El batir de sus alas | Bakugou Katsuki x Kirishima Eijiro

#O7.

"¡Tsuyu! ¡Maldita rana! ¿Dónde demonios estás?"

La voz grave y ronca de Katsuki se hizo rápidamente conocida para mis oídos, acostumbrándome a ella. Sin embargo, eso no significaba que sus potentes y ruidosos gritos no continuaran siendo bastante molestos, aún más cuando tenía un oído tan agudo, manteniendo aún varias de las cualidades de mi yo-dragón.

Después de escucharlo gritar un par de veces más, desde dentro de la pequeña taberna, apareció una chica con rasgos bastante peculiares. Ella era una humana también, por lo que casi al instante me puse alerta. Katsuki no pareció notarlo, pero avanzó un par de pasos hacía ella, evitando que esta camine hasta donde yo me encontraba. Fue así como, más relajado, me atreví a mirarla atentamente, reconociendo rasgos en su rostro, rasgos parecidos a una rana, tal y como Katsuki la llamó en un primer momento.

"¿Katsuki-chan?" preguntó la chica, sonriendo con suavidad. Era bonita, supuse, pues su sonrisa me transmitió una pequeña tranquilidad. "No esperaba que volvieras aquí hasta el fin de mes, ¿qué sucede?"

"Tampoco es que haya querido venir a voluntad" respondió Katsuki, siempre tan sincero como siempre. "Es por este idiota" y me señaló.

"¿Yo?"

"¿Quién es él, ribbit?"

"Se llama Kirishima y se está quedando conmigo" fue la vaga respuesta del rubio, la cual agradecí, prefería que nadie más, aparte de él, tuviera conocimiento sobre mi verdadera identidad. "El problema es que no tiene ni un carajo para ponerse, así que vine a que le consigas algo"

"Oh... Ya veo"

Sentí como la peliverde me analizaba con cuidado, sacando su lengua mientras admiraba cada detalle de mi cuerpo descubierto, con sólo el pedazo de tela que provenía de la capa de Katsuki. La chica de nombre Tsuyu sonrió después, asintiendo con la cabeza.

"Creo que tengo algo de ropa por aquí, ¿puedes venir conmigo, Kirishima-chan?"

"¿Eh? Pe-Pero..."

"Ve, idiota" me interrumpió Katsuki. "Tienes que ponerte algo, me fastidia la existencia verte tan descubierto, así que apúrate."

"Está bien..."

Obedecí voluntariamente, siguiendo a la extraña hasta dentro de la parte más profunda de la taberna, mientras Katsuki aguardaba afuera. Tsuyu empezó a rebuscar entre las muchas cajas apiladas del lugar y yo también te atreví a observar con detenimiento cada detalle de ese enorme lugar. Si bien ya en la entrada se encontraban variedad de cosas, en ese lugar todo parecía multiplicarse.

"Entonces, Kirishima-chan" Me ericé ligeramente al oírla llamarme, pero no hice ni dije nada. "¿Desde cuándo eres amigo de Katsuki-chan? Es raro verlo socializar con alguien".

"Oh... Uh... No sé si soy su amigo."

Respondí del modo más sincero posible. Sabía qué eran los amigos, tenía a Denki y a Sero, por ejemplo, además de los otros dragones de la manada, pero la amistad era algo que debía generarse mutuamente y Katsuki no parecía sentir eso por mí, por lo que preferí no meterlo en aprietos ni nada parecido.

"¿No?" preguntó ella, sacando varias ropas de dentro de una caja, dejándolas sobre una antigua mesa. "Katsuki-chan... Desde que lo conozco, nunca lo había visto con alguien, ¿sabes? Él viene a fin de mes a darnos algo de provisiones a cambio de que le ayudemos con sus armas o implementos. Mi papá ya no puede salir a cazar tanto como antes y yo debo encargarme de la taberna, así que tenemos un silencioso mutuo acuerdo."

"Sí... ¡Katsuki es muy bueno cazando!"

"Lo sé, ribbit" La chica sonrió adorablemente de nuevo, casi contagiándome esa dulce sonrisa. "Pero también es muy solitario, estaba un poco preocupada por él."