– ¡BECCA! – Me llamaban a gritos los hermanos Selman pero no quería ir hacia ellos.
O por lo menos no quería ver a Mario; no después de todo lo que me dijo.
[...]
– ¡Mario! – Gritaba intentando detenerlo, pero el seguía caminando sin hacer caso a mi llamado.
Llegué hasta él y tomé su brazo.
– ¿Qué pasa? – Habló desinteresado.
– ¿Estás bien, por que no almorzaste con nosotros?
– Okay, Becca tengo se ser sincero. No creo que esto funcione – Me detuve al escuchar esas palabras, primero el me había besado cuando había ido a ver a Cat y después de un tiempo comenzamos a "salir" no oficialmente.
Me había insistido demasiado hasta que le dí la oportunidad y ahora me dice que no quiere nada.
– ¿Qué, por qué? – Alejé mi mano de su brazo mientras sujetaba bien mi mochila.
– Cat... – Comenzó a decir pero lo corté.
– Sabes que a ella siempre quiso que su mejor amiga y su hermano se gusten – Hablé mirándolo a los ojos, él evadió mi mirada.
– Eso es lo que crees, pero yo sé que no
– Okay, esto se acabó – Pasé a su lado empujándolo bruscamente, estaba enojada.
[...]
Bajé del árbol donde estaba y casi caigo encima de Hunter.
– ¡Hey, hola Becc! – Me dio un largo beso en la mejilla y sonreí.
– Hola Hunter – Con mi mano indiqué que siguiéramos caminando.
– ¿Qué tal las cosas con Mario? – Traté de disimular una mueca.
– Nunca fuimos nada
Hunter no respondió, solo dejó de caminar y se me quedó mirando. Sentía que se acercaba poco a poco hasta que estábamos a pocos centímetros.
Cerró sus ojos y miré detrás de él, estaban los Selman y Blake mirándonos atentamente. Así que, con todo el dolor de mi corazón al ver a Mario ahí, junté mis labios con los de Hunter.
Tomó mi cintura delicadamente, mientras colocaba su mano en mi mejilla. Seguía el beso y acariciaba su cabello rizado, sonreí antes de separarnos.
– Bec... – Estaba a punto de hablar cuando alguien lo empujó haciéndolo caer al suelo, y ese alguien era Mario.
Comenzaron a golpearse, unos se acercaban a ver la pelea o a grabarla mientras Blake y Carson intentaban detenerlos. Y cuando por fin se alejaron me acerqué preocupada a Hunter revisando sus heridas, que no eran tan graves.
– ¿Qué demonios te pasa? – Grité enojada en dirección a Selman.
– La pregunta es, ¿Qué te pasa a ti? Lo nuestro se acaba y rápido vas de zorra con él– Mi mano quedó marcada en su mejilla después de golpearlo.
– ¡Yo no soy ninguna zorra, tu mismo dijiste que no eramos nada! Nunca te importé, no sé por que hiciste esto, solo quieres llamar la atención Selman– Lágrimas querían comenzar a salir de mis ojos pero me contuve.
Salí corriendo antes de comenzar a llorar, por qué Mario tenía razón, besé a Hunter por qué lo extraño.
