Todo estaba completamente solo y oscuro, no había mínima luz que alumbre, la luna era incapaz de transmitir luz teniendo como dificultad las ramas de los altos árboles del bosque. El frío era algo insoportable, el viento estaba helado y caían pequeñas capaz de rocío mojando el cabello. En el transcurso de sus pasos iba pisando las hojas secas provocando el crujir de estas, los numerosos árboles del gran lugar impedían la vista de la salida. Definitivamente estaba perdida, en una noche oscura, fría y larga.
Decidió tomar su celular para llamar a alguno de sus amigos, pero para su mala suerte no había señal en el lugar, clara demostración de que había ido demasiado lejos.
-Por qué vine...-lloriqueó-
Iba a decirte que no vinieras, pero justo llamó Andyno. No me mandes a la mierda y escúchame Melanie. Ya estás aquí, ahora busca lo que quieres encontrar. No te rendirás ¿verdad?.
-Tengo miedo Melanie, estoy sola.
No estás sola, estás conmigo, o sea con vos misma, podes hacerlo así que corre, no te pares a llorar, ya estás aquí ¿qué más puedes hacer? estás perdida.
La chica se levantó del piso en donde se había tirado rendida. Continuó con su camino que venía recorriendo hace horas y nada encontraba. La oscuridad daba aún más miedo y los ruidos diminutos complementaban el temor, puede que al estar sola corra variedad de riesgos, pero las probabilidades no son las mismas estando en el lugar en el que se encontraba perdida. La noche se le haría eternamente larga.
Mientras caminaba seguía pisando las hojas provocando ese horrible crujir que daba más miedo de lo que tenía. Estaba sola en un increíble silencio oscuro, haciendo que los ruidos sean más audibles por la ausencia de otros sonidos que dificultaban su audición. Estaba asustada, especificando, demasiado asustada, sus piernas temblaban al compás de sus pasos, sus reflejos actuaban rápido al escuchar cualquier tipo de ruido, por lo que estaba a cada segundo mirando para todos lados de su entorno, estando alerta de cualquier cosa que pueda aparecer y atacarla.
De igual manera, afortunadamente en las largas horas que se había pasado caminando, no se le había aparecido nada extraño, lo único que se escuchaban eran ruidos que el viento provocaba al mover las ramas, o el que las hojas hacen al moverse, ¿ese que parece un silbido? exacto, ese mismo. Estaba increíblemente aterrada, pero se alivió cuando se percató de que estaba completamente sola en el bosque, seña de que nadie más había para atacarla.
Empezó a caminar más tranquila, aún con miedo, pero había bajado a comparación del inicio. Llegó a un árbol, era algo grande y viejo. Todo estaba oscuro por lo cual no podía ver absolutamente nada. Tomó su celular y prendió la linterna para ver mejor aquél árbol.
-¡Mierda! -se quejó al pisar un tronco muy grande que casi provoca un tropiezo-
Iluminó, y empezó a dar vueltas por el árbol haber si encontraba algo.
Y sí encontró algo.
Su mirada al ver aquello quedó paralizada, su mente en blanco. Sus ojos se habían vuelto cristalinos y no sabía la razón.
"Amaranth y Sukuyan, siempre juntas"
Decidió tocar aquello con la palma de su mano... pero ni bien tuvo contacto con ese sector del árbol, una luz roja se prendió en la palabra "Sukuyan", pero esa luz solo había reaccionado en ese nombre, el de Amaranth había quedado intacto junto con lo que restaba.
Se asustó al principio, pero después, por su mente no pasaban más que miles y miles de preguntas que quizá nunca respondería o quizá tenía cerca las respuestas. No lo sabía.
Logró tomar una foto de aquello con su celular. Luego visualizó la imagen y si había salido la luz roja que ella había presenciado. Luego alejó la mano de "Sukuyan" y su luz desapareció, quedando todo oscuro de nuevo porque por cierto, esa roja luz era potente, brillosa, lograba alumbrar más de lo que la luna podía en una noche común y corriente. Una luz peculiar, extraña...
-¡No! ¡Demonios! -hizo una queja al ver que su celular se había apagado por el bajo porcentaje de batería-
Nada podría salir peor... o eso pensaba ella.
Ni bien su celular se apagó, una severa tormenta dio a inicio, los vientos movían las ramas con más brusquedad... pero ¿que no era que habían talado los árboles esos?. Cierto, pero eso no fue lo primero que Melanie pensó al entrar. Se había olvidado por completo de que esos árboles ya no existían, que el único que aún estaba vigente era el que tenía aquel cartel, evidencia de que era imposible de destruir. Era inmortal el árbol... pero no reaccionó ante eso, no se dio cuenta de la notable evidencia que estaba frente a sus ojos. Era obvio que los árboles y todo lo que habían destrozado estaba ausente en la vista de las personas... entonces ¿estaba teniendo una ilusión óptica?. O mejor aún.... ¿tenía algo que ver esto con la persona de Melanie?.
-No no no -lloriqueó- no me puede pasar esto...
Se sentó de respaldo contra el árbol, se acurrucó bien y abrazó sus rodillas. Salieron lágrimas de sus ojos para luego caer en un profundo sueño... ahí mismo.
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"MITAD HADA MITAD VAMPIRESA"
Fantasy"Desde que me topé con ese humano, comenzaron a suceder cosas extrañas, cosas en mi vida empezaron a ponerse raras". -Sukuyan. .05-06-1517.