito en la piedra del destino podrá conocer el verdadero amor y contraer matrimonio. Dong Hua se ha negado a si mismo está posibilidad, borrando por voluntad propia su nombre, condenandose asi a jamás poder c...