Capítulo 3.

1K 59 3
                                    

-R-re-en-ncar-n-nar-ra-s.__dijo como pudo__.

-Re- ¿Reencarnaré?.

-T-te vendr-é a b-b-buscar, l-o pr-prometo Su-ku-yan. 

No me dio tiempo a decir nada, que había perdido el conocimiento, tenía demasiadas preguntas para hacer, pero... no habían respuesta a ellas, la única respuesta se esfumó. 

¿Me vendrá a buscar?, ¿Reencarnaré?. ¿Qué quiso decir?. 

Preguntas como esas pasaban por mi cabeza cada segundo de cada minuto inevitablemente, no entendía que estaba pasando, no entendía a que se refería. Me dejó con muchísimas dudas, dudas que quizá nunca pueda sacarme. 

///////////////////////////

Me alejé del lugar, con mi sangre derramándose aún. Estaba dispuesta a volver al lugar el día siguiente, convertida en hada. 

Volví a mi árbol olvidándome de mi hambre, limpiándome la sangre. 

Pasó la noche, no dormía ya que los vampiros no dormimos. Me quedé acostada con mi cabeza posada en mis manos, y estas en una rama muy gruesa del árbol. Ese agua continuaba saliendo de mis ojos y no podía parar, me sentía aún más sola que antes. 

Así estuve toda la noche, al amanecer, el agua de mis ojos logró parar y empecé a ver a las estrellas quienes se veían más claras ya que el sol estaba saliendo. 

-Amaranth... donde sea que estés. Te extraño.__dije mientras miraba al cielo__. Teudis, te extraño. Kila...__no pude terminar de completar la frase que el maldito agua empezó a caer de nuevo por mis mejillas. 

/////////////////////////////

No hay mucho que decir, la verdad me la pasé todo el día sentada en el árbol intentando parar ese agua pero no pude. 

Estuve todo el día sin hacer nada, hasta que llegó la hora de transformarme de nuevo. 

Sin siquiera moverme de mi lugar noté como mis alas desaparecieron, pero ni me digné a reaccionar. Mis colmillos empezaron a salir nuevamente pero no le di importancia, no tenía antojos de beber, no quería seguir matando, simplemente.... me había hartado de matar. 

Hiciera lo que hiciera, ni Amaranth ni Teudis volverán. Me rindo. 

Ni siquiera me moví, mi cuerpo pedía sangre, pero no obedecí, quedándome donde estaba. 

Empecé a escuchar pisadas en los pastos, decidí ignorarlo ya que no me importa si intentan matarme. ¿Por qué maldición soy inmortal?, yo solo quiero estar con Amaranth, quiero ver a Teudis. Ya no intentaba evitar que me clavaran algo, quería debilitarme... QUERÍA MORIR. 

-¿H-hay alguien ahí?.

Escuché claramente lo que dijeron, pero no respondí, no me importaba. 

-¿Hay alguien ahí?.__volvió a repetir__.

Me dí vuelta, y sentí una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo cuando vi lo que vi. 

¿Por qué no me desesperé por la sangre?. Siempre que veo un humano, mi organismo reacciona desesperado y mata en cuestión de segundos... pero... por primera vez no fue así. 

-Vete. No quiero hacerte daño.__dije pensando que dentro de poco reaccionaría__.

-¿Por qué lo harías?. 

-Soy una vampiresa. ¿Que no ves mis colmillos? ¿Mi sangre?. 

-Si, se ve, pero no pareces malvada. 

-No lo soy, pero cuando veo un humano, por la sangre mato, y ya no quiero matar a ningún humano más. Así que vete. 

-¿Me dejas ayudarte?. 

"MITAD HADA MITAD VAMPIRESA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora