Mi Enana Favorita

Capítulo 16

— Haber, por dónde empiezo...

— A lo mejor es una locura, pero yo iba a sugerir que empezases por el principio —interrumpe Logan. Siempre ha de hacerse el gracioso.

— Gracias, eres de gran ayuda —se hace el sarcástico mi hermano.

— Solo cuéntalo. No es tan difícil —se encoje de hombros Lucas.

— Vale —acaba accediendo a contarme su historia— Esta historia te puede causar trastornos psicológicos. Te aconsejaría que fueses pidiendo cita con tu psicólogo.

— Claro que sí, machote —me acomodo más— Va, cuenta la maldita historia ya.

— Vale, vale, que impacientes estáis, dios mío —empieza— Todo pasó el verano pasado...

— ¿Mamá y papá saben algo de lo que vas a contarme? —interrumpo.

— ¿Tú qué crees? Pues claro que no saben nada. Ahora... ¿Me dejas continuar con mi magnífica historia?

— Lo siento, continúa.

— Pues como iba diciendo... Todo pasó el verano pasado. Yo salía con una chica —piensa unos instantes— Ramel creo que se llamaba.

— Broh, se llamaba Rachel —le interrumpe ahora Logan.

— Ramel, Rachel... Parecido. ¿Ahora podéis dejar de interrumpirme de una vez? —asentimos todos con la cabeza— Pues Ramel... Quiero decir, Rachel, vivía en la residencia de al lado. Todos los días venía a nuestra residencia, a verme, obviamente — se alaga él solo.

— Ogh, sí, ya me acuerdo de sus piernecitas blancas... —babea Logan. Y de nuevo vuelve a interrumpir a mi hermano, el cual está echándole una mirada asesina— Perdón, continúa.

Suspira— Sí, Logan, tenía unas piernas muy blancas. Pero, ella nunca me dijo que tenía un ex novio de 25 años. A ver, yo intuía que seguro que había tenido novios en toda su vida, pero no de 25 años. Entonces, un día, justo cuando todos nos íbamos a la playa, Rachel vino corriendo. Estaba llorando a gota gorda, y no había quien pudiese tranquilizarla. Cuando ya dejó de llorar me lo contó todo. Se ve que su ex novio había venido a buscarla para llevársela, y ella no quería irse con él. Lo peor de todo, y que nadie sabía, era que estaba divorciada —Sarah y yo nos quedamos alucinadas. He de decir que mis ojos se me salen de las órbitas.

— ¿Una chica de apenas 17 años divorciada?

— Sí, eso mismo pensé yo.

— ¿Te explicó el por qué?

Todos agachan la cabeza— No, no llegó a contárselo nunca —balbucea David.

— Cuando me enteré de que su ex novio estaba aquí, me puse muy muy celoso. Vi su coche aparcado en la puerta de su residencia. Aún me acuerdo de la marca... Un porsche tenía el cabrón. Su manera de vestir era igual a la de un chico adinerado y, en parte, el coche también lo demostraba.

Flashback:

(Me acerqué hasta su residencia, intenté esconderme para oír qué sucedía. Quería averiguar por qué estaba él allí.)

— Olvídame, Tyler. No quiero saber nada de ti, ni de tu puta pasta. Solo, olvídame por favor. (Le rogaba ella.)

— Solo ven conmigo y hablemos tranquilamente, Rachel. (Intentaba convencerla.)

(Yo no quería que hablasen nada, solo quería que Rachel estuviese tranquila y que él la dejase en paz.)

(Ellos seguían discutiendo... Y yo me fui a escondidas hacia mi residencia. Cogí unas tijeras, guantes y un pasamontañas... Ellos aún discutían, así que tenía bastante ventaja. Me dirigí hacia su precioso coche, y corté los frenos.)