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~ Tres meses después ~

— ¡Aiii pero que hermosa es esta nena! — la tomo en mis brazos y siento que mis ojos se comienzan a humedecer — es tan linda — acaricio sus cachetitos rosas.

— Am — oigo decir a Delfi quién se encontraba acomodando la cuna — ¿Por qué lloras?

¿Llorar? Cuando escuché su pregunta de inmediato pasé mis dedos por mis mejillas y era cierto.

— No sé, últimamente he estado un poco sensible — seco mis lágrimas — Delfi, Malena es igualita a tí.

— Yo creo que se parece más a Pedro — dice Jazmín, mientras se limaba las uñas — ¡Hay chicas no puede ser!

— ¿Qué pasa Jaz? — cuestiona Delfi. En ese instante siento como la pequeña Malena comienza a jalar un mechón de mi cabello.

— No beba eso no — le reprocho sonriendo, mientras intentaba quitarle mi cabello de una de sus manitas.

— Me acaba de llegar un mensaje diciendo que el director fashionista llega en una semana. ¿¡Saben lo que significa eso!? ¡Ni siquiera he organizado nada! ¡Mierda! ¡El desfile será un horror! ¡Sería el fin de mis sueños! — Jaz es una diseñadora de modas.

— No exageres Jaz — le digo — ¡Delfi tu hija me va a dejar calva! — sonrío.

— Ámbar tiene razón, Jaz — ¿Acaso no escuchó lo que le dije?

— ¡No estoy exagerando chicas! ¡Será el fin de mis sueños! Nunca más me podrán...

— ¡Jazmín Carbajal! — eleva la voz Delfi — ¿Quieres tranquilizarte? Tienes una semana para organizar el desfile, todo irá bien amiga.

Esta niña no me deja de jalar los cabellos.

— Delfina tiene razón,
Jazmín — le digo — Delfi...necesito ayuda.

— Exacto. Además tú eres muy buena para esas cosas. Será el mejor desfile de modas que existirá en la historia.

— No Male, mi cabello no — estoy en una batalla con esta pequeña — ¡Delfi...te necesito aquí!

— Además Ámbar y yo, te podemos ayudar — ¿Qué? — yo podría dejar a Male con su papá por unas horas y sabes muy bien que Ámbar es una experta en modas, tiene mucho estilo — bueno sí pero...¡Auch! ¡Eso dolió Malena! — ¿No es así Am? — me mira y veo como sus ojos se querían salir de su órbita.

Por fin se dió cuenta.

— ¡Por Dios! ¿Qué le pasó a tu cabello Ámbar? — dice Jaz.

Sonrío y la vez achino los ojos.

— Una batalla con esta preciosura. ¿Sabes hace un buen rato que estoy pidiendo ayuda a SU MADRE pero ella ni caso ME HACÍA?

Delfi pareció captar el mensaje, así que rápidamente se acerca a mí para tomar a su hija en brazos.

— No mi amor, no se le hace eso a la madrina — se aleja de mí porque sabe muy bien que quiero explotar.

Veo como un mechón de mi cabello cae sobre mi rostro. ¡Por Dios! ¡Pero que feo está ese mechón! Bufo y decido soplar para poder apartarlo de mi cara.

— ¿Entonces Am...nos ayudarás, cierto? — pregunta con miedo Delfina.

— Chicas — me tranquilizo — saben que soy experta en modas pero en la moda de diseñar planos de casas y edificios. Neta que quisiera ayudarlas pero tengo que entregar un plano de una casa a un ingeniero que últimamente me está aturdiendo mucho — bufo — es muy exigente el tipo ese pero...— las miro fijamente — podría hacer una excepción, por ustedes.

¡Oshe tú! ¡Deja de mirarme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora