Wen Chang golpeo el suelo a puño cerrado. El impacto fue tal que la sangre broto de entre sus nudillos.
- ¡Basta! Enojarte no solucionará nada. - le reprendió Mo Yuan, sentado a su lado. En frente, Ye Hua y Bai Qian miraban con expresión impotente y agraviada.
- Voy a matarlo... - gruño entre dientes el joven príncipe, haciendo notar su ira.
- Claro, hazlo. - volvió a hablar Mo Yuan con cierto sarcasmo - no es tan difícil, solo estamos hablando de Dong Hua Dijun, creo que podrás matarlo esta misma noche si te lo propones... - Wen Chang bufo mientras miraba resentido a su maestro.
- Todos estamos alterados por el resultado final de esta batalla. - hablo Ye Hua - Sujin provoco mucho daño, pero es importante que empecemos a reconstruir. Las pérdidas son inevitables en las guerras...
- ¡Estamos hablando de Fengjiu, no de cualquier perdida! - grito fuera de si el príncipe mientras las lágrimas de rabia salían de sus ojos - ¿Cómo pueden ser tan insensibles? ¡¿es que para ustedes ella no significaba nada?!...
- Por supuesto que sí. - Bai Qian hablo con suavidad. Aunque era impulsiva, en esta ocasión debía reconocer que la decisión había sido justa, muy a su pesar - Fengjiu es mi única sobrina. La adoré como a nadie de mi familia. Pero en ocasiones, debes poner en balanza que pesa más... ¿la vida de un inmortal o la de cientos de miles? - ella intentaba hacer entrar en razón a Wen Chang.
- No me importa la vida de nadie más, solo la de ella... - y apretando nuevamente los puños continuos - Dong Hua Dijun es el ser más egoísta que he conocido... ¿Por qué tenía que encapricharse con ella? ¡no estuviera muerta si él la hubiese dejado en paz! ¡No se lo perdonaré nunca! - Movió su mano y alcanzo a tomar la empuñadura de su espada, pero Mo Yuan le lanzo un hechizo de sueño que lo hizo desplomarse de inmediato sobre el tapetillo del salón.
- Es joven e impetuoso. Con el tiempo entenderá... - Mo Yuan dijo estas palabras intentando no solo convencer a su hermano y a Bai Qian, si no a él mismo.
Mientras el dios de la guerra llevaba sobre su hombro el cuerpo dormido de su discípulo, se preguntaba: ¿Por qué siempre los inocentes debían sufrir las peores consecuencias?
Había pasado un día desde la invasión al reino celestial y los hechos estaban frescos en su memoria...
Dong Hua ayudado de Wen Chang se aproximó al cuerpo de Fengjiu. Aun sostenía la gema, en tanto la mancha de sangre que emanaba de su vientre empañaba sus ropas, mientras que el del suelo se extendía bajo ella como una alfombra fúnebre.
Dijun estaba aturdido. Sus ojos miraban el rostro de la joven que se ponía blanco a gran velocidad.
- ¡Rápido! ¡Haga algo! - apresuro Chang, que tomo a la joven entre sus brazos.
Dijun pareció querer decir algo, pero los espectros habían reaccionado de la perdida de sus líderes y a pesar de ello volvían al ataque, moviéndose en masa hacia donde estaba la gema para apoderarse de ella. Aún se encontraba contaminada y seguía brindándoles su poder; debía ser purificada rápidamente para terminar aquella guerra.
Sin embargo, él solo podría hacer una cosa a la vez, además de que purificar la gema requeriría prácticamente todo su poder. Dicho de otro modo, solo podría salvar una cosa; a Fengjiu o al mundo celestial.
Mo Yuan, Bai Qian y Ye Hua se interpusieron para frenar los ataques mientras se tomaba la decisión.
- ¡¿Qué ocurre?! - insistió Wen Chang - ¡Está muriendo!
Dijun parecía contrariado. Miro a su alrededor y luego a la mujer que amaba.
Cerro los ojos y murmuro: "Perdóname... Jiu'er"...
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LA FUERZA DEL DESTINO: Ten Miles Of Peach Blossom.
FanfictionSe dice que nadie cuyo nombre no esté escrito en la piedra del destino podrá conocer el verdadero amor y contraer matrimonio. Dong Hua se ha negado a si mismo está posibilidad, borrando por voluntad propia su nombre, condenandose asi a jamás poder c...