LA FUERZA DEL DESTINO: Ten Miles Of Peach Blossom.

EL INICIO DEL FIN

Sujin miro al ejercito de espectros que había creado. Se sentía sumamente satisfecha.

Li Yuan supervisaba a cada uno de ellos, algunos saludándolo con camarería, alegres de volver a servir al que consideraban como legitimo gobernante del clan.

Con el transcurso del tiempo, ella había aprendido a dominar completamente los poderes de la gema, la cual llevaba colgada al cuello, prendida en una cadena de oro, la cual era el único recuerdo que le quedaba de sus días como una princesa celestial.

Sus poderes crecían día a día; sentía recorrerlo en sus venas y junto a ese gran poder, Sujin había descubierto algo realmente valioso.

Los fragmentos de una vida comenzaron a agolparse en su mente, como si esos recuerdos los hubiera perdido y ahora regresaban a ella. Cuando el ultimo recuerdo completo el rompecabezas, ella supo el origen del místico poder de la gema.

- ¿Quién diría que estos son los poderes de Dong Hua Dijun? – había dicho mientras se miraba las manos.

Decidió que era una información demasiado importante como para compartirla con Li Yuan, quien al final solo era un peón más. Luego tendría que acabar con él apenas cumpliera su objetivo.

Por esta razón, y precaviendo que Dong Hua podría venir a recuperar lo que le pertenecía, decidieron abandonar la oscura cueva en lo alto del nevado y trasladarse a otra parte.

Después de mucho buscar, decidieron que el lugar ideal sería el centro de un volcán inactivo.

No solo porque nadie se atrevería a llegar hasta haya, sino porque resultaba un punto de encuentro de energías que facilitaban la conexión con el reino inmortal.

- ¿Cuándo atacaremos? – le pregunto Li Yuan cuando termino de inspeccionar al ejército.

- Mañana al amanecer. – respondió con una sonrisa.

- ¡Al fin! Todos pagarán caro lo que nos hicieron... pensé que retrasarías el ataque debido a que no pudimos encontrar a Bai Fengjiu.

- No, ella ya no es útil. Seguiremos el nuevo plan que acordamos. Enviaras por última vez a tus lobos a los mismos nueve reinos y cuando el mayor daño se haya hecho, enviaremos al ejército directo al reino celestial. Todos los inmortales estarán tan ocupados con la catástrofe ajena que dejaran desprotegido el cielo... - Sujin sonrió ampliamente – solo recuerda que Bai Qian y Ye Hua son míos.

- Claro... aunque... ¿Ya has pensado que tienen a Dong Hua Dijun con ellos?... se dice que es muy poderoso...

- No te preocupes por él... lo tengo controlado...

***

Mo Yuan, Ye Hua y Bai Qian miraban el mapa mientras trazaban las formaciones de defensa alrededor de los nueve reinos.

- Estos son nuestros cuatro puntos vigías. – señalaba Mo Yuan – con ellos vigilando podremos tener una comunicación más rápida hacia los demás reinos.

- Yo puedo defender la parte oeste que comprende a Qing Qiu y los otros reinos de la zona. – sugirió Bai Qian.

- Preferiría que te quedaras aquí. – respondió Ye Hua – no solo estarás más segura, si no que necesitamos a alguien que comande desde aquí el resto de las tropas...