Capitulo 21 - DNA

42 1 0
                                    

Ningún rayo solar se colaba por los ventanales de mi habitación. Una espesa capa de nubes grises opacaba el cielo raso.

Abrí las cortinas. El ventanal mostraba el boulevard totalmente blanco, la nevada siguió cayendo durante la noche.

Tome mi celular y escribí un mensaje a Foster, preguntándole su estado y deseándole un buen día.

La noche anterior, apenas y pudo dejar de estornudar. Ni hablar de su voz casi irreconocible, estaba ronco. Su risa daba terror.

Cerca de las doce de la noche, Stefan me trajo a casa. Le aconseje que se tomara alguna píldora para prevenir que los virus del profesor le enfermaran. El solo rio, tomándome como paranoica.

Fue una cena divertida y tranquila. Ni una pelea por parte de ambos

Y ni siquiera tocar el tema del incomodo incidente con aquella anciana. No se hablaría de ello.

Llego el mensaje de respuesta, leí que estaba mucho mejor y agradeció una vez más por la cena.

Encendí la ducha tecleando rápidamente que se cuidara y que lo vería el lunes.

Me introduje al agua sin esperar su contestación.

Terminaba de enjuagar mi cabellera cuando el tono de llamada sonó.

Asome mi cabeza y eleve el celular hasta mi oído.

-Bueno- conteste limpiándome mis ojos, quitando los residuos de jabón.

Esta es una de las situaciones más incómoda para atender una llamada.

-Darissa, ¿Estas ocupada?- la voz de Max se originó a través del teléfono.

-Me estoy duchando.

-¿Quieres que vaya y te ayude?- un grave suspiro soltó. Maldije internamente por no cuidar mis palabras. Debí suponer su respuesta.

-¡No! ¡No!, estoy bien- respondí seca, aun maldiciéndome.

-¡Voy para allá!- soltó una risa sencilla pero seductora. Se escuchaba bajando por una escalera.

-¡Max, no! No hace falta, ya termine- mentí, implorando que fuera una broma lo dicho por él.

-De acuerdo- bufo -te llamaba para saber a qué hora paso por ti- pronuncio y recordé la invitación que le había propuesto.

-Amm, no lo sé. ¿8:30 p.m.?- cerré el grifo y me envolví en una toalla.

-Perfecto. Joder Darissa, ¿En serio no necesitas ayuda?- pregunto en tono sensual. Amaba aquel tintineo es su grave voz, una oleada vibrante evadía la superficie de mi cordura.

-¡No! He terminado, escucha... el grifo está cerrado. ¿Algo más?

-No, solo era para eso cariño. Te quiero- me despedí y antes de colgar hablo de nuevo -¡Darissa!

-Dime.

-¿En serio, no quieres que vaya y te ayude?

-¡MAX!- colgué ruborizada, abriendo nuevamente la ducha para terminar mi baño.

---

La reunión era un tanto formal.

Unos tacones un poco altos complementaron mi atuendo junto con una falda en tono rosa pálido y una blusa con un gran felino estampado.

Odiaba a los gatos. El día de mi cumpleaños, mi mejor amiga me jugo la excelente broma de obsequiarme aquella prenda con su animal favorito. Los ama.

Patéticamente lo usaba por compromiso.

Esta era la ocasión para demostrarle que su regalo no yacía en el olvido de mi guardarropa.

Really Worth It?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora