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La reina de la pista. La chica que saca las mejores calificaciones en el Blake, está aquí paradota sin saber que responder o inventarse algo ante el regaño de su profesor de historia. ¡Todo por culpa del mexicano ese! ¡Lo odio!

Miro de reojo a mis amigas, Delfi me muestra una hoja donde claramente pude visualizar unas letras escritas con plumón negro. Sonreí, como la amo.

— Fácil — coloco mi cabello hacia atrás, como suelo hacerlo — su tema es sobre las culturas egipcias — que aburrido.

— Bien — volvió a sonreír — entonces me podrá responder la siguiente pregunta — ¡Mierda!

El viejo ese estaba a punto de abrir su boca y así pronunciar sus palabras pero la campana de receso lo interrumpió.

Agradecí por mis adentros.

No dijo nada y regresó a su pupitre a recoger unas hojas. Idiota.

— ¡Hey! ¿Ámbar, en qué estabas pensando? — apareció Jazmín con una sonrisa picarona.

— En nada — respondí seca.

— Vamos amiga, sabes muy bien que te conocemos a la perfección cuando mientes — apareció Delfi.

Es verdad, son mis mejores amigas, prácticamente como hermanas y ellas saben muy bien cuando miento.

— Les contaré pero prefiero hacerlo en la mansión — respondí con cierto nerviosismo.

— ¡Bien! ¡Ya quiero que sea
salida! — saltó de alegría Jazmín — por cierto, hoy después de ir a tu casa, tenemos que ir al Roller.

— ¿Qué? ¿Por qué? — ¡Mierda! Deja de estar nerviosa.

— Es obvio Ámbar, tenemos que inscribirnos para el siguiente open music — dijo Delfi.

¡No! ¡No iré! ¡No quiero verlo! Además nunca le he dirigido la palabra y mucho menos pienso dirigirsela ahora. No después de que nos besa...¡No iré!

🖤

¡Oshe tú! ¡Deja de mirarme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora