"Kirishima, Fatgum te está buscando otra vez, ¿No crees que sería buena idea que dejes de esconderte de él?"
Solté un ruidoso bufido al oír a Sero acercarse a paso tranquilo, agitando su larga cola y sentándose a mi lado. Ese lugar apartado de nuestra segunda villa lo había descubierto poco después de mudarnos. Se lo enseñé a mis dos mejores amigos y, para mi desgracia, de esta forma ellos podían encontrarme con bastante facilidad.
"No quiero verlo, Sero." Bufé nuevamente. "Fatgum sólo quiere seguirme entrenando para que me convierta en el líder, y eso es aburrido."
"¿Por qué sería aburrido? Ser el líder de los tuyos debe ser algo genial, ¿no? Denki incluso va a la cueva de Fatgum a acosarlo para que lo entrene."
"Lo sé, y es por ello que Denki debería serlo y ya."
"Sí, pero tú eres quien tiene mejores cualidades físicas que Denki, tienes más fuerza y eres el mayor... Además sabes que tu madre..."
"Sero." Lo interrumpí. "Mi madre no me haría hacer esto en contra de mi voluntad, no me agrada que hables de ella como si la hubieras conocido mejor que yo."
Un silencio incómodo empezó a crecer y suspiré. Observé a mi mejor amigo sentirse culpable y con mi enorme cola, le di un pequeño golpe en su parte trasera. Sero me observó y luego me mostró una mirada más alegre, entendiendo que no me encontraba enojado, y que lamentaba haberle hablado de esa forma.
"¿En serio te gustaría que Denki nos gobierne? Es nuestro amigo pero... No sé si sea un buen líder"
"Tampoco sabemos si yo lo sea."
"Cierto, pero si hablamos de porcentajes, prefiero que tú seas quien se encargue de cuidarnos... Ya sabes, la villa es segura pero no sabemos por cuanto tiempo esto continúe, además se nos están acabando los animales y pronto tendremos que ir a buscarlos en las lejanías, Kirishima, y necesitamos un líder para hacer eso."
Y tenía razón, como siempre. Sero heredó la inteligencia y sinceridad de sus padres, dragones que también murieron cuando tomaron nuestra primera villa. Entre los dragones, era una tradición que cuando te volvías el líder de tu familia, cambiabas tu nombre por tu apellido, pasar de Eijiro a Kirishima fue difícil, como lo fue para Sero dejar de ser sólo Hanta. Denki era un caso aparte, su abuela vino con nosotros cuando huimos, por ello, aunque bastante vieja, ella continuaba siendo la cabeza de la familia Kaminari.
Así que, Sero era quien se encargaba de decirme la realidad y las alternativas, mientras Denki era un dragón soñador, siempre pensando en que pronto podríamos volar de nuevo, abrir nuestras alas y batirlas en el aire mientras surcábamos los cielos y nos sentíamos libres. Desde el ataque y por nuestra protección, nuestras alas se mantenían guardadas y muy pocas veces podíamos siquiera estirarlas, la nueva villa era mucho más pequeña que la otra, así que incomodábamos en algunos casos, como en el mío, que heredé las enormes alas de mi padre.
Aunque yo no estaba en desacuerdo con varias de las ideas de Denki, sí era cierto que no podíamos vivir de esperanzas para siempre, un buen líder era ese dragón que fuera capaz de saber cuándo actuar por instinto y cuando actuar con el corazón y cerebro, y Denki parecía vivir con su corazón en la mano.
"Aunque tengas razón, sigue sin gustarme la idea de ser el líder, Sero."
"¿Es por el tema de la última vez? ¿El apareamiento?"
"Tsk..."
"Oh, vaya, es por eso." Resoplé, soltando un poco de humo desde mi nariz. "Pero no puedes hacer nada para cambiar eso, Kirishima. Sabes que somos uno de los pocos grupos de dragones que quedan, y tenemos que reproducirnos para que nuestra especie no muera, es normal que el líder, ya que no tiene una pareja fija, sea quien preñe a la mayor cantidad de hembras de la villa, ¿no? Tus hijos serán fuertes y luchadores como lo marca su linaje."
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El batir de sus alas | Bakugou Katsuki x Kirishima Eijiro
FanfictionAU Medieval. | Kirishima, un inmenso e imponente dragón rojo, desde muy temprana edad fue víctima de las injusticias que caían sobre sus iguales. Con el corazón lleno de dudas y una misión de vida que no deseaba, tomó la decisión equivocada y termi...