Mía, es lo único que pasaba por mi cabeza al ver pasar a Chantelle conversando con Joey y Charles.
Sin pensar, caminé hacia ellos y le sonreí a la chica, rodeando su cuello con mi brazo. Ella se limitó a sonreír y retiró mi brazo, siguiendo su camino junto a su hermano y su mejor amigo.
Pero esto no se quedaría así. Esperé hasta la hora del receso y la encontré en un pasillo con su celular, y cuando pasó al baño la jalé rapidamente cubriendo su boca para que no gritara
– Shh, soy yo – Se tranquilizó cuando lo dije y se volteó rápidamente
– ¿Ahora que quieres? – Sonaba molesta
– A tí – Me acerqué y la acorralé contra la pared, estaba a centimetros de sus labios.
Y la besé, se dejó llevar mientras la cargaba y la ponía en el lavamanos, mis manos bajaron a su abdomen levantando su playera. El beso subía de tono a medida que nos acercabamos.
Intenté bajar las manos un poco más pero me lo impidió
– Basta Blake – Se separó con la respiración entrecortada y los labios levemente hinchados.
Se bajó del lavamanos y se miró al espejo, arreglandose la playera y el cabello.
– Dios, soy una zorra – Susurró, y sus ojos se llenaron de lágrimas
– No, no lo eres – Me intenté acercar pero se puso a la defensiva
– No me toques Gray – Pasó a mi lado y antes de quitar el seguro a la puerta volteó – Me gusta Hunter
Y salió, dejándome solo y con el corazón roto.