Parte 2. Reencarnación. Cap 20.

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Llegó la madrugada y despertó con intención de volver a su hogar guiándose de la luz del amanecer. Apenas el sol se estaba poniendo a pesar de que era invierno. El estímulo de luz se hizo presente provocando irritabilidad al abrir sus ojos. Tapó ambos con sus manos, pero luego de unos segundos los destapó nuevamente, para darse cuenta de que los árboles que en la noche anterior que estaban en su entorno, habían desaparecido. No reaccionó rápidamente, debido a que recién había despertado y era una hora bastante temprana. Se paró sin decir nada de lo que estaba viendo, lo analizaría más tarde. Miró su celular pero al acordarse de que no tenía batería, inició la caminata de regreso, y el descubrimiento del camino para poder volver. Estaba helando, una niebla hacía menos visible el ambiente, pero a medida que se acercaba se podía ver mejor. 

Después de caminar por horas y horas, con su abrigo totalmente empapado y un resfrío que en ella habitaba, se rindió y cayó a cuentas de que había perdido. No sabía el rumbo, no tenía idea de donde estaba. Solo sabía que... estaba perdida, y ya. 

Paró a sentarse en el piso al azar, con su alrededor completamente vacío y los pocos árboles que había talados. Reaccionó y se acordó del suceso que había vivido en la noche anterior... aquella luz... aquél cartel...

No pensó exactamente en una explicación, tendría -para ella-, todo el tiempo del mundo para examinarlo en casa, en ese momento solo se preocupó en ella y en qué haría, estaba sola, en un bosque sin salida, sin voz y apunto de desmayarse por el resfrío que había ganado.

Fui demasiado lejos, ahora sí me pasé -pensó-.

Mareada y estornudo tras estornudo, con fiebre e incluso un horrible dolor en el estómago por tenerlo vacío, y el dolor en su cabeza era peor por todo lo que había visto en solo un lazo de minutos en una noche. Empezó a escuchar gritos y luces de linternas, ya que el sol no había salido completamente. 

-¡Melanie! -gritaron-.

No podía hablar, simplemente no era capaz de emitir sonido. Optó entonces por agarrar una rama y con la fuerza que podía, botarla hacia la dirección de la luz de linternas. Afortunadamente las personas que estaban buscándolas se percataron, y se acercaron al sector, viendo a Melanie tirada en el piso entre las hojas secas esparcidas por la extensión de este. Moribunda y con ojeras muy notables, su ropa mojada y su pelo despeinado y en el mismo estado que su abrigo. Fueron precavidos y le llevaron un abrigo seco como para evitar el aumento del resfrío. 

-Melanie ¿qué hiciste?-preguntó Eva acercándose-.

Ella no podía hablar, movió la cabeza en seña de negación e hizo señas con sus manos pero no logró que sus amigos entendieran. La levantaron entre ambos y la llevaron fuera del bosque al auto. 

Llegaron sin emitir palabra. No se sabía si Melanie estaba dormida o desmayada en el asiento trasero del auto, pero estaba inconsciente. Andyno la tomó entre sus brazos y entraron a la casa de la chica en mal estado. La acostaron suavemente en el sofá dos cuerpos y fueron a preparar café para cuando la muchacha despertara, y también para ellos ya que había sido un trayecto largo y difícil encontrar a su amiga. 

-Oye... ¿no crees que fue malo dejarla sola? -dijo Eva-.

-Ella sola debe aprender del error que cometió, Eva. No podemos ayudarla porque yo... yo ya sé.. a donde quiere llegar. 

-¿Qué? -ladeó la cabeza-.

-Olvídalo. 

De repente notaron que su amiga movió la cabeza, entonces se aliviaron al darse cuenta de que afortunadamente estaba solo dormida. 

-¿Mhmm? ¿dónde estoy? -preguntó recuperando el habla-.

-En tu casa, Melanie.

-Yo... encontré algo. 

-Melanie ¿no ves que estás mal? ¿Cómo podes poner a esto antes que a tu salud?. Ash, eres tan terca. 

-Entonces luego hablamos pero.. prométeme que escucharán -dijo sacando una leve sonrisa-.

-Lo prometemos Melanie, ahora ve para tu cuarto y pégate un baño caliente, ponte ropa seca y ven a desayunar con nosotros. Necesitas comer algo ¿hace cuanto no comes?.

-No sé Eva. 

Melanie se levantó del sillón con un poco de dificultad, se fue a su habitación y entró a bañarse y mientras se bañaba, Andyno y Eva aprovecharon para hablar. 

-Andy... debo contarte algo.

-¿Qué necesitas?. 

-Yo... yo le guardo un secreto a Melanie... sobre esto. 

-¿Estás loca? ¿qué escondes?. 

Eva suspiró. 

-El otro día fui al bosque y... encontré algo. 

-¿¡Tú estás loca!?. 

-Shhhhhh, baja el volumen Andyno, nos puede escuchar y no quiero que se enoje conmigo. 

-¿Eres consiente de la obsesión que Melanie tiene sobre el tema?. ¿Qué tipo de amiga eres?. 

-Lo sé, lo sé. Me siento terrible pero sé que si se lo digo se enfadará conmigo. 

-¿Cuanto tiempo llevas escondiendo esto?. 

-Cuatro... cuatro semanas. 

-¿¡QUÉ!?.-gritó. 

-¡Shhh!-volvió a callar-. Yo... no sé como decírselo pero... lo voy a hacer. 



"MITAD HADA MITAD VAMPIRESA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora