– ¿Ahora que tontería te hiciste? – Habló através de el celular, cuando Zach le llamó para que lo fuera a ver.
Y sabía que se había hecho algo, la última vez que le dijo eso había decidido tener un corte 0. Solo esperaba que no se tatuara el ojo.
Tomó las llaves del carro de Mario y se subió para emprender camino a casa de Zach. Y después de veinte largos minutos lleguó, ya tenía llave de su departamento así que con facilidad entró.
– ¡Hey Babe! – Gritó el ojiazul al ver a su novia entrar.
– ¿Estás bromeando? – Soltó la chica al mirar su ceja ahora con dos lineas cruzándola.
– Solo quería algo nuevo – Se encogió de hombros y se acercó a la chica.
Plantó un beso en sus labios y sonrió.
– Tú siempre eres algo nuevo Zach – Habló la rubia tomándolo por los hombros y sonriendo dulcemente.
– Gracias honey, siempre me haces sentir bien – La abrazó tiernamente mientras acariciaba su cabello.
– Solo quiero ver feliz al mejor novio del mundo – Sonrió y le dió un corto beso.
Comenzaron a hablar y después de repartirse unos cuantos besos fueron a la cocina. Clayton había preparado algo especial para su adorada novia, hoy hacían un mes más de relación. Y con la agenda tan ocupada de ambos, los demás meses no los habían pasado del todo bien.
– Espero que te guste, es tu favorito – Cheryl embozó una sonrisa al ver el plato frente a ella.
Y Zach no se refería a que era su comida favorita, si no, que era Sushi en forma de osito perfecto.
– ¡Gracias Zach! – Lo abrazó de los hombros y lo besó.
– Feliz año y ocho meses a tí – Extendió su mano, donde había un pequeño barco de papel.
Era hecho a mano, literalmente con una hoja de papel hecho por el mismo. Pero tenía un detalle que lo hacía especial. El ojiazul había dibujado no detalladamente a una pareja dentro que suponía que eran ellos.
Después de comer fueron a jugar videojuegos un rato. Cheryl se quedó mirando a su novio mientras jugaba.
– No me mires así honey – Zach sonrió sin despegar la mirada del televisor
– ¿Así como? – Preguntó divertida la chica mientras se colocaba en el regazo de su novio.
Que por fin dejó el mando para mirarla a los ojos con una sonrisa. Acercó sus rostros y la besó.
