Really Worth It?

Capítulo 2 - Good Enough

Regrese a mi asiento. ¿Qué pasaba? ¿Me había sonreído? Algo estaba mal.

Culmino la clase, seguida por la de algebra, lenguas y biología. Todo normal, pero no podía olvidarme de lo sucedido con Stefan. Él nunca te sonreía a menos que formaras parte de su círculo social.

El receso comenzó y camine hacia la cafetería, "¿Por qué Danielle? ¿Por qué tenías que enfermar justamente hoy?" Le reclamaba mentalmente a mi mejor amiga.

Tome asiento en la última mesa del lugar.

"Soy el futuro que perdiste en el pasado" me reprimió mi subconsciente. "¿Sola, Darissa?, ¿Ahora estás sola? ¿Dónde quedo la Darissa sociable, rodeaba por las mejores amistades del instituto?"

—Robaste el amor que estaba guardando para mi misma­—me limite a decirme.

Mientras le daba una mordida feroz a mi manzana y olvidaba mis pensamientos, sentí una mirada. Me incomodaba.

Stefan mirándome con esos ojos dignos de un tipo como él, simplemente no podía decodificar el significado de su mirada.

Estaba consciente de su atención hacia mí pero no le di importancia, así no se daría cuenta que me ponía realmente nerviosa y provocaba que mis manos sudaran.

Mi salvación, de algún modo llegó.

Llame a John y este se acercó.

Sabía que me arrepentiría con lo que diría.

—Ya lo pensé.

—¿Y qué decidiste? Espero que no sea un no— exigió el pelirrojo.

—No, nada de eso... acepto— reclame con repulsión al decir la última palabra.

—¡Excelente!, a la salida tienes que ir al laboratorio. El profesor te presentará a tú compañero.

—¿Qué? ¿Compañero? Pensé que era un proyecto individual— abrí mis ojos a tope totalmente sorprendida.

—Así era, pero ya sabes cómo es Foster.

—¡No!, no sé cómo es el profesor de química— comenzaba a irritarme... de nuevo.

—Nos vemos— dijo ignorando lo anterior. Se marchó al mismo tiempo que escucho ese ruido ensordecedor que limitaba el tiempo de descanso.

Menudo chico.

Fui directo a mi casillero para dirigirme a la clase de literatura.

——-

El profesor procedió a colocar una película.

Romeo y Julieta.

"¿En serio? Usted me debe odiar" le protestaba internamente al Sr. Owen.

De toda la variedad de filmes, ¿Por qué una romántica? Mejor una de acción, suspenso o una simplemente en donde no sé mencioné nada relacionado con un amor trágico.

Odiaba lo cursi.

Me gusta lo romántico como a cualquier chica, sin embargo morir por causa del amor o cualquier cosa relacionada con lo cursi, simplemente me hacía vomitar sangre.

Y para mi desgracia me tocaba clase con los mismos compañeros que en la clase de historia.

Más perfecto no podía ser este día.

"Tranquila Darissa, es tan sólo una película. Respira. Son tres hora de ver a dos enamorados derramando miel pero con un final cruel".

Mátenme, en serio, alguien apiádese de mí.

Después de una hora que había comenzado el martirio, ya se había escuchado suspiros por parte de la mayoría de las chicas además de uno que otro comentario sobre que alguna de ellas quería una relación tan pura y verdadera como aquella.

Nótese que los sentimientos y emociones no están tan desarrollados al máximo en mí.

—¿Estas disfrutando? — el aliento de alguien recorrió mi cuello al decir esa frase.

Voltee de inmediato, percatándome de quién me había hablado.

—Claro— fue lo primero que salió de mi boca, pero la expresión de mi cara decía todo lo contrario.

—Yo también— dijo mientras se arreglaba el mechón frontal de su peinado.

¿Se burlaba de mí?

Fruncí el ceño. Y regrese a la posición adecuada, definitivamente no había hombre más hipócrita que O'pry. ¡No había!

Dieron las 2:30 de la tarde, indicando el término de la clase.

¡Ya no aguantaba estar ahí!, ni mucho menos seguir escuchando los chillidos y sollozos de las porristas y de mis compañeras, motivo del triste final de la novela.

"¡Por dios!, TODOS, TODOS sabemos que termina así. ¿Quién no sabe la historia?" me daban ganas de gritarles y así detener el río de lágrimas.

—Pueden retirarse— dijo el Sr. Owen antes de que mis piernas reaccionaran e hicieran que saliera huyendo del aula.

Después de aquella salida enérgica a través de los pasillos llegué al laboratorio donde seguramente el deseperado profesor Foster me estaría esperando.