Capitulo 1

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NARRA MARTINA

Martina iba caminando cómodamente por los pasillos de el instituto. Su perfecta melena de chocolate caía en una cola de caballo hasta casi su trasero. Su andar era de pasarela, un pie frente al otro, sin error alguno, frente en alto. Su uniforme perfectamente acomodado. Maquillaje sutil pero envidiable, cejas perfectamente delineadas y labios rosas, aunque no necesitara maquillaje, le sentaba muy bien. Sus libros estaban en uno de sus brazos, apoyados en su pecho. Tan perfecta, solo para ir a clases de química.

Se sentó al lado de su mejor amigo, este le tenía el puesto reservado.

-Gracias, Samuel- susurra ella mientras le da una grata sonrisa-¿Hiciste la tarea?.

-Es ofensivo que me preguntes eso, es decir, a mi- dice Samuel con arrogancia.

-No la hiciste- ella rueda los ojos mientras le extiende su cuaderno para que este se copie de la tarea- Samuel Steel ¿Cuándo cambiaras?- dice ella con frustración, pero al mismo tiempo divertida.

-Martina, no fue mi intención, anoche mi madre y yo tuvimos una maratón de películas.

-Claro, la señora Dennis tiene la culpa siempre que fallas con tus tareas- rueda los ojos una vez más y se centra en sus otros compañeros para dejar a Samuel copiar con tranquilidad.

Al rato, entra Jacob Parks, un chico atlético, moreno, buen estudiante y guapo. El novio de Martina. La saluda con un casto beso en los labios y ella sonríe. la pequeña escena genera algo de envidia entre las chicas.

-¿Como amaneciste, cariño?- dice él mientras la mira como si fuese la chica que pone las estrellas en el cielo.

-Bien, anoche dormí de maravilla, ¿Y tú?- en ese momento entra el maestro de química haciendo que ambos se giren para posar su atención en él.

-Muy bien- dice vacilante.

La clase se basó en explicaciones y algunos ejercicios de tablero, recalcando algunos temas de todo el periodo. Al igual que todas las clases, de todos los días, semanas, meses y años de su vida; Martina se centraba exclusivamente en la clase.

Luego del colegio, ella asistió a clases de baile. Y por fin viernes. La semana pasó igual de lenta a todas.

-¡Noche de fiesta!-gritaba a todo pulmón Samuel por la ventanilla del auto de Martina- ¿Te unes?

-Samu, esta semana fue muy pesada, ya sabes cerrando periodo, - justo estaban llegando a la casa de Samuel- quiero descansar.

-Siempre estás cansada, eres tan aguafiestas. Igual hoy follare con una rubia- le dice algo enojado- seguro...

-Hoy es noche de películas con Jacob- dicen al unisonido- puedes venir si quieres- continúa hablando Martina.

-Y perderme un culo de universitaria por hacer un mal tercio, no gracias- se baja y la deja sola.

Cómo siempre conduce hasta su casa para tener una noche de películas con su novio. Antes de bajarse al auto, le llegan unos mensajes de Jacob

Amor J:"Creo que hoy no podremos cumplir nuestra cita, cariño, lo siento"

Yo:"¿Qué ha pasado?

Amor J:"Mañana te cuento"

Y sin más, se desconectó, dejando a Martina con la incertidumbre de qué pudo haber pasado. Decide, no hacer nada esa noche, las películas no serán lo mismo sin él. Casi cuando se está quedando dormida la puerta se abre y ella pega un brinco al despertarse.

-Por Dios Lucía, qué susto que me has dado- se toca su corazón mientras su ritmo cardíaco vuelve a la normalidad.

-Lo siento- ríe con picardía su madrastra- es que quería avisarte que Samuel está acá.

-Dile que siga, y ya sabes, él no tiene necesidad de pedir permiso. Puede seguir cuando quiera.

Se incorpora en la cama mientras espera que su amigo suba. Este no tarda en entrar por la misma puerta qué Lucía dejó abierta y se sienta a su lado.

-¿Y Jacob?- dice con un aire de desilusión.

-Le surgió un problema- se encoje de hombros- ¿Por qué no estás en la fiesta?

-Serás idiota, vengo por ti y tu novio ausente- eso solo hizo reír a Martina.

-Te dije que no iré, y menos sin Jacob- se cruza de brazos.

-Mira no me hagas perder la venida hasta acá- la levanta de un empujón y la mete al baño- o vamos, o vamos, tu eliges.

Al rato se escucha el agua caer. Acto seguido Martina sale de la ducha con nueva ropa puesta. Más se tardó en decir que no iría que estar de camino a la fiesta. El ambiente algo subido de tono, se escuchaba a una cuadra del lugar. Luces, alcohol y drogas por todas partes.

Cómo es costumbre ella se sentó afuera en una de las mesas con un jugo de naranja, esta vez, con su amigo.

-Vamos a bailar, ven, no te puedo dejar sola- ella solo niega.

-Samu, vine en contra de mi voluntad y no pienso divertirme- rueda los ojos.

-Eres una idiota, aguafiestas- esto no la ofende ni un poco.

-Y tu un transmisor de SIDA andante- grita histérica.

-¡Blasfemia! Estoy más que sano. Eso debería decírtelo a ti- pone una mano en su pecho ofendida.

-Samu, eso no se dice, solo he mantenido relaciones con un hombre ¡y fue una sola vez!- sus mejillas se ponen coloradas.

(...)

-¿Estás bien? Voy por ti- se oye al otro lado de la línea.

-Mierda- suelta risitas pícaras- Samu, Jacob viene por mí, y está enojado- hace pucheros.

-Me va a matar- grita Samuel mientras saca a Martina de la fiesta.

Fuera del lugar, Jacob estaba mirando para todos lados buscando a Martina, cuando la ubica corre tras ella y la lleva hasta su auto.

-Joder pero que te paso, ¿Bebiste?¿Qué carajos le diste a Martina?- mira mal a Samuel.

-No lo sé, la dejé un momento sola y ya estaba riendo y llorando. Juro que no le dí nada- se defiende.

-No entiendes que ella no puede asistir a fiestas, no puede beber- la mira con desesperación casi inconsciente en la parte trasera de su auto- ¿Y si está drogada?.

-Es una opción muy acertada- Samuel se encoje de hombros algo nervioso.

-Vamos a dejarla en su casa, darle una ducha y ponerla a dormir- toman camino para la casa de Martina- Samuel espero que no se vuelva a repetir. Mar es una niña muy sensible, de casa y no debe estar en esos ambientes, no sin alguien responsable que la cuide.

-Por favor, Jacob. Soy dos años mayor para ella, yo puedo cuidarla- dice ofendido.

-Si, pero pareces un niño de cinco años, en tu forma de ser, además solo piensas en fiestas y ella no es apta para eso- su tono de voz está subiendo.

-Deja de decidir sobre ella, no es un robot para hacer todas las cosas bien- dice Samuel en el mismo tono.

Un incómodo silencio se formó cuando las fuertes arcadas de Martina se hicieron presentes, dando a entender que estaba vomitando.

-Por lo menos boto lo que sea que haya ingerido- dice Samuel aliviado.

-Maldicion ¡Mi auto!- grita Jacob sobresaltando a Martina.

-Lo siento- susurra ella.

Tan perfecta (TP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora