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— Les estoy haciendo una pregunta, ¿¡Dónde estaban ustedes dos!? — está molesto, muy molesto — se supone que tenían que estar con Luna y Matteo — ¡Mierda! — ¿Qué hacían ustedes dos solos? ¡Respondan! ¡No se queden callados!

Pasaron algunos segundos hasta que decidí hablar pero se me adelantó Simón.

— Es mi culpa — ¿¡Qué!?

— Simo...

— Es mi culpa señor
Mauricio — ¿Pero qué está haciendo? — yo...le dije a Ámbar que fuéramos a ver a una feria...que hay por aquí cerca...

— ¿Una feria? — frunce el ceño.

— Sí papá — respondo — ¿Recuerdas que te dije que había una feria por aquí? — asiente lentamente — y pues...habían muchas cosas bonitas para ver y...y Simón no tiene la culpa de todo porque...porque era yo, si yo, la que decía “Un ratito más” Él quería ya venir pero era yo la que insistía en quedarse...ya sabes como soy de caprichosa — sonrío nerviosa.

Espero que me crea.

— Bueno...toda la culpa tampoco la tiene mi...digo Ámbar — él me mira y yo sonrío — porque fui yo, quién la llevó ahí y pos...yo sería el culpable de todo.

— No Simón, fuimos los dos: Tú por llevarme y yo por insistente y caprichuda.

Amo cuando me defiende y yo a él. Somos novios, hací que estamos en las buenas y en las malas.

— Bien — nos mira con una expresión seria — ¿Y se puede saber porqué no contestabas el móvil Ámbar? — ¡Maldición! — y no me digas que lo tenias apagado porque te llamaba y sonaba la línea — ahora mira a mi Simón — ¿Y tú jovencito? Tampoco contestabas.

Bueno tengo una idea. ¡Mierda! Odio mentirle a papá pero que quieren que le diga «Papi, no nos dimos cuenta de la hora porque estábamos haciendo el amor, lo siento»

¡Hug! ¡Si le digo eso me mata!

— Papá lo que pasa es que entramos a una exposición, acerca de las culturas peruanas, que por cierto son muy bonitas...bueno ese no es el punto, lo que pasa es que cuándo entramos una señorita nos pidió que apagaramos nuestros celulares y nosotros no lo hicimos, solo lo dejamos en vibrador.

— Exacto — interviene mi
bonito — luego de la exposición nos olvidamos que nuestros celulares estaban en vibrador y más aún cuando entramos por un lugar donde había música a todo volumen...

— “Imilla Sumak” — interrumpo — así se llamaba el lugar dónde entramos — sonrío tímida.

— Niña bonita — me mira a los ojos junto a una sonrisa — eso...eso es lo que significa — deja de mirarme para ver a mi padre.

— ¿Y se puede saber, qué hacían ustedes dos solos? — ¡Maldición! — se supone que tenían que estar con Luna y Matteo.

Mi bonito y yo nos miramos por unos segundos. No sabía que responderle.

— Déjeme que le explique señor Mauricio — interviene Lunita — bueno lo que pasa es que...es que...Matteo y yo necesitábamos hablar un rato, en privado y es por eso que aquí Simón y la chulita nos dieron nuestro espacio y pos decidieron irse a conocer un poco Cuzco — sonríe tímida.

— ¡Hay mi niña! — se acerca y me abraza para luego besar mi frente — pensé que te había pasado algo malo o quizás se habían perdido...

— Papá, estoy bien, así que no pienses eso...

— Tuve mucho miedo Ámbar...miedo a perderte — hay papá — ya perdí a tu madre y si te llegara a perder simplemente moriría...

— Papá — lo tomo de las
mejillas — eso nunca pasará, yo siempre estaré contigo — lo vuelvo abrazar con fuerza — no me perderás, eso nunca — sentía mis ojos húmedos y es que el solo hecho de hablar de mamá, hacía que las ganas de llorar se presentaran en mí.

— Me preocupaste mucho pequeña traviesa — limpié una pequeña lágrima que había rodado por su mejilla — no lo vuelvas hacer.

— Lo siento papá pero no tenías que preocuparte, yo no estaba sola — sonrío para luego mirar a mi Simón y extender mi mano para que él la tomara, lo cual hizo — Simón estuvo cuidándome — mi papá miraba como nuestras manos estaban unidas. Llegó el momento — papá y mi hermoso abuelito, tengo que contarles algo muy pero muy importante...

— Tío Mauri disculpe pero parece que lo están llamando — ¡Juro que odio a Matteo!

¿Por qué diablos hace esto?

Cuando estaba a punto de contarle a mi familia sobre lo más bonito que me ha pasado en la vida, él viene e interrumpe.

— Oh sí — papá saca su móvil de su camisa — creo que es el oficial que me estaba ayudando en buscarte — ¡Ups! — tengo que contestar y comunicarle que mi niña hermosa ya está aquí conmigo — se acerca y besa mi frente — vuelvo en un rato y me cuentas lo importante que quieres decirme, ¿Si? — sonríe y sale de la cabaña para contestar su llamada.

¡Maldito Matteo!
¡Había arruinado el momento! ¡Hug! ¡Lo odio!
¡Y todavía sonríe el muy idiota!

— Lo siento — le susurro a mi bonito, podía ver que miraba con molestia al italiano ese.

Él se acerca, me abraza para luego dar un cálido beso en mi cabeza, yo por istinto cerré los ojos, me encanta sentir sus besos.
Cuando abro mis ojos pude ver al abuelo mirándonos con cierta picardía.

¡Mierda! ¡Me había olvidado por completo que estaba aquí!

¡Maldición!

Me separo rápidamente pero no fui la única, Simón también lo hizo. Al parecer se dió cuenta también de que el abuelo estaba aquí.

Mire el suelo, traté de esquivar su mirada. Podía sentir como la sangre me subía a las mejillas.

— Bueno — aparece papá — ya está todo resuelto — sonríe — ¿Bien Ámbar que es lo que me tienes que decir?

No era lo mismo, el momento ya se había perdido pero igual estaba decidida a decirle que mi novio es mi bonito, Simón Álvarez.

— Papá...

— Bueno...Ámbar lo que quiere decirle es que si...si todos podemos ir a la feria
mañana — ¿Qué?

— Simón...

— ¿Mi niña, eso era lo importante? — ¡Obvio que no!

Suspiro.

¿Por qué tuvo que inventar todo eso? Yo le iba a contar a papá sobre nuestra relación...tal vez tenga miedo o no sé...¡Hug!

— Si eso, eso era lo importante papá — mentí — es un lugar muy bonito y quiero que vayamos juntos a disfrutarlo — podía sentir la mirada de Simón en mí pero decidí ignorarla.

¿Qué? ¿Acaso no quiere que lo presente ante mi familia como mi novio?

¡Tonto!

Primero Matteo, el arruina momentos y ahora él que se inventa algo para que yo no le diga a mi padre que tenemos una relación.

Nose porque lo hizo y tampoco quiero saberlo.

Sí, estaba molesta.

¡Doble tonto!

🖤

¡Oshe tú! ¡Deja de mirarme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora