"MITAD HADA MITAD VAMPIRESA"

Parte 2. Reencarnación. Cap 12.

-Hace muchísimo tiempo en un bosque, existían especies exóticas o fantásticas. Pero con el paso del tiempo esas especies fueron desapareciendo por el existir de los humanos. Empezaron a perseguirlos hasta extinguirlos, pero de la especie más rara: Mitad hada mitad vampiresa, solo quedaba una, Sukuyan, y era inmortal. Aquel ser estuvo solo por mucho tiempo, ella creía eso. En realidad había aún un hada mitad vampiro, era hombre, y pertenecía a los únicos dos inmortales que había. Si a ellos dos se les clavaba una azada de diamante en el pecho, morían. 

-Y... ¿qué pasó con él?. 

-Así fue. Le clavaron el elemento en su pecho, provocando así su muerte. Ella empezó a tener contacto con un humano... a lo largo de su amistad ella fue perdiendo conocimientos propios por tener trato con una persona. Ese joven que ella tanto amaba... la traicionó. 

-¿Qué le hizo?. 

-Se la entregó a su padre, quien era un gran perseguidor de esas especies, el principal asesino. Y la mataron. 

-¿Quién era el joven?. 

-Era un príncipe y se llamaba Min Ho. 

-Oh... como tú. 

-Exacto... como yo. 

-Es raro. Yo soñé con todo esto. Caí en coma y antes de despertar vi todos estos sucesos que acabas de describir. 

-En verdad pasó en un momento de la historia. No es solo algo que las personas pueden imaginar. Vive en nuestras mentes. 

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Era imposible para ella no pensar en lo que había sucedido en aquel lugar. Era tal y como la muchacha soñó, todo tan... oscuro. 

Estaba dispuesta a investigar, qué era lo que en realidad pasaba. Por qué todo esto le resultaba tan familiar. Por qué incluso aquél hombre le parecía familiar. 

Era una noche fría y lluviosa, el viento despeinaba su pelo a la par de sus pasos. Las calles estaban vacías por el clima, no había rastro de vehículos. Todo era muy silencioso... ideal para ella. 

Se sentó en unas de las hamacas que se movían a causa del viento, haciendo ese ruido chirriante. Sus mangas sobresalían tapando sus manos, dejando a la vista solo la punta de sus dedos. Su nariz estaba roja por el frío. Su pelo flameaba y su abrigo largo lograba tocar el piso. 

Perdida en sus pensamientos, decidió continuar caminando hacia una biblioteca. 

-¡Melanie!.-gritó la empleada. 

-¿Qué? ¿te conozco?.-preguntó. 

-T-tu caíste en coma aquí... en esta misma biblioteca.

-No lo recuerdo. Si me disculpa, debo buscar un libro. 

Se fue al sector de los libros ignorando por completo a aquella señora que se veía preocupada y algo triste. 

Empezó a revolver todos los libros, sacaba de los estantes los que quería leer, apoyándolos sobre la mesa formando torres y torres. 

Hasta que hubo uno que le llamó la atención. 

"Reencarnación". 

¿Por qué le llamó la atención?. 

Porque en la tapa y contratapa, tenía el dibujo que estaba pintado en aquél cuadro del restaurante. 

"Podemos relacionar la palabra "reencarnación" como un significado muy particular, palabra que las personas utilizan para referirse a algo imposible, una simple creencia o algo que nunca pasaría. 

No obstante, esta palabra significa mucho. 

Quiere decir el paso de algo a otra cosa. Es decir, un ser vivo muere, y su alma aparece en otro ser vivo y/u objeto. 

Se descubrió esto hace muchos años. Con especies increíbles, como la palabra dice, que no podemos creer. 

HADA MITAD VAMPIRESA/VAMPIRO. 

Era una especie exótica, formada por cuerpo humano, pero tenía colmillos y alas. Se alimentaba de sangre humana y animal. Solo dos de ellos no morían, una era mujer, otro era hombre. Podían matarlo solo con una azada de punta de diamante, penetrándola en su pecho. 

Su alma muerta viajaba por el tiempo, al futuro. Donde reencarnaba en un ser humano común y corriente. 

Pero en el pasado, >>continuaba viva<<". 

-¿Qué?.-se dijo confundida. 

Abrió otro libro, donde nombraba un lugar, una dirección. 

"Un bosque echado a perder, quemado, todo destrozado. Menos uno, que tiene escrito un cartel tallado en la madera. Nunca nadie pudo quemarlo, ni talarlo". 

-¿Un cartel... tallado?.

Sacó su celular, anotó la dirección y se fue corriendo de la biblioteca, dejando los numerosos libros en la mesa, llevándose solo esos dos.