El batir de sus alas | Bakugou Katsuki x Kirishima Eijiro

#13.

"¡Tú... Maldita vieja bruja!"

Oí a Katsuki gritar y volví a cubrir mis orejas mientras Izuku sonreía incómodamente y oíamos las risas burlonas de una mujer mayor, muy parecida físicamente a Katsuki. Eso mientras este parecía dispuesto a matarla después de jugarle semejante broma.

Para mi sorpresa, al llegar a la aldea, no tuve que encontrarme con demasiados humanos. Katsuki no era bienvenido ahí, así que entramos por la parte trasera de las casas, hasta encontrar la suya y pasar por una de sus ventanas. Al primer humano que vi fue a esa mujer, quien se encontraba acostada descansando. Para cuando Katsuki se acercó, ella le tomó las mejillas y se las pellizcó, empezando a reír exageradamente.

"¡Si no convencía a Izuku-kun de que estaba enferma, jamás vendrías a verme, maldito hijo infeliz y malagradecido!"

"¡Tuve que caminar por más de día y medio por tu jodida culpa! ¡Eres una vieja de mierda!"

"¡Y tú un hijo irresponsable e idiota! ¿Te olvidas de tu madre de esa forma? ¡Inútil!"

"Aaaaagh, ¡sabía que no podías estarte muriendo! ¡Brujas como tú viven más de cien años!"

"¡¿A quién carajos estás llamando bruja?!"

Ambos continuaron discutiendo entre gritos mientras Izuku y yo los observábamos, los dos igual de sorprendidos. Pasó bastante para que recuerden que existimos y dejen de amenazarse a muerte, aunque pronto toda la atención de la madre de Katsuki se centró en mí.

"¿Y él quién es?"

"Es un amigo." Respondió Katsuki mientras nuestras miradas se encontraban, confirmándome que él deseaba que mi secreto continuara de esa forma, incluso ante su madre.

"¿"Tú" y "amigo" pueden ir juntos en una misma oración?" preguntó la mujer con una clara voz dudosa. Luego se dirigió a mí y me sonrió con calidez, sacándome una pequeña sonrisa. "¿Cómo te llamas, cariño?"

"Ah... Kirishima" respondí, avanzando un paso hacía ella. "Mi nombre es Kirishima y... Y es un placer."

"Pero que niño más educado" sonrió ella "¿en serio eres amigo de mi hijo o te ha secuestrado? Si es así avísame, llamaré a tu madre para que venga por ti."

"¡Oh no! Yo..."

"La mamá de Kirishima ya no está, vieja, él está conmigo ahora".

Dirigí mi mirada a Katsuki y me encontré con sus ojos atentos, preocupados. Suspiré al ver como la expresión de su madre cambiaba a una muy apenada, quizás porque sintió que no había hablado correctamente. Negué con la cabeza, sonriendo después.

"Ahora me gusta estar con Katsuki, él es... Increíble, señora."

"Oh cariño..."

La mujer se levantó de su cama con cuidado y caminó hasta acercarse a mí. Sin reparo y sin aviso, su cuerpo tomó el mío en un abrazo mientras me atraía hacía ella, llenándome de su calidez. Quise apartarme, pero recordé la última vez que reaccioné de una forma tan drástica y las heridas que le provoqué a Tsuyu. Por lo que, tan rápido como pude, intenté tranquilizarme ante su dulce tacto.

"Lo lamento mucho, Kirishima-kun"

Cerré los ojos suavemente después de entender que ella sólo intentaba darme su apoyo, así que, con cuidado, guie mis manos hasta su espalda y le correspondí al abrazo de la mejor forma que podía hacerlo, al fin y al cabo, no había sido abrazado de esa forma jamás. Vagamente, los recuerdos de mi madre llegaron a mi mente, encontrando algo de similitud entre la calidez que la mamá de Katsuki intentaba proporcionarme y lo mucho que ella me entregaba en cada uno de sus mimos cuando yo era niño.