Un vestido corto y de color vino yace sobre mi cama deshecha. Mi celular se encuentra al lado, con la pantalla encendida mostrando el número de Aiden. Y a la izquierda, está la notebook con mi casilla de mail abierta. Tal parece que el dueño quiere conocer al nuevo personal, ya que a última hora del día de ayer, nos llegó a todos la invitación, seguida de una breve disculpa.
Ir sola o ir con Aiden, esa es la cuestión. Aunque también hay una tercera opción, y es no ir. No quiero sentirme debilitada ante la negación de beber alcohol, me aterra que me pase lo mismo que me pasó estas dos últimas veces que estuve con Aiden en el bar, o en su casa.
El timbre del departamento suena, y tal sonido logra asustarme. Tanto pensar en el evento y la invitación de Aiden, me olvidé de que llamé a Jeremy para que venga a ayudarme con mi dilema antes de ir al hotel. Y el hecho de que esté aquí, también me va a llevar a responder a todas sus preguntas.
Al abrir la puerta, me encuentro con Jeremy y un cambio de look. Pues ya no lleva su pequeña coleta castaña, ahora su cabello está corto y perfectamente ordenado.
Al ver que observo su cambio, posa cual modelo publicitario y me hace reír.
—¿Es un mal cambio? —me pregunta.
—Para nada. Creo que hasta prefiero más esté look.
Sonríe y lo invito a pasar. Le ofrezco algo para beber, pero me dice que ya tomo un café en el camino.
Busco mi vestido y mi celular, para luego volver a la sala con él.
—¿Irás con ese vestido? —se lo muestro aún mejor— Lucirá bien en ti.
—Es lo único formal que tengo, y no quiero salir de compras sólo por este evento.
Me siento a su lado en el sofá, y resoplo exageradamente.
—Antes de que me llegara la invitación, Aiden quería que vaya con él.
Jeremy ensancha los ojos, y me hace reír al ver como se sienta más cómodo para empezar con sus preguntas.
—Eso me recuerda a que no me has contado nada aún.
Y entonces lo hago, empiezo a hablar sobre Aiden, y sobre por qué conmigo no lleva la cara de pocos amigos como con el resto. Aunque claro, el motivo de que le caigo bien, no parece ser razón suficiente para Jeremy.
—Espera, ¿quién es Tyler?
Dudo sobre si contarle o no sobre él. Y creo que no estaría mal decirle que es su hijo, sin tocar el tema de Camille, ya que eso es más bien personal.
—Su hijo —sonrió, y Jeremy vuelve a poner los ojos como platos— Fue su cumpleaños, y me invitaron.
Se queda en silencio, como si estuviera analizando la situación como todo un investigador profesional.
—Vaya, eso no lo esperaba en absoluto.
—¡No yo! Pero tienes que saber que es un gran padre. Da todo por Ty —vuelvo a sonreír.
Jeremy me mira fijamente a los ojos, para luego sonreír.
—¿Y la madre del niño? —mi sonrisa se borra— ¿Tan mala fue mi pregunta?
Ladeo con la cabeza.
—Es un tema delicado, y personal de Aiden. No puedo hablar sobre ello.
—Entiendo. O sea que, estuvieron hablando de cosas personales, y conociéndose —asiento— El cara de perro no es tan malhumorado contigo —sonrío, y niego con la cabeza. Me pregunto dónde va a terminar todo esto— Te presenta a su hijo, te invita al cumpleaños del niño, y te quedas en su casa cuando todos los invitados se fueron —no hago ningún movimiento, sólo lo observo. Creo saber a dónde quiere llegar— Y ahora quiere que vayas con él al evento del hotel, porque sólo contigo no se aburriría.
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Tú, mi refugio
RomanceA Mackenzie le rompieron el corazón. Las personas que menos esperaba, a quienes más amaba y consideraba su familia, fueron los causantes de su dolor. Su mejor amiga y su novio juntos. Desde ese entonces, Mackenzie se siente sola y devastada. Y al n...