SECRETOS

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Wen Chang tenía tanta rabia contenida que no sabía que más hacer para liberarla.

Sentía que sus puños temblaban y sus ojos chispeaban de coraje. Sus hombres apenas se habían atrevido a contradecirlo y más aún, a dirigirle la palabra; entre menos llamaran la atención del príncipe, más probabilidades tenían de no ser seleccionados para un "combate de calentamiento" en el que seguramente ellos resultarían seriamente heridos.

Habían estado buscando a Bai Fengjiu desde su desaparición hacia quince días. Apenas descansaban y siempre habían desplegado en diferentes direcciones para intentar hallarla más rápido, pero hasta ese momento no habían tenido éxito.

Viendo a sus guardias cansados y sin poder resistir un momento más, Wen Chang decidió enviarlos a casa, no contaba que su hermano lo obligaría a regresar también.

Mientras entraba al salón de guerra del palacio de Qing Niao, el joven príncipe maldecía su suerte y algunas de ellas también iban dirigidas al soberano dios Dong Hua Dijun.

Saludo a su hermano, quien estaba solo estudiando un mapa de todos los reinos extendido sobre la gigantesca mesa central.

- ¿Qué es eso más importante que encontrar a mi prometida? - pregunto intentando sonar educado, pero sus palabras reflejaban su coraje.

- Estamos en guerra Chang. No es momento de ir tras de una mujer. - en solo un parpadeo, la espada del príncipe rozaba el cuello de su hermano el rey.

- Cuida tus palabras, estás hablando de mi prometida y de la reina de Qing Qiu, la reina Bai Fengjiu... - el rey miro a su pequeño hermano. Siempre había tenido un carácter afable y llevadero, pero tratándose de un tema relacionado a Fengjiu, simplemente perdía el control.

- Está bien, me disculpo... Pero baja el arma... - Chang evaluó la situación, pero termino envainando nuevamente.

- Sé que estas destrozado por la desaparición de ella, pero hay otras cosas que también requieren nuestra atención. Los ataques en los reinos se han intensificado. Cada vez hay más lobos destrozando los pueblos. El señor celestial Ye Hua está organizándonos para empezar una defensa unida. Apenas se dé la orden, marchare liderando al ejército y te necesito aquí Wen Chang... - lo miro con suplica - no puede quedarse el reino desprotegido. Necesito que cuides a mi familia... y, sobre todo, que puedas tomar rápidamente el trono en caso que algo me ocurra. En tiempos de guerra no nos podemos permitir un solo minutos de titubeos, para que le pueblo se sienta seguro debe haber un monarca, y ese serás tú.

- No hables como si fueras a morir. - le respondió siendo consciente de que su hermano estaba seguro de un final trágico para sí mismo - no va a pasarte nada. En todo caso yo comandaré las tropas, tu puedes dirigir desde aquí. No habría necesidad de que tú te expusieras...

- Eres joven, tienes mucho potencial y una vida por delante, no te sacrificare de ese modo. Es mi última palabra.

- De todas formas, moriré, si no es a manos de los lobos será a mano de Dong Hua Dijun...

- ¡Basta! - grito golpeando la mesa el rey - deja de decir algo como eso. ¡¿Cómo puedes siquiera pretender enfrentarte con el antiguo gobernante del mundo?!

- ¿Crees que soy idiota? Sé bien que no puedo siquiera igualar sus poderes, pero no permitiré que venga, rapte a mi prometida y yo pretenda que nada ha pasado.

- ¿Cómo sabes que fue él?... Todos saben que Dijun desapareció hace meses. No hay prueba de que Fengjiu haya sido secuestrada por él. Solo te meterás en problemas si sigues diciendo eso...

- Estoy seguro que fue él. Ella no desaparecería, así como así. Dijun está enamorado de ella y quiere arruinar nuestro destino, pero no voy a permitírselo. Debe tenerla escondida en algún lugar... y yo voy a encontrarlo... - el rey miro a su hermano y suspiro. No iba a hacerlo cambiar de parecer y en el fondo tampoco lo deseaba realmente. Compartía la misma teoría de que Fengjiu había sido secuestrada por él, ya que también estaba al tanto de los rumores que la colocaban como la amante del antiguo gobernante del mundo hacía más de trescientos años; el rey también deseaba que DIjun pagara la afrenta que le había hecho a Qing Niao. Llegado le momento, ayudaría a Wen Chang con eso. Pero prefería guardar en secreto sus planes, no deseaba avivar el odio de su hermano menor, al menos aún no.

LA FUERZA DEL DESTINO: Ten Miles Of Peach Blossom.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora