Parte 2. Reencarnación. Cap 26.

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¿Qué significaba?. 

-¿Qué significa esto, ah? -preguntó Melanie al soltar rápidamente el papel ya que estaba ardiendo en llamas. Tal y como advertía. 

Eva simplemente quedó con su boca abierta, no podía creer y asimilar el acto que acababa de vivir. ¿Era real? ¿era un sueño?. 

Continuaron caminando sin más. El vacío que en sus mentes habitaba no era rellenado por otra cosa más que miedo, y confusión. 

Siguieron adentrándose en el bosque más y más. Hasta acercarse al árbol al que querían llegar, y quedar a pocos pasos de él. Eva interrumpió el camino para suspirar y prepararse. De alguna manera, ella sabía que todo lo que Melanie decía era verdad, y que estaba por perder la apuesta que estúpidamente habían realizado. 

Melanie paró también y volteó quedándose viendo a su amiga con la luz de la linterna que encandilaba sus ojos. Cuando ambas empezaron a caminar de nuevo, se oyó un fuerte trueno a lo lejos, pero no les causó nada. Ya que estaban cerca de cumplir su objetivo y finalizar o mejor dicho casi finalizar, todo lo que habían iniciado. 

Eran cuatro pasos, tres, dos y tan solo uno más para quedar en frente del árbol y su cartel. Eva se rindió. 

-El cartel está. ¿Lo puedes ver? -preguntó Melanie. Eva asintió. 

Lo poco de quedaba de la luna se había escondido detrás de las nubes que la tapaban, causando un leve tembleque en Eva que iba aumentando a cada segundo. Sin embargo, en Melanie ya no provocaba nada. Estar en ese tipo de ambientes, tensos y oscuros, ya no generaban miedo en la muchacha. 

Tomó la mano de Eva, teniendo cuidado de no lastimarla por sus cortadas que ya no eran resientes pero aún así, dolían aún, ya que eran profundas y duraderas, pero no tanto como para llegar a afectar una vena y así su vida. Acercó la mano de la chica que ante el acto se encontraba totalmente indefensa, al árbol que aún estaba oscuro. Eva cerró los ojos. Melanie continuó con lo suyo. Y finalmente, la chica sintió el tacto del árbol en su palma y detrás de esta sensación una corriente eléctrica que recorrió todo su cuerpo en un lazo de pocos segundos. Continuaba sin cerrar sus ojos, pero sintió una luz muy brillosa y potente y no tuvo más opción que abrir sus párpados. La iluminación era potente, tanto que ni bien sus ojos se abrieron, no pudo evitar hacerse daño por la irritabilidad. Solo debía acostumbrarse y aquello pasaría. Una vez logró lidiar con aquella luz molesta para sus ojos, se quedó mirándola sorprendida y sintiendo la mirada fija de Melanie sobre ella. Era realmente verdadero que con tal solo apoyar su mano en el cartel, aquella luz que se prendía podía alumbrar el bosque entero, y literalmente, entero. 

-¿Ves? -sonrió Melanie- ¿ves que no fue una pérdida de tiempo? -terminó de preguntar soltando la mano de Eva, que continuaba tocando el cartel. 

La chica no quitó su mano de allí, por lo cual la luz en la palabra "Amaranth" continuaba vigente. Melanie hizo lo mismo, posó su mano lentamente en la palabra "Sukuyan" e inmediatamente se hizo presente la luz roja. 

Las dos chicas se quedaron absolutamente paralizadas cuando vieron lo siguiente: 

Un juego de luces violetas y rojas, que se entrelazaban entre ellas y jugaban como si estuvieran vivas. Que generaban un arcoíris de tan solo dos colores. Al rededor de ellas corrían hermosas mariposas como si estuvieran jugando una carrera. El bosque se había iluminado completamente hasta la punta de la copa de los árboles, al rededor del cartel del árbol se había dibujado un marco de oro que titilaba rápidamente. Era todo, simplemente hermoso. 

Eva no pudo evitar sonreír ante el hecho que ambas estaban viviendo. En Melanie también se dibujó una notable y alegre sonrisa en su rostro. 

Pese a que querían que aquello durara para siempre, sacaron sus manos del árbol y de golpe todo aquello paró, y volvió a invadir la oscuridad en el lugar. 

Suspiraron, iban a irse del lugar pero cuando se dieron vuelta, había una botella con un papel dentro. Apareció de manera espontánea ni bien sacaron sus manos del cartel. Cosa que a las niñas les pareció muy extraño. 

-N-no lo abramos ahora, por favor Melanie. Lo llevamos a casa y lo abrimos mañana -insistió Eva agarrando el brazo a su amiga impidiendo acción que estaba por hacer. 

La opuesta asintió con la cabeza. 

-Está bien -suspira- lo llevaremos, mañana lo abriremos y veremos que dice. ¿Está bien?. 

Eva asintió. Melanie tomó la botella con precaución, y la guardó en su mochila. Se la colocó en su espalda y salieron caminando del bosque, encontrándose de nuevo enfrente del auto. Todo estaba absolutamente oscuro y el perfil del vehículo con sus luces prendidas; las chicas paradas en el medio con el inmenso y oscuro bosque detrás, hacía todo una escena de terror. 

Corrieron al auto porque esta vez ya sentían miedo. Arrancaron y conduciendo, se dirigieron a la ciudad nuevamente. 

Y para ser exactos, eran las 5.34 de la madrugada. Hora en la cual todo estaba absolutamente callado a pesar de ser una ciudad. Solo se escuchaba el "shh" de los búos y el canto inminente de los pájaros que comenzaban a salir a esa hora. Se encontraron frente a la casa, estacionaron. Bajaron y entraron al hogar sintiéndose tranquilas y sacándose la presión de miedo de encima. 

No pudieron dormir.

"MITAD HADA MITAD VAMPIRESA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora